Muchas son las historias que se esconden en las islas maltesas, en sus cuevas, catedrales, fortificaciones e incluso en sus construcciones subterráneas. Viajando cientos de años atrás, encontramos sorprendentes mitos y leyendas sobre algunos de los lugares más señalados del archipiélago. ¡Atrévete a descubrirlas!
Fuerte Ricasoli
Il-Hares es la figura fantasmagórica que habita esta fortificación. Según la leyenda, Il-Hares señaló la ubicación de un tesoro a dos hombres que por allí se encontraban, con la condición de que no revelaran nada al respecto. Haciendo caso omiso al fantasma, estos dos individuos no guardaron el secreto y fueron divulgando la información sobre el hallazgo del tesoro. Cuando regresaron a por el mismo, solo encontraron carbón. Una noche, Il-Hares reapareció para vengarse de ellos.
Hipogeo
En ocasiones, no es necesario ir tantos años atrás en el tiempo. Sobre este monumento único sobrevuela una extraña leyenda con origen en los años 30. Una trabajadora de la embajada británica, Lois Jessup, se encontraba visitando este lugar con un grupo de amigos.
Cuando el guía turístico dio por finalizado el recorrido por esta cavidad, Jessup quiso explorarla más. Ignorando las indicaciones del guía, que les advirtió de que hacerlo no era recomendable, el grupo caminó alrededor de la cueva con sus velas, hasta que llegaron al borde de un foso. En el momento en el que Lois descendió su vela para observar el mismo, la británica aseguró que vio a un grupo de personas gigantes caminando por la cueva.
Fuerte de San Ángelo
Esta construcción, según la leyenda, se alza sobre un asentamiento romano fortificado. Es una de las localizaciones más importantes del patrimonio militar maltés. Cuando los Caballeros de la Orden de San Juan llegaron a la isla en el año 1530, el fuerte se convirtió en la sede del Gran Maestre de la Orden y jugó un papel muy importante durante el Gran Asedio. A lo largo del mismo, algunos soldados otomanos fueron decapitados y sus cabezas fueron utilizadas como balas de cañón.
Los habitantes de la isla siempre se han sentido muy atraídos por este lugar debido a las intrigas que genera. Actualmente, se cree que el fuerte y sus alrededores están encantados y vagan los espíritus de los soldados otomanos que cayeron en el asedio.
Catedral de San Pablo, Mdina, Malta
Según la leyenda, el barco en el que San Pablo, siendo preso, era trasladado a Roma naufragó en las costas de Malta, y fue así como éste introdujo la religión cristiana en el archipiélago. A día de hoy, se pueden seguir sus pasos en distintos santuarios, en la antigua capital de Malta o en Rabat.
La historia cuenta que San Pablo se refugió tras su naufragio en unas cavidades subterráneas que ahora se conocen como las Catacumbas de San Pablo en Rabat. Posteriormente, el Apóstol fue invitado a la casa de Publio, la autoridad romana de las islas en Mdina. Fue en ese lugar donde San Pablo le curó de una grave fiebre y se piensa que, entonces, Publio se convirtió al cristianismo y fue nombrado primer Obispo de Malta. La Catedral de Mdina está edificada en el lugar que ocupó la casa de éste.