La actividad cinegética se encuentra en su apogeo con los fríos del invierno. Una consecuencia directa de la regulación propia de la caza, que promueve una explotación sostenible de este recurso para garantizar que, año tras año, el campo y la montaña se sigan llenando de reses y aves listas para que los cazadores los conviertan en Carnes de Caza Silvestre.
Gracias al levantamiento de las vedas, en los mejores puntos de venta podemos encontrar las piezas procedentes de animales que han sido criados en libertad, disponibles en mercados, grandes superficies y tiendas especializadas. Una garantía de la autenticidad de unas viandas que representan un pilar esencial de la gastronomía navideña del Viejo Continente. Es uno de los productos más versátiles que podemos incorporar a nuestra mesa. Sus múltiples variedades –de especies de caza mayor o menor, de pluma o pelo...–, y su alimentación natural y silvestre, que le proporciona un delicado y diverso sabor, dan lugar a un sinfín de deliciosas recetas.
Con las elaboraciones más clásicas, como pueden ser las aves estofadas, en las que nos encontramos desde las perdices hasta las torcaces, pasando por los faisanes, o los asados al horno, donde habitualmente se elabora la caza mayor, conviven en la actualidad presentaciones más innovadoras, fruto de la adaptación de las recetas al gusto de los paladares de hoy. La carne de caza silvestre acepta múltiples preparaciones, desde las más sencillas a las más elaboradas.
Aquellos que buscan para los menús más importantes del año productos únicos están de enhorabuena. Las Carnes de Caza son un pilar de la gastronomía por su personalidad única, fruto de su origen salvaje. Gracias a que la cría de las especies cinegéticas se realiza en absoluta libertad, ajenas a la mano del hombre, estas carnes llevan a sus recetas toda la fuerza de su origen salvaje, del movimiento continuo de los animales y de su alimentación completamente natural, a base de recursos vegetales, como hierbas silvestres y frutos del bosque.
Valor añadido del origen
Las Carnes de Caza Silvestre de origen europeo son la elección perfecta para los que deseen que sus celebraciones navideñas destaquen por su sostenibilidad y calidad, además de por la excelencia gastronómica.
Esto se debe a que la gama de carnes cinegéticas procede de la actividad puesta en marcha por un sector equilibrado, que realiza su labor con el máximo respeto al entorno. Esta condición permite que su producto, la carne de caza silvestre, se genere mediante un sistema de producción que contribuye a la conservación de nuestro patrimonio natural y del tejido rural, que también destaca por sus bajas emisiones de gases de efecto invernadero.