Los proyectos del Impuesto del Turismo Sostenible, vinculados a la construcción de una sede para la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares (Mallorca) y la reforma de la Sala Augusta de Maó que alojará el nuevo Conservatorio Profesional de Música de Menorca servirán para ampliar la oferta cultural de las islas.
La Caixa de Música es uno de los ‘proyectos musicales’ del Impuesto del Turismo Sostenible (ITS). Con una dotación económica de cerca de 7 millones de euros, esta iniciativa supone la construcción de una sede para la Orquesta Sinfónica de las Islas Baleares.
El proyecto surge ante la necesidad de dotar a la institución, de 30 años de antigüedad, de una infraestructura propia, al tiempo que amplía la oferta cultural mallorquina. Así, el edificio, que contará con tres bloques diferenciados, albergará un auditorio o sala principal para los ensayos o conciertos extraordinarios, unas salas de estudio y una sede administrativa. El terreno, concedido por el Ayuntamiento de Palma por un periodo inicial de 25 años, prorrogables en otros 25 años adicionales, se encuentra ubicado en el barrio del Nou Llevant y tiene una edificabilidad de 13.890 metros cuadrados y hasta cinco alturas.
La Caixa de Música supone un ejemplo de inversión sostenible en los ámbitos social, medioambiental y económico, tal y como se remarca en las directrices establecidas en el proyecto. Además, el proyecto contribuye a la desestacionalización del turismo al potenciar la oferta cultural balear.
Por su parte, la Sala Augusta de Maó se convertirá en reclamo del turismo cultural al alojar el nuevo Conservatorio Profesional de Música de Menorca. En este sentido, el proyecto, que ha recibido alrededor de 7 millones de euros del Impuesto del Turismo Sostenible (ITS), cumple con el objetivo de “recuperación y rehabilitación del patrimonio histórico y cultural”.
Además, las obras prevén la creación de una sala polivalente con capacidad para 400 personas destinada a acoger un amplio programa cultural. Esto contribuirá positivamente a lograr un segundo objetivo: el “fomento de la desestacionalización, creación y activación de productos turísticos practicables en temporada baja”.
Así, con el fin de ampliar la oferta cultural de Menorca, en marzo de 2019 se firmó un convenio de colaboración entre la Consejería de Educación y Universidad, el Instituto Balear de Infraestructuras Educativas (IBISEC), el Consejo Insular de Menorca y el Ayuntamiento de Maó. Se trata de una iniciativa que, dentro del Plan Anual de Impulso al Turismo Sostenible, pone en valor la historia y cultura balear, al mismo tiempo que fomenta la atracción de un perfil de visitante interesado en el patrimonio local.
La Sala Augusta de Maó fue construida en 1950 como una sala de programaciones infantiles y juveniles. En 1984 la sala fue remodelada y comenzó a utilizarse como sala polivalente hasta su cierre al descubrir que el edificio presentaba aluminosis, conocida como la fiebre del hormigón.
Desde el 1 de julio de 2016, se aplica el Impuesto del Turismo Sostenible (ITS) a todas las estancias en alojamientos turísticos de las Islas Baleares. Gracias a esta aportación, se pueden realizar inversiones importantes con el fin de compensar el impacto territorial y medioambiental del turismo en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera. De hecho, el archipiélago tiene actualmente en marcha más de 220 proyectos que cuentan con una inversión de 340 millones de euros.