En Inout Viajes hemos hablado varias veces de Filipinas, pero hoy nos gustaría detenernos un poco en su capital: Manila. Aunque es la capital, Manila es la segunda ciudad del país por número de habitantes, después de Ciudad Quezón. Está situada en la costa oriental de la bahía de Manila, concretamente en la isla de Luzón, en la desembocadura del río Pásig.
Aunque Manila no sea la ciudad más poblada de Filipinas, sí es una de las más densamente pobladas del mundo, pues sus habitantes se asientan en unos 38,55 kilómetros cuadrados. La región metropolitana, denominada Gran Manila, es la décima más poblada del mundo, con unos 20,5 millones de personas residiendo en ella.
Después de ser colonizada y cristianizada allá por el siglo XVI, Manila se convirtió en el centro neurálgico de las actividades españolas en el Lejano Oriente, y en destino de la ruta comercial que conectaba la América española con Asia. El Galeón de Acapulco, también denominado en ocasiones Nao de China, era el nombre con el que se hablaba de las naves que viajaban entre Manila y los puertos de Nueva España, principalmente Acapulco, San Blas, el Cabo San Lucas y Bahía de Banderas.
Seguro que a muchos de vosotros os sonará la denominación “Perla de Oriente”, apodo con el que fue bautizada Manila por su excelente ubicación en las rutas de comercio marítimo a través del Pacífico.
En lo que respecta a qué podemos hacer en Manila, como podéis suponer por lo que hemos comentado hasta ahora, se trata de una gran ciudad en un pequeño espacio, y las posibilidades son considerables.
Es importante tener en cuenta que se trata de una ciudad caótica, con cientos de coches y caravanas literalmente interminables. Lo mejor que es que utilicéis el tren, pero hay sitios a los que tendréis que llegar por otros medios de transporte (o a pie), pues las vías no llegan a todos los lugares señalados.
Existen muchos atractivos turísticos visitables, pero Intramuros, con sus calles y murallas, te transportan a una época antigua y colonial, con reminiscencias españolas y europeas en el Fuerte de Santiago, la iglesia de San Agustín y la Catedral.
Es obligatorio contemplar la maravillosa puesta de sol que ofrece la ciudad desde el malecón de la bahía; y si podéis también os recomendamos visitar Rizal Parks, un parque en el que podréis encontrar un lago que representa las 7.107 islas que alberga el país.
Para los más curiosos, es altamente recomendable visitar Chinatown y Divisoria Market. El primero es el barrio chino más antiguo del planeta, creado en 1594; y Divisoria es un mercado muy típico, pero también está ubicado en una de las zonas pobres de la ciudad y existen personas que no recomiendan pasar por allí, o al menos extremar las precauciones. En Divisoria podrás comprar todos los suvenires que necesites a un precio muy bajo y, además, ayudarás a la economía del barrio.
Como probablemente sabréis, Manila tiene una amplia oferta de juego y casinos, siendo uno de los grandes atractivos de la ciudad. De hecho, el hotel y casino Okada Manila celebra uno de los torneos de póker más importantes del mundo, el PokerStars LIVE Manila, al cual acuden una gran cantidad de participantes que, a su vez, visitan la capital. Hace tan solo unas semanas, el Okada recibió cinco estrellas por parte de la guía que publica la revista Forbes, convirtiéndose, según la prestigiosa publicación, en uno de los hoteles y casinos más lujosos del mundo.
Finalmente, si paseáis por Makati, terminareis de ser conscientes de por qué Manila es una ciudad de países y un lugar de contrastes. Esta zona financiera, que alberga los emblemáticos rascacielos de la ciudad, y sus famosos centros comerciales, hace las delicias de los amantes de las compras. Una oda al consumismo y a los placeres inmediatos.
En definitiva, esta ciudad, crucial para entender nuestra Historia, alberga a todo tipo de personas y estratos sociales, el español colonial se mezcla con oriente ofreciendo, como resultado, una de las grandes metrópolis de nuestro plantea. Unas veces majestuosa, otras pobre; pero siempre atractiva y exótica.