Joaquín de luz es un madrileño universal que nació en 1976…
Bailarínde danza clásica, coreógrafo y director artístico que empezó sus estudios de ballet en la escuela de Víctor Ullate. En 1992 ingresó en la compañía de Ullate en la que permaneció tres años. Durante su estancia en ella, interpretó coreografías de Ullate, Eduardo Lao, Nils Christie, Hans van Manen, Maurice Bejart, Rudy van Dancing, Misha van Hoeke, y George Balanchine. En 1995 fue invitado por Fernando Bujones a bailar con el Ballet Mediterráneo.
Sucedió a José Carlos Martínez, como director de la CND, cargo que pasó a ocupar desde el 1 de septiembre de 2019
A partir de ahí su vida profesional es un no parar hasta que el 28 de marzo de 2019 el INAEM, Ministerio de Cultura y Deporte del Gobierno de España, anuncia el nombramiento de Joaquín de Luz como director de la Compañía Nacional de Danza (CND), sucediendo a José Carlos Martínez, cargo que pasa a ocupar a partir del 1 de septiembre de 2019.
¿Cómo llevas el cargo?
Lo llevo muy bien. Este parón me ha dado mucha fuerza y perspectiva.
Algunas personas te comentaron que tenías que estar un poco loco para coger ese puesto ¿cómo de loco?
Hay que estar loco. Los locos creadores y con valor son los que hacen las cosas en el arte.
¿Lo volverías a hacer?
Sí.
Sucedes a José Carlos Martínez, ¿has tenido que cambiar tu mentalidad o el método que existía?
Ambos. Seguramente cada posible director tiene una línea al trabajar. Soy exigente porque me exijo a mí mismo y me gusta trabajar y contagiar a mis bailarines de esto.
Qué nivel tiene la Compañía
El nivel de la compañía tiene que subir. Es un trabajo en proceso.
Joaquín De Luz ha aparecido como artista invitado con numerosas compañías internacionales como la Compañía Nacional de Danza de España, American Ballet Theater, San Francisco Ballet, Stanivslasky Theater en Moscú, Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires y el Ballet Nacional de Cuba, entre otras…
Has actuado como solista con la CND, estrenaste Don Quijote en el Teatro de la Zarzuela, ¿qué tal la experiencia?
Fue muy especial bailar con la compañía como invitado. Siempre ha sido muy especial bailar para mi gente durante mi carrera.
¿Coreógrafo o bailarín, que te llena más?
Indiscutiblemente bailarín.
En 2008, fue elegido director artístico de la compañía de danza Estrellas del ballet de Nueva York, con la que realizó giras por Europa, Asia, Estados Unidos y Sudáfrica. En mayo de 2013, debutó en el papel protagonista en el show de Broadway Òn your Toes, en Nueva York, obteniendo muy buenas críticas. En el 2017 le encargan la dirección artística del Menorca Danse Gala.
Soy exigente porque me exijo a mí mismo y me gusta trabajar y contagiar a mis bailarines de esto
Desde 2018 compagina su faceta de coreógrafo y director artístico, con la de docente en el School of American Ballet en Nueva York, en la escuela JKO y en el Studio Company del ABT, la Escuela de Danza de Marat Daukayev en Los Ángeles y en la Rock School de Philadelphia, siendo requerido además por diferentes instituciones para impartir numerosos cursos y clases magistrales internacionalmente.
Tu carrera se ha desarrollado principalmente en Estados Unidos, ¿por qué?
Bueno, la verdad es que he sido afortunado. No solo por haber hecho mi carrera en EE.UU., sino por bailar en dos de las mejores compañías mundiales.
Muchos bailarines y bailarinas han tenido que irse de España para salir adelante ¿Cuál es el problema en nuestro país?
No hay suficiente apoyo serio a la danza. No hay compañías, no hay teatros que se dediquen a ella. Creamos gente con talento pero no pueden desarrollar su carrera aquí salvo en una compañía (en la que no podemos dar contrato a todos).
¿Cómo está el nivel de la danza en España?
¡¡¡Altísimo!!! Tenemos muchísimo talento.
Proyectos con la CND
Miles, a corto plazo. Festival de Granada con pieza nueva y Veranos de la Villa de Madrid, en el Conde Duque, este julio/agosto. Después, a la vuelta vacaciones empezamos a una marcha más frenética todavía. Programa estreno para el Teatro Real y estrenamos nuestra ‘Giselle’ en diciembre en la Zarzuela.
¿Qué se interrumpió con la crisis?
La verdad es que teníamos giras, pero llegó en un momento de transición entre la dirección anterior y la mía.
¿Qué ha supuesto el confinamiento para ti y para la compañía?
Para mí muchísimas cosas positivas. Hay que poner las cosas en perspectiva y aprender a sacar positivo de todas las situaciones. Mucho trabajo interior y reflexión.
Creamos gente con talento pero no pueden desarrollar su carrera aquí
Javier de Luz y los bailarines de la Compañía Nacional de Danza (CND) compusieron una cadena improvisada de coreografías confinadas para celebrar el Día Internacional de la Danza (29 de abril). Este año, la crisis del coronavirus impidió las galas habituales en los teatros para celebrar este día…
¿Cómo ha sido el bailar en casa?
Es un reto como otro cualquiera, al menos tenemos casas. ¿Ves? Si se pone en perspectiva siempre podríamos estar peor.
¿Este parón va a perjudicar a la danza en general y a la CND en particular?
Va a perjudicar a la danza al igual que a la sociedad en general. En la CND somos afortunados de haber estado protegidos. Es una gran suerte.
¿Cómo hay que salir de esta crisis a nivel cultural y en la danza en concreto?
Hay que salir con ímpetu, responsabilidad de hacer cosas relevantes y acompañando al público. Vamos a necesitar sanar todos y la cultura debe proporcionar este bálsamo.
¿Has conseguido mantenerte en forma física y mental?
Estoy en mejor forma física que cuando bailaba.
Entre la multitud de reconocimientos en su carrera destacan los premios como la Medalla de oro en el concurso internacional de Nureyev en Budapest, 2006, el Benois de la Danse al mejor bailarín masculino, 2009 en Moscú, el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid, 2010, y el Premio Nacional de Danza (España) a la interpretación 2016.
¿Cómo valoras los numerosos premios que te han dado? ¿Cuál ha sido o es el más querido por ti?
La verdad que me he sentido muy premiado por haber tenido la carrera que he tenido y por haberlo hecho de la forma que pasó. Pero si tengo que decir que el Premio Nacional de Danza (2016) me hizo mucha ilusión.
¿Quiénes han sido tus maestros o tus referencias?
Mis maestros: Víctor Ullate, Karemia Moreno, Lázaro Carreño, Menia Martínez. María Fernández. Stanley Williams, Andrei Kramarevsky. Wilhem Burmann. Mis ídolos: Baryshnikov, Gades y Rafael Nadal.
Por último a las personas que quieran dedicarse a la danza ¿qué les recomiendas?
Que si lo aman de verdad se dediquen al 120 por ciento. Si tienen que sufrir por decidir entre salir con los amigos o estar en el estudio, no es para ellos.