Valonia, la cautivadora región del sur de Bélgica, ha sido protagonista de algunas de las batallas de las guerras más feroces que han atravesado el Viejo Continente. Su ubicación en el corazón de Europa le ha propiciado un pasado de una fuerte índole histórica, convirtiéndola así, en un reputado destino cultural.
Motivo más que suficiente para el homenaje que Valonia rinde a la memoria histórica de las contiendas que ha albergado durante los últimos centenarios en su tierra. La región tiene varios puntos turísticos de interés estrechamente relacionados con su pasado, tomando especial relevancia la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) y la trascendental batalla de Waterloo (1815).
La guarida de Hitler entre los bosques de Bruly-de-Pesche
La Segunda Guerra Mundial también pasó por territorio valón, donde pueblos como Bruly-de-Pesche albergan “El escondite de Hitler”, un bunker entre árboles donde el dictador Adolf Hitler se refugió en 1940, a escasos 10 kilómetros de Francia, país que las tropas nazis invadieron ese mismo año en una de las batallas más recordadas del conflicto.
También apodado Ravin du Loup o Wolfsschlucht, este recóndito y reformado escondite permite hoy seguir los movimientos de Hitler y sus escuadrones en el frente occidental. El refugio, totalmente accesible, conserva dos puertas blindadas y dos casas bávaras, lugar concreto donde se ocultó Hitler y sus hombres de confianza.
Además de visitar el propio refugio, también existe la posibilidad de recorrer los múltiples paneles de la zona que explican el paso de las tropas nazi por Bruly -de-Pesche en el período el 6 y el 28 de junio de 1940.
Un recuerdo a la histórica Batalla de Las Ardenas
La Batalla de La Ardenas fue la última gran ofensiva de Alemania en la Segunda Guerra Mundial y una de las campañas más sangrientas del Frente Occidental. El fracaso de la táctica alemana y las terribles condiciones meteorológicas convirtieron este combate de 37 días en uno de los más relevantes del tramo final del conflicto bélico mundial.
Para rendir homenaje a la memoria histórica de este enfrentamiento, en Valonia se encuentra el único museo de la Batalla de Las Ardenas que presenta una sección británica. En un espacio aproximadamente de 1.500 m², distribuido en tres niveles, donde se muestran más de 120 maniquíes de soldados americanos, ingleses, alemanes y escoceses con su equipamiento, armamento y uniformes cedidos por veteranos que participaron en la Batalla de Las Ardenas. También cuenta con una importante colección de armas, documentos fotográficos, objetos personales, material encontrado en el campo de batalla y vehículos militares.
Además, en recuerdo a la Batalla de Las Ardenas son concebidos recorridos, de 5 a 20 km, en bicicleta que invitan a sumergirse en la historia a través de numerosas huellas que dejó el enfrentamiento.
A 226 escalones de distancia de la derrota napoleónica
Pero sin duda, Waterloo es uno de los puntos que más visitantes concentra en busca de la historia reciente de Valonia. La famosa “Colina del León” alberga la emblemática estatua de dicho animal, símbolo de la Victoria del Duque de Wellington y las tropas aliadas frente a Napoleón. Hay que subir 226 peldaños para alcanzar la cima, donde el también llamado “Monumento a los holandeses” ofrece unas vistas de 360 grados de lo que fue el campo de batalla.
En la “Colina del León” los más pequeños de la casa podrán disfrutar de actividades interactivas en el museo de lo que es todo un conjunto construido en torno a este momento épico: el “Memorial 1815”. Estatuas a tamaño real de ambos bandos, incluyendo a Napoleón y al Duque de Wellington integran una oferta multimedia que incluye la posibilidad de revivir la batalla de Waterloo en 3D.