El miércoles 9 de octubre defendió en Bruselas su propuesta a este reconocimiento que otorga el Instituto Internacional de la Gastronomía, la Cultura, las Artes y el Turismo.
Menorca a su reconocimiento como Reserva de la Biosfera y su consolidación como ‘isla del deporte’ añade también su firme apuesta por la gastronomía como uno de los platos fuertes de su oferta turística. Y para darle mayor realce a nivel internacional ha presentado su candidatura a Región Gastronómica Europea 2022. Un ilusionante proyecto colectivo que ha unido a la administración pública, entidades y empresas menorquinas para poner en valor todo lo que aporta su cultura culinaria vinculada al territorio y amparada en la sostenibilidad, protección del medio ambiente y paisaje.
En el seno del foro ‘Futuros más verdes y saludables’, organizado por el Instituto Internacional de la Gastronomía, la Cultura, las Artes y el Turismo (IGCAT), Menorca ha dado un paso más en su proyección a nivel internacional presentando su candidatura a Región Gastronómica Europea 2022. Un acto celebrado el pasado miércoles, 9 de octubre, en la sala Claridge Events de Bruselas.
La presidenta del Consell y de la Fundación Fomento del Turismo de Menorca, Susana Mora, fue la encargada de defender la propuesta menorquina poniendo en valor el trabajo realizado en la isla balear en materia de sostenibilidad, protección del medio ambiente y paisaje, promoción de la cultura propia, diversificación económica, de salud y de bienestar social; y, sobre todo, poniendo especial énfasis en el esfuerzo colectivo que hay detrás de este proyecto participado por la administración, entidades y empresas menorquinas.
“La gastronomía es una de las manifestaciones culturales que mejor definen a un pueblo. Es pur ADN. La nuestra habla de una historia milenaria y de la influencia de otras culturas, de una tierra abierta al mar y de una vida rural activa, habla del respeto por las tradiciones y también del empuje de la creatividad, habla de autenticidad mediterránea, de una manera de hacer y de un modo de vida. Habla, en resumen, de nuestra identidad”, argumentó Susana Mora durante su alocución. Y puso énfasis en señalar que “tenemos un reto por delante: hacer de nuestra gastronomía un activo diferencial y único, con una influencia evidente en la economía, pero también en el entorno, el bienestar y la salud”.
Completaban la delegación el conseller de Economía y Territorio, Miquel Company; el director insular de Promoción Turística, Jesús Gomila; y el coordinador del Bid Book Menorca. Timeless Flavour, Borja Beneyto ‘Matoses’, que fue el encargado de explicar a los miembros del jurado ‘Las áreas de enfoque de la oferta de Menorca y el programa propuesto para 2022’.
Matoses, que dijo sentirse “emocionado” de ver la unidad de acción alrededor de la candidatura menorquina, desveló algunas cifras que sorprendieron a los asistentes; como que “un territorio tan pequeño –43 veces menor que Bélgica– tenga más de 300 productores de 20 categorías diferentes de productos y más de 1.800 negocios vinculados al mundo de la restauración”, incluidos los alojamientos hoteleros, bares, restaurantes y negocios de distribución. Todo ello –señaló– pone en evidencia el papel de la gastronomía como “gran piedra angular” de la economía y cultura menorquina.
La presentación de la candidatura contó también con una degustación de cocina menorquina a cargo de un grupo de profesores y alumnos del IES Maria Àngels Cardona, y la nota musical de Anna Ferrer y Mario Mas.
Junto a Menorca, también presentó candidatura a Región Gastronómica Europea 2022 la noruega Trondheim-Trondelag. Ambas aspiran a que sus propuestas reciban la aprobación de este instituto sin ánimo de lucro gestado en 2010 y que trabaja desde en 2012 con el objetivo de empoderar a las comunidades locales sobre la importancia de salvaguardar y promover sus recursos alimentarios, culturales, artísticos y sostenibles.
Estos galardones se conceden anualmente –a un máximo de tres candidaturas– y Menorca es el segundo territorio español que opta a este reconocimiento que ya obtuvo Catalunya en 2016. Otras regiones galardonadas han sido Aarhus (Dinamarca), Lombardía (Italia), North Brabans (Países Bajos), Sibiu (Rumanía) o Kuopio (Finlandia).
Vídeo promocional de la candidatura.