Àngel Llàcer. Director teatral, actor, presentador… todo eso y algo que se nos queda en el tintero, pero posiblemente para el común de los mortales es uno de los rostros televisivos más reconocibles y reconocidos por ser presentador de programas como Operación Triunfo, Tú sí que vales y Tu cara me suena, que han supuesto para este polifacético hombre, su absoluto salto a la fama…
Àngel ha trabajado en multitud de obras de teatro y musicales, y ahora fija su residencia en Madrid con ‘La Jaula de las Locas’, inspirado en la obra francesa ‘La Cage aux Folles’, reconvertido en musical, que dirige (junto a su inseparable Manu Guix) y protagoniza como Albin…
Para quién no sepa de que va la obra, habrá que explicarlo en unas breves líneas:
Esta función es un canto a la libertad, una obra divertida que te hacer sonreír desde el minuto uno hasta el final
La tranquila vida de la pareja Albin y Georges, propietarios del club nocturno “La Cage aux Folles” se va a ver alterada por que el hijo de Georges se va a casar con la hija de diputado ultraconservador. El encuentro entre las dos familias tan distintas desata una comedia delirante llena de amor…
Sobre este musical pudimos conversar con Àngel Llàcer…
¿’La jaula de las locas’ habla de tolerancia?
Siempre que se menciona la palabra tolerancia… ese es un tema que lo hablaba con el productor, y le decía ¿qué es la tolerancia? y lo buscamos en el diccionario y es como la predisposición a respetar… yo estoy predispuesto a respetar… ¿qué mierda es esto?... ¿qué toleras?... toleras el agua caliente… si toleras ya te pones encima de algo que parece desagradable… se dice eso de soy muy tolerante, yo a los gays… ¿qué les pasa?...
Eso de tengo amigos gays…
Exacto, tengo amigos gays porque soy muy tolerante… pues yo soy tolerante a la lactosa… (risas)… se ponen en una situación de superioridad… eso de tolerar… Esta función es un canto a la libertad, una obra divertida que te hacer sonreír desde el minuto uno hasta el final. Una historia de amor que te emociona, te enternece y te hace llorar.
¿Qué tiene esta obra para que siga triunfando desde los 80, los 90 hasta ahora?
Creo que habla de cosas universales y habla de las personas y las personas son las mismas hace 30 años, ahora o dentro de otros treinta años, lo que va cambiando es la sociedad, lo que nos rodea, los teléfonos móviles… pero al fin y al cabo las preocupaciones de uno, el buscarse a uno mismo, buscar su lugar en el mundo, todo eso existe hace 30 años, hoy o dentro de 30 años; lo que pasa es que hace un tiempo querías encontrarte a ti mismo de una manera, ahora existen las redes sociales, de aquí a 30 años existirá la teletransportación… quién sabe, pero lo que le sucede a cada uno es lo mismo… de hecho esta obra es muy vigente porque ¿de qué habla? habla de cómo es cada uno, de que los demás te acepten como eres, de aceptarte a ti mismo y de ser feliz, todo el mundo quiere ser feliz…
Habla de cómo es cada uno, de que los demás te acepten como eres, de aceptarte a ti mismo y de ser feliz
Esta función ¿a cuál se parece más, a la americana o a la francesa?
Pienso que se parece más a la francesa porque yo he estudiado en un liceo francés y tengo una educación muy francófona. De pequeño escuchaba a Brel y a Edith Piaf y quieras o no eso te queda por algún lado. Mi referencia es la película francesa, la americana no la vi, la he visto después cuando ya supe que iba a hacer este espectáculo… por eso creo que se parece más a la francesa… Se parece porque la historia es la misma, pero es un musical y añade espectacularidad, números, vestuario, canciones… la partitura es brutal porque te transporta a un musical clásico. Los que entren al teatro tendrán la sensación de estar viendo un musical de los de toda la vida, con los músicos en directo, porque hay musicales que tienen cosas grabadas y aquí no, es todo en directo, las voces, los coros, los músicos y entenderán de que están disfrutando de un gran espectáculo y somos todos tan generosos que por eso estamos teniendo tanto éxito y la gente lo agradece eso, que les demos tanto.
Cuéntanos un poco que tiene de especial la canción “Yo soy lo que soy”, que es muy importante en la obra.
Yo siempre me enfrento a ella con algo de miedo, porque es como si desnudara mi alma en ella… He visto muchos montajes y noto que la persona que la canta tiene como un rencor de haber sufrido y a mí no me gusta esto, me gusta decir yo soy así, déjame ser quien soy, ven a aplaudirme o a silbarme, pero déjame ser quien soy; hay que respetar, no tienes que invadir… no voy a decir a nadie como se tiene que vestir…, pues si yo no digo nada, que nadie me diga si le gusto o no, que no me invada… ese invadir a los demás es lo que no me gusta. A mí no me gusta convencer ni exigir nada a nadie. Yo estoy tan enfrentado al público desde hace tanto tiempo, y hay tanta gente a la que le gusto y tanta a la que no, que lo único que puedo hacer es ser como soy.
¿Cómo se transforma el teatro en un cabaret?
Pues mira, creo que primero con mi presencia (risas)…
Cuando interpreto la canción ‘Yo soy lo que soy’ es como si desnudara mi alma…
Y el público entra en el juego
Sí. Hay un momento que sale George, que es el dueño de la Cage aux Folles… y dice que va a venir Za Za y aparezco yo vestido de Za Za…Me explico, yo soy Albin, Za Za es mi personaje del cabaret, del local que tenemos debajo de casa. Luego me disfrazo de tío Albert, que ahí la gente se mea y también me disfrazo de otra señora, que no tiene nombre, pero que es la mamá… entonces yo interpreto cuatro personajes, es decir Albin, que hace de uno, otro y otro… es bastante complicado y es muy exigente, pero es tan divertido y me dejo llevar y el público disfruta…
Compartes dirección con Manu Guix en esta obra y lleváis muchos años juntos trabajando ¿Cómo lo hacéis?
La verdad es que nos gustamos tanto profesionalmente hablando que nunca ha habido entre nosotros una discusión… uno cede, el otro cede… al final lo vemos todo bastante igual y nunca ha existido una discusión artística grave…
Àngel, después de esta Jaula…
Después de esto… me iré al hospital.