Febrero, mes de hablar del amor; época ideal para celebrar el romanticismo en un destino paradisíaco y único. Entre tantas opciones a elegir, las Islas Cook, el archipiélago de la Polinesia Neozelandesa, es el lugar al que ir para vivir una experiencia romántica, exótica e íntima, en la que el turquesa de sus aguas y el verde de sus selvas tropicales dejarán un recuerdo indeleble.
Y es que las Islas Cook son un destino que se aleja de lo convencional e invita a las parejas a elegir sus playas arena blanca y fina y sus verdes cimas volcánicas para la celebración tanto de bodas, como de una inolvidable luna de miel o de una escapada romántica sumergidos en sus arrecifes de coral y sus atardeceres de ensueño.
El día más importante en un paraje de ensueño
Una boda puede suponer mucho estrés, pero esa palabra no forma parte del imaginario de estas islas. Podrás dejar en mano de los expertos de la isla ese día tan especial y optar por alguno de los variados y exclusivos resorts que se encuentran en Aitutaki, por ejemplo, y sentir que en ese momento solo existís tu pareja, tú y el paraíso. De hecho, en esta isla se ofrecen ceremonias en la propia playa, frente a la impresionante Laguna de Aitutaki, considerada por muchos como la más bonita del mundo.
Podrás vivir ese momento con unas vistas incomparables del mar o en el interior de los frondosos jardines de la zona, para terminar la celebración con un relajante paseo por la playa mientras cae el día y se enciende el cielo para dar lugar a la noche. Todo un idilio para no olvidar.
Una luna de miel original y única
Tras el gran día, llega el momento de explorar. La belleza de estas islas vírgenes es cautivadora e invita a experimentar una luna de miel que superará cualquier expectativa creada en sueños.
Para las parejas más aventureras, las Islas Cook permiten realizar numerosas actividades como recorrer la selva en buggy 4x4 o vivir una auténtica noche isleña junto a los lugareños, así como animarse a practicar yoga al amanecer o realizar cruceros de surf de remo al anochecer. Todo ello combinado con el descubrimiento de una gastronomía singular que enamorará a sus paladares.
Y para aquellas que buscan la relajación, Rarotonga les permitirá sentirse en el corazón de un lugar mágico e íntimo. Dejarse sorprender por su laguna, rodeada por un arrecife de coral protector, en contraste con sus picos montañosos y valles tropicales, serán las claves que harán de este viaje un sueño hecho realidad. Además, hay resorts que ofrecen opciones de lujo para cuidarse al más puro estilo polinesio, con tratamientos terapéuticos y de belleza en pareja que emplean como base productos autóctonos de las islas.
Esta experiencia no puede culminar sin adentrarse en las aguas cristalinas de la zona a través de la práctica de actividades como el esnórquel, que permitirá poder avistar abundantes peces tropicales y tortugas marinas, y combinarlas con la exuberancia de la tierra. Así, es posible vivir un día distinto y adentrarse en el interior de la isla de Atiu, donde la cueva de Anatakitaki alberga claras piscinas de agua fresca.
Para cumplir todos estos deseos, la oferta de alojamientos es amplia y variada, desde resorts de primera categoría, a glampings donde conectar con el entorno, sin olvidar las casas ecofriendly, para disfrutar del amor cuidando de la naturaleza más pura.