El sector de la hostelería es, sin duda, uno de los más afectados por el confinamiento, una industria que en 2018 facturó 123.621 millones de euros y que da empleo a 1.7 millones de personas, se vio, de un día para otro, desprovista de ingresos. Después de haber demostrado su voluntad para ayudar desinteresadamente en la lucha contra el coronavirus, otras empresas, relacionadas con el sector, quisieron dar visibilidad y promover acciones para paliar, en la medida de lo posible, los efectos negativos de esta situación.
El Tenedor, la plataforma de reservas online para restaurantes puso en marcha la iniciativa “Salvemos nuestros restaurantes” con el objetivo de ayudarlos a reducir el impacto en sus negocios. Mediante la compra de bonos prepago, el restaurante recibe el ingreso y cuando abra, el cliente podrá utilizarlos y disfrutar de su establecimiento favorito. Al cierre de esta edición más de 1.000 restaurantes se habían adherido a este proyecto que ya había recaudado alrededor de 100.000 euros.
Otras iniciativas buscan concretar políticas que apoyen al sector, como es el caso de la revista Sobremesa que unió a los grandes chefs del panorama gastronómico español bajo el hashtag #daremoslacara. A través de un elaborado video Pepe Rodríguez, Martín Berasategui, Paco Roncero, Joan Roca, Óscar Velasco, Karlos Arguiñano y Ferran Adrià, entre otros muchos, recordaban a las instituciones la necesidad de ayudas específicas y su propia implicación como abanderados de la hostelería despojándose de la mascarilla para dar la cara.
En esta misma línea, la cadena de supermercados Makro elaboró la iniciativa #unopuntosiete, haciendo alusión al número de profesionales afectados, donde invita al público en general a hacerse una foto con el cartel de la campaña para moverlo en las redes sociales, además de lanzar una plataforma para recoger firmas apoyando la solicitud de ayudas específicas que reactiven la hostelería.
Actuaciones solidarias
Muchas fueron las empresas que donaron sus productos a aquellos que más lo necesitaban, ayudando a hacer más llevadera la estancia en hospitales y centros de mayores. Aperitivos Medina donó 1.000 kilos de snacks y frutos secos al hospital de campaña de IFEMA, además de 4.800 envases de aperitivos para los trabajadores del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Chocolates Trapa agradeció el esfuerzo de los miembros de la Unidad Militar de Emergencia (UME) enviando sus chocolates a las bases militares de toda España y a más de 20 hospitales, en total repartieron 77.500 bombones.
Ferrero Ibérica envió sus productos a hospitales de Cataluña, Madrid y Mallorca y puso a disposición de Cruz Roja el amplio repertorio que brinda su catálogo. El restaurante Coque ofreció una tarjeta de regalo solidaria cuyo 10% se donó a Cruz Roja Española. Balfegó, por su parte, entregó 2.000 kilos de atún a hospitales, residencias y comedores de toda España.
Grupo Norteños donó 1.900 kilos de alimentos a hospitales y Patatas Meléndez instaló en los pabellones 5 y 6 de IFEMA un foodtruck para dar servicio a 400 voluntarios.
El Salón Gourmets colaboró con Aldeas Infantiles, Banco de Alimentos, Gastronomía Solidaria y el hospital de campaña de IFEMA enviando los productos que generosamente aportaron los expositores y el Grupo Gourmets, procedentes de La Alacena, sección de alimentos de alta gama incluida en el Club Vinos Gourmets.
En definitiva, un sinfín de acciones con un objetivo común, hacer más llevadero el día de los profesionales y de los pacientes que luchaban para superar el COVID-19. Obviamente por limitaciones de espacio y tiempo, son todas las que están, pero no están todas las que son.
Material sanitario
Pero además de donar sus productos, muchas empresas aunaron esfuerzos para abastecer de material sanitario a los centros de toda España, con mascarillas, batas, gorros, guantes, buzos, gel hidroalcohólico o pantallas faciales. El grupo de alimentación Noel, impulsó el desarrollo de un prototipo de respirador creado por su departamento de Ingenieros y Mantenimiento.
Desde Castilla-La Mancha, Navarra, Gerona hasta Ourense, firmas como Tello, Goikoa, Casademont o Coren aportaron su granito de arena para ayudar tanto a los centros sanitarios como a los centros de mayores.
También han tenido en cuenta a los profesionales que trabajan para que los alimentos lleguen a los supermercados. Campofrío puso en marcha por toda Europa la iniciativa, “Food for drivers” que ofrece alimentos y bebidas a los transportistas, que en las últimas semanas triplicaron sus esfuerzos.
Agricultores, ganaderos e industrias de la alimentación mantuvieron su compromiso de atender las necesidades de los consumidores y garantizar la disponibilidad de productos cárnicos siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Las bodegas de todo el país se embarcaron a mediados de marzo en una actividad frenética para aportar sus recursos.
Alta restauración para todos
El punto de partida ha sido la ONG del chef José Andrés, World Central Kitchen, una iniciativa que comenzó en Madrid, comunidad más afectada por el virus, con el Grupo Arzabal y Banco de Alimentos, repartiendo en los primeros días miles de raciones de comida. Al cierre de esta edición son 13 las cocinas solidarias que reparten comida por toda España.
En Madrid cuentan con una cocina central, cedida por el Ayuntamiento, dirigida por la chef Karla Hoyos (The Bazaar by José Andrés) junto con Juanjo López (La Tasquita de Enfrente) y Grupo Bulbiza. A la que se ha unido la cocina de Dstage y Medems Catering con el chef Diego Guerrero a la cabeza mientras que Pepa Muñoz (Qüenco de Pepa) elaboró sus menús solidarios en la cocina de NH Collection Madrid Eurobuilding. Todo ello, distribuido por Correos y Bomberos de Madrid puerta a puerta.
En Barcelona, Carles Tejedor (Oilmotion) desde su cocina ubicada en Terrassa. En Valencia los chefs del restaurante Fierro, Germán Carrizo y Carito Lourenco, distribuyen miles de comidas para familias en riesgo de exclusión. En Coruña, las cocinas del hotel NH Collection A Coruña Finisterre con Juan Crujeiras (Bido) entre otros chefs.
En Jaén, Marbella y Huelva, Xanty Elías utilizó las cocinas de Acánthum con el objetivo de llegar a 1.000 comidas diarias. El equipo de Ángel León y LÚ Cocina y Alma cocinaron en Cádiz y en Sevilla más de 50 hosteleros trabajan como voluntarios coordinados por Juan Luis Fernández (Cañabota) junto con equipos de catering llevando la comida a miles de personas cada día.
Solidaridad
A los pocos días de confinamiento corrió un video por las redes sociales que hizo llorar a más de uno: un camionero, paró en su restaurante habitual de carretera (El Hacho, Lora de Estepa, Sevilla) que, por supuesto, estaba cerrado, pero el dueño había dejado fuera un foodtruck abierto, con termos de café, zumos, bocadillos y bollería con un cartel que decía “sírvete”.
Fue la ONG Gastronomía Solidaria, dedicada desde hace años a formar a jóvenes en riesgo de excusión social en el mundo de la hostelería, la que pensó en estos profesionales. Dicho y hecho, contactaron con Mercamadrid, donde los dueños de los puestos no dudaron en donar sus productos para que los chicos de Gastronomía Solidaria los cocinaran y entregaran así raciones de comida a los transportistas que llegaban a abastecer el mercado donde se nutre gran parte de la Comunidad de Madrid.
Otro de los primeros en actuar fue la cadena de restauración Grosso Napoletano, pues su preocupación inicial fue alimentar al personal de urgencias y UCI. Al día siguiente de que se decretase el estado de alarma ya había ideado un sistema a través de whatsapp que bajo el lema “#Food 4 Heros” consiguió reunir al cierre de esta edición a 85 restaurantes que sumados a los 7 que conforman el grupo desarrollaron la iniciativa. Los sanitarios hacían sus pedidos y los restaurantes los entregaban en dos turnos: comida y cena. Todo completamente gratis.
Esta campaña se ramificó posteriormente en otra dirigida a que los particulares pudieran también ayudar al sector de la restauración, uno de los más golpeados por el confinamiento. A través de la página web del grupo se podían comprar menús de varios restaurantes, tanto para disfrutar “cuando volvamos”, según sus propias palabras, como para regalar al personal sanitario de la Comunidad de Madrid, de esta manera los clientes también se involucraron ayudando no sólo a los hospitales sino también a los restaurantes. Este fue el siguiente paso: campañas para evidenciar la difícil situación que atraviesan y contribuir a sobrellevarla.
Experiencias gourmet
La colaboración en un sinfín de acciones solidarias que ayudan a los más afectados por el coronavirus continuó de la mano de Cruz Roja con la campaña #JuntosSaldremos, que permite disfrutar de experiencias exclusivas con bodegueros, sumilleres y grandes chefs del panorama culinario español. Mediante una GastroSubasta, los participantes pudieron pujar por experiencias como compartir una sobremesa con Andoni Aduriz y disfrutar de la cocina de Mugaritz, conocer los espacios del Celler de Can Roca de la mano de los hermanos Roca, pasar el día con Quim Vila y disfrutar de la bodega personal de Vila Vinateca, probando vinos con etiquetas históricas o referencias descatalogadas.
Ferrán Adrià donó una selección de cartas y menús de elBulli de su archivo personal y Bodegas Contador, ofreció una experiencia completa con visita a viñedos, bodegas y catas en compañía del bodeguero Benjamín Romeo. Muchos son los cocineros que se han unido a esta iniciativa ofreciendo su cocina y sus restaurantes como Eneko Atxa en Azurmendi, Pepe Rodríguez en El Bohío, Toño Pérez en Atrio, Jesús Sánchez en el Cenador de Amós, Quique Dacosta en elPoblet, Juanjo López de La Tasquita de Enfrente o Maca de Castro que propone un fin de semana en Mallorca donde disfrutar de las instalaciones del Grupo de Castro.
A través de la Tienda solidaria de Cruz Roja se podían adquirir también productos exclusivos y de gran calidad como un estuche de lujo cedido por Bodegas Barbadillo que incluía las joyas enológicas: Amontillado Príncipe de Barbadillo VORS, Oloroso Cuco VORS y Palo Cortado Obispo Gascón VORS o la edición especial de AOVE de Castillo de Canena, personalizada, con 12 botellas de su Reserva Familiar Picual.