AirHelp, organización especializada en los derechos de los pasajeros aéreos, revela las excusas más frecuentes de las aerolíneas para no compensar a los pasajeros ante las interrupciones de vuelos. De promedio, las aerolíneas rechazan casi la mitad (47 %) de las reclamaciones válidas que les envía AirHelp, por ello, es útil saber qué excusas, que generalmente se consideran como ‘circunstancias extraordinarias’, se utilizan con frecuencia para justificar estos rechazos.
El Reglamento Europeo de Derechos de los Pasajeros EC 261 establece que en el caso de vuelos interrumpidos por ‘circunstancias extraordinarias’, las aerolíneas no están obligadas a pagar compensación, ya que las circunstancias están fuera del control de las aerolíneas. Estas circunstancias abarcan aspectos como las huelgas de los aeropuertos o los riesgos de seguridad. Lo que no cubren son cosas como huelgas internas, retrasos del personal o problemas técnicos que deberían haberse descubierto durante el mantenimiento.
Los expertos de AirHelp han investigado varios casos para proporcionar algunos ejemplos reales de las excusas que ofrecen las aerolíneas para no compensar a sus clientes. En todos estos casos, todos los pasajeros tenían derecho a una indemnización por la interrupción, pero la compañía aérea no les informó de ello, sino que les ofreció una excusa para justificar la interrupción:
Aunque hay asuntos que quedan fuera del control de una aerolínea que sí las liberan de la obligación de pagar una compensación, hay muchas circunstancias que se presentan como excusas válidas, que hacen creer a los pasajeros que no tienen derecho a una compensación. Aunque algunas de estas situaciones son un poco complicadas, muchas de ellas son muy claras y la aerolínea no comparte toda la información que debería con sus clientes.
¿Y el mal tiempo?
El mal tiempo se considera en realidad un caso de fuerza mayor o una situación extraordinaria, que está fuera del control de las compañías aéreas, lo que significa que no tienen obligación de pagar una compensación por una interrupción causada por las inclemencias del tiempo. Dicho esto, las compañías aéreas son responsables de realizar los preparativos necesarios para hacer frente a cualquier situación de la que tuvieran conocimiento previo y, de no ser así, podrían tener que pagar una indemnización. Por ejemplo, si una aerolínea no logra asegurar que haya suficientes suministros de descongelante antes de un pronóstico de nieve severo, podría ser considerada responsable de una interrupción, especialmente si los vuelos operados por otras aerolíneas pueden salir a tiempo.
La elegibilidad para la compensación, el dinero y los servicios a los que tienen derecho los pasajeros
Según la ley europea EC 261, si un vuelo se retrasa más de tres horas, se cancela o si se deniega el embarque, los pasajeros pueden tener derecho a una compensación económica de hasta 600 euros por persona. Todos los pasajeros que salen de un aeropuerto europeo están cubiertos por la EC 261, y los pasajeros que vuelan a Europa desde otros destinos de todo el mundo pueden estar cubiertos, siempre y cuando vuelen en una compañía aérea europea. Los pasajeros tienen hasta tres años para reclamar una compensación económica tras una interrupción del vuelo. Una vez más, las interrupciones de los vuelos causadas por circunstancias ajenas a la voluntad de las compañías aéreas no son elegibles de compensación, pero esto no incluye las huelgas internas ni los problemas de mantenimiento.
Qué hacer en caso de que se produzca una interrupción