Los muy diferentes manantiales de aguas termales de Taiwán poseen también diferentes cualidades terapéuticas. Los hay de ácido carbónico, de bicarbonato de sodio o de azufre. Mientras que los primeros proporcionan un masaje natural al cuerpo, los segundos lubrican la piel y los terceros poseen cualidades suavizantes y exfoliantes.
Proporcionamos a continuación un relajante y saludable recorrido por las distintas zonas, de norte a sur de la isla:
Beitou:
Desde que en 1895, durante la ocupación japonesa, se abrió la primera casa de baños termales en Taiwán, la zona de Beitou, al norte de la isla, ha sido la más importante en este tipo de servicios. Se trata de una zona de aguas termales alimentada por las aguas del valle geotérmico de Diregu y del valle Longfong. La región tiene una alta concentración de hoteles termales ricos en recursos naturales y culturales. La zona ofrece tres tipos de aguas: aguas sulfurosas verdes, aguas sulfurosas blancas y aguas sulfurosas férricas. Además de su Museo de Aguas Termales, de estilo japonés, es recomendable visitar en Beitou el Templo Puji de la época japonesa, el Museo de Artes folclóricas de Taiwán, el refugio subterráneo antiaéreo y la Biblioteca Municipal de Beitou, el primer edificio ecológico de Taiwán que compagina a la perfección la construcción de madera con el ambiente natural de la zona.
Yangmingshan:
En Yangmingshan, al norte de Taiwán, la actividad volcánica ha producido numerosos manantiales de agua caliente. Hay muchos lugares adecuados para los baños termales, y hay muchos tipos diferentes de aguas, temperaturas, usos y características. La mayoría de los hoteles termales y restaurantes en esta zona se agrupan en la aldea de Pingdeng, cerca de Lengshueikeng y de Matsao.
Las fuentes de Lengshueikeng tienen aguas con temperaturas de unos 40 grados aproximadamente, y son buenas para los problemas articulatorios y musculares, enfermedades de la piel, circulación, diabetes, etc. Aquí se encuentra la casa de baños gratuitos de Lengshueikeng, administrada por el Gobierno, que goza de enorme popularidad entre los turistas por su fuente termal cálida de bicarbonato de sodio. Más calientes son las aguas de Matsao, que tienen una temperatura entre 70 y 75 grados, y son buenas para problemas ginecológicos, diabetes, reumas, gota, etc.
Wulai:
Es una zona bastante antigua con más de 300 años de historia. Sus fuentes termales de bicarbonato de sodio inodoras e incoloras son conocidas como “los baños de la belleza”. La tribu aborigen Atayal descubrió estas aguas, templadas y muy beneficiosas para la piel, en el valle del río Nanshi. Los turistas pueden disfrutar de baños termales en los hoteles de la zona o en lujosos balnearios, pero también pueden hacerlo en las fuentes termales al aire libre, públicas y gratuitas, localizadas en la orilla del río Nanshi. Otro de los atractivos que presenta la zona es la posibilidad de degustar la típica comida de la tribu Atayal, que se caracteriza por la cocina al vapor o el asado. Se trata de una comida muy sana y nutritiva.
Jiaoxi:
Las aguas termales de Jiaoxi son raras en Taiwán por encontrarse en terreno no montañoso. Son aguas templadas, sin olor ni color especiales, y producen una agradable sensación en la piel, por lo que son muy recomendables para las enfermedades cutáneas. Solo en Italia es posible encontrar aguas con características similares. Podemos encontrar un centenar de hoteles o baños con manantiales de agua caliente en toda el área de la estación de tren de Jiaoxi. A unos 500 metros de la estación está el Parque de Fuentes termales de Jiaoxi, creado por el Gobierno del condado de Yilan, que posee unas completas instalaciones de ocio para toda la familia, incluidos baños públicos a precios accesibles. Los vegetales de Jiaoxi son especialmente apreciados porque la riqueza del agua de la zona los hace contener sodio, magnesio, potasio, calcio, iones carbonatados y otros ingredientes. Cocidos en el agua a unos 22 a 33 grados, mantienen estos elementos, y resultan muy sabrosos.
Suao:
Las aguas termales frías de Suao son muy famosas en el este de la isla, y como ocurre con las aguas templadas de Jiaoxi, solo en Italia es posible encontrar un tipo de agua fría semejante. La temperatura del agua es de unos 22 grados, el agua es clara, proveniente del subsuelo y con mucha cantidad de dióxido carbónico. Como en la zona llueve mucho, es un agua con restos rocosos y terrosos, y en un principio se creyó que se trataba de agua no potable, debido a su alto contenido de carbonatos. Después de varias investigaciones se han probado sus cualidades medicinales.
Guanziling:
Al sur de la isla, Guanziling es un lugar especial entre las aguas termales de Taiwán debido a que el agua fluye de entre las rocas con barro, y contiene elementos minerales que la hacen recomendable para usos cosméticos y medicinales. No es agua potable, pero gracias a su contenido en sulfuro y sal es muy beneficiosa para la piel y la deja muy suave. En la zona es imprescindible visitar la fuente “Shuihuotong”, famosa por sus flores de loto, de la que continuamente manan gas y agua, en un espectáculo muy llamativo. Cada año se celebra un festival en el que se pueden degustar gran variedad de platos típicos en los que el loto es el principal ingrediente.