Calconut, empresa española de frutos secos, está implementando medidas de fomento de la sostenibilidad en la construcción de su nuevo centro de producción, siguiendo su política de apostar por la economía circular en todas sus actividades.
Una de las principales acciones que se están llevando a cabo consiste en la instalación de placas solares en la cubierta del nuevo centro de Mutxamel (Alicante). De este modo, estos 1.214 paneles generarán 500 kW de energía solar renovable, lo que permitirá a Calconut disminuir notablemente sus emisiones de CO2 a la atmósfera.
En este mismo sentido, el centro, en el que, desde finales de 2019, se han invertido 13 millones de euros, contará en el exterior de la nave con una plantación de árboles, como los naranjos y almendros propios de la región del Mediterráneo, y otras plantas. Además, en sus oficinas se han incorporado también elementos naturales en línea con los preceptos del diseño biofílico, una corriente arquitectónica que apuesta por restablecer los vínculos con la naturaleza para conseguir entornos saludables. De este modo, se integra la naturaleza en los lugares de trabajo, mejorando el bienestar de los empleados y, al mismo tiempo, su rendimiento.
Igualmente, durante la construcción de su centro la compañía ha decidido fomentar otros aspectos sostenibles de gran importancia. Así, Calconut ha dispuesto que el agua usada en los distintos procesos industriales sea reciclada y reutilizada. Este es un tema fundamental para la empresa, no solo porque esta nave y el resto de sus sedes se ubican en zonas de España de escasa pluviosidad, sino también por su preocupación por el calentamiento global y el cada vez más difícil acceso a los recursos hídricos en todo el mundo.
Este moderno centro tecnológico y de producción contará con la línea de repelado más potente del mercado, una máquina capaz de repelar cinco toneladas de almendras a la hora. Una vez que se halle en pleno funcionamiento, Calconut tiene previsto generar biomasa a partir de la cáscara de almendra que se deseche, así como de la de otros frutos secos. De este modo, logrará alcanzar el objetivo de generar cero residuos orgánicos, meta también perseguida con el uso de energía renovable. De este modo, la compañía asume los principios del movimiento Zero Waste (Cero Residuos).
También con el objetivo de reducir los residuos, la compañía eliminará de sus oficinas cualquier tipo de plástico de un solo uso (vasos, bidones de fuentes de agua potable, botellas, etc.) y está ya mejorando los envases de sus productos de venta al por menor, empleando papel 100 % reciclable.
De este modo, la compañía pone en práctica la ley de las ‘3 R’: reducir (el uso de papel y plástico en un 90 %), reutilizar (con tazas y botellas de acero inoxidable, ambas con diseños corporativos) y reciclar (instalando papeleras de reciclaje en cada departamento). Además, Calconut prevé que en 2025 sus vehículos de empresa serán eléctricos.
Todas estas medidas forman parte de lo que se denomina economía circular, una estrategia cuyo objetivo es reducir la producción de deshechos para evitar bucles insostenibles, focos de problemas medio ambientales como el cambio climático. Para Calconut, apostar por una filosofía como esta es un ejemplo de su compromiso con la sostenibilidad, el bienestar de sus trabajadores y de la sociedad, demostrando que es plenamente compatible con la productividad empresarial.
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