Los viajeros que visiten Perú en búsqueda de costumbres milenarias, hermosas playas o una exquisita arquitectura colonial encontrarán en la ciudad de Trujillo el destino ideal.
Conocida como la “Ciudad de la Eterna Primavera” por su clima suave, Trujillo está situado en la costa norte en el Valle de Moche. Capital de la región La Libertad, es considerada la ciudad más grande y poblada del norte peruano y la tercera más grande de todo el Perú.
Trujillo y el Brujo
El primer día es aconsejable empezar temprano para conocer el casco histórico de la ciudad, realizando un recorrido por sus principales lugares de interés como la Plaza de Armas, la catedral, las principales casonas, iglesias y museos; impresionantes edificaciones de arquitectura colonial, que regalan fotos de postal y un viaje a través del tiempo.
Comienza la visita por La Plaza de Armas de Trujillo, el lugar de fundación de la ciudad y en cuyo corazón se encuentra el Monumento a la Libertad, que representa tres acontecimientos importantes en la historia del país: la esclavitud, la rebelión y la liberación del pueblo peruano.
Frente a la Plaza de Armas se encuentra la principal iglesia de Trujillo, la Catedral basílica de Santa María. Esta construcción del siglo XVII cautiva a los visitantes gracias a sus asombrosos retablos, hermosos lienzos y a su distintiva fachada color amarillo.
Continúa el recorrido con una visita a la casa Urquiaga, que alberga la sede del Banco Central de Reserva del Perú y un museo. Fue construida entre los siglos XVIII y XIX y destaca entre las demás edificaciones por su enorme portón de madera, sus tres patios interiores y sus columnas dóricas. En su interior, se encuentran objetos de gran valor de las épocas pre-inca, colonial y republicana de la historia del Perú. En las cercanías, se encuentra el majestuoso Palacio Iturregui de estilo neoclásico que destaca por sus estatuas de mármol y su bellísimo patio.
Asimismo, bien merecen una visita la Casa de la Emancipación donde se proclamó la independencia de Trujillo en 1820, la Casa Orbegoso y la Casa Baanante, entre otras.
Una vez visitados los principales atractivos de la ciudad, no hay nada mejor que perderse sin rumbo por sus hermosas calles para sentirse parte de ellas. En la Plazuela El Recreo y la Plazuela La Merced, se pueden encontrar presentaciones culturales, tiendas o cafés para pasar una mañana agradable.
Trujillo también es conocida por ser la Capital Cultural del Perú, gracias a su interesante oferta de museos. Por mencionar algunos, están el Museo del Juguete con una colección de aproximadamente 500 juguetes y el Museo de Arqueología, que muestra el desarrollo del proceso histórico en la costa norte y particularmente en los valles costeños del departamento de La Libertad. Una visita a cualquiera de ellos, si se tiene tiempo, es una buena idea.
Para finalizar la mañana por Trujillo y recargar fuerzas conviene hacer una parada en el Mercado Central, donde podrás disfrutar de todo el sabor del Perú, una de las gastronomías más variadas y ricas del mundo.
Después de una viva mañana recorriendo el centro histórico de la ciudad, merece la pena visitar el Complejo Arqueológico El Brujo. Conformado por 3 edificaciones -huaca Prieta, huaca Cao y huaca Cortada-, en sus paredes de adobe resaltan las pinturas realizadas por los moches sobre la cosmovisión, entre las que destaca la figura del Degollador de Cabezas. En su museo, se exhibe la imponente Dama de Cao, que cuenta parte de la historia milenaria del país.
Chan Chan y Huanchaco
Durante el segundo día de estancia se pueden visitar las zonas cercanas a la ciudad. A tan solo 5 km, se encuentra la joya de la arqueología en Trujillo: la ciudadela de Chan Chan, catalogada como la construcción de adobe más grande de América.
Para completar la experiencia en Trujillo, pasar la tarde en el pintoresco balneario de Huanchaco es la opción ideal. Realizar deportes de aventura como practicar surf, buceo, pesca o disfrutar de un tradicional paseo en los caballitos de totora, un tipo de embarcación utilizada para la navegación y la pesca desde tiempos ancestrales, son algunas de las razones que motivan incluir esta hermosa playa en la visita a esta ciudad del norte peruano.
Trujillo es una ciudad de bellísima arquitectura colonial que crea un mágico contraste con los grandiosos centros arqueológicos que existen a su alrededor.