PERSONAJES

Miguel Poveda: “Aun tengo que aprender mucho”

Redacción | Viernes 28 de junio de 2019

Miguel Poveda estuvo en Madrid para recoger su disco de oro por vender más de 20.000 copias de “El tiempo pasa volando” …

Miguel, ¿el tiempo pasa volando?

Si, pasa volando, sobre todo teniendo en cuenta que tengo todavía la necesidad de hacer muchas cosas y de aprender mucho, y 30 años no son dos ni tres, y son muchos para todo lo que quiero todavía seguir aprendiendo…

¿Qué te queda por aprender?

Mucho, todavía no he aprendido nada (sonríe) Aunque ahora estoy en un momento en el que ya soy yo mismo, en el que he encontrado mi lugar espiritual, en mi vida, en lo cotidiano, en la música, porque con 20 años, con 25 y con 30 tienes la cabeza en otro lugar, y ahora ya con 46 creo que si no lo tengo claro lo que quiero hacer, si tengo claro lo que no quiero hacer… Si los siguientes 30 años pasan así de rápido, voy a tener 76 dentro de nada (risas)… creo que cuando eres joven no tienes respeto al tiempo, piensas que siempre lo vas a tener, que eres inmortal, y cuando ves que pasa tan rápido le intentas dar lugar, degustarlo, pararlo al máximo posible, sacarle provecho, aunque sea para poder disfrutar de pequeñas cosas.

Estoy en un momento en el que he encontrado mi lugar espiritual, en mi vida, en lo cotidiano, en la música

“El tiempo pasa volando” es un homenaje a 30 años de carrera. Un CD doble que se compone de un disco de cante flamenco tradicional, y otro disco protagonizado por versiones de temas míticos de Bambino, Los Chichos, El Pescaílla, Manzanita o Lole y Manuel entre otros, y que se complementa a modo de trilogía con su anterior disco “EnLorquecido”.

Sigues Enlorquecido

Sí, a Federico lo tengo en el alma, en el corazón, es un ser que me ha removido espiritualmente, no solamente su obra, su teatro, sus dibujos maravillosos, su correspondencia, sus entrevistas, su filosofía y su compromiso con el desfavorecido, con el ser humano, con la naturaleza, con la cultura, todo eso me hace admirarle y seguirle en lo humano, que sea un referente para mí en muchos aspectos y para mi Federico es mi dios.

¿Vas a seguir por ese camino con Federico?

Si, claro, me encantaría porque es un universo que no se acaba nunca, no quisiera molestarlo, ni abusar de él (lo dice entre sonrisas) porque para mí se ha convertido en un amigo -imaginario- pero es alguien a quien tengo mucho respeto y siempre le leeré… ahora estoy con su epistolario, que ya tengo completo, porque había leído muchas cartas, pero ahora la tengo completo, y todo lo que me inspire lo iré anotando para en un futuro volver a tener contacto con él artísticamente…

Porque siempre se descubren cosas nuevas con cada lectura

Siempre, cada día, y además gracias a Federico estoy rodeado de mucho lorquiano, sin proponérmelo, que al final se han hecho muy amigos y que siempre cuentan cosas nuevas, y me encanta escucharlos hablar, porque Federico no es solamente él, me ha llevado a otros poetas como Vicente Aleixandre, a Cernuda, aunque ya lo leía, pero he profundizado mucho más en aquellos artistas de los que él hablaba…

¿Vas a hacer algo parecido con otros poetas, fuera de Lorca?

Me encantaría, Vicente Aleixandre me encantaría, Cernuda, los Machado, Emilio Prados también… toda esa generación fue muy bestial y me aportan muchas cosas, yo soy un neófito y ellos son gente que me inspira y que de repente he descubierto un mundo por ahí que me va a enseñar mucho.

Federico lo tengo en el alma, en el corazón, es un ser que me ha removido espiritualmente

Miguel Poveda de niño escuchaba flamenco y copla en la radio de su padre y en los discos de su madre, encerrado en su habitación, y así empezó a empaparse de ese mundo, tanto que incluso llegaba a grabar de manera casera coplas y cantes…

Dónde te encuentras más a gusto, cantando flamenco o copla.

Depende, a mí el cante me puede, me traslada y me remueve las entrañas y los cimientos del alma como no me lo remueve ninguna otra cosa. Yo sigo escuchando los cantaores, incluso los de hoy, jóvenes maravillosos como Israel Fernández, María Terremoto, Kiko Peña, Antonio Reyes, Jesús Méndez, los escucho cantar y me hacen amar esto, o veo a las viejas de Jerez bailando con esa naturalidad y me digo que eso es lo más maravilloso del mundo. Pero luego escucho una copla de Marifé de Triana y me digo ¿ahora qué?... (risas)… la copla me gusta mucho, o leo a Rafael de León que es un genio y veo que ahí hay un valor artístico impresionante… estoy entre los dos mundos…

¿Hay cantera en esos dos mundos?

En la copla no tanto, siguen los estereotipos, algunas cosas que están ahí creo que se deberían mejorar a nivel musical, los arreglos… porque aunque la esencia de la copla es maravillosa, es un género que está como parado, el flamenco ha evolucionado un poco más, aunque también es una música más antigua y en la copla hay mucho por hacer, y no se puede perder la esperanza, hay gente que la sigue haciendo bien, pero creo que el flamenco en ese aspecto lleva ventaja.

¿No hay cantera o no hay canciones en la copla?

Claro, en la cantera faltan autores del nivel de Rafael de León, Antonio Gallardo, y músicos como Quiroga o el maestro Solano, sí hay copla bonita, pero no en cantidad como quisiéramos los que amamos ese género y en esa calidad. Por ejemplo, en el flamenco es verdad que hubo un tiempo preocupante en que se fueron las mayores figuras como Fernanda y Bernarda de Utrera, Chocolate, Terremoto, Chano Lobato, la Paquera, Camarón, Enrique Morente, y en ese momento se creó un vacío tremendo, pero surgieron muchos jóvenes como los que he nombrado antes, que hacen ver que el flamenco sigue vivo, pero en la copla lo encuentro más limitado…

No soy una gran estrella, soy una persona que ama esto y que intenta de alguna manera llevar el flamenco a otros lugares

Aunque ganó en 1993 cuatro premios en el Festival de Cante de las Minas de la Unión (Murcia) el mundo del flamenco no le acepta en un principio, que lo ve como un intruso, un joven que quiere ser cantaor demasiado rápido y demasiado atrevido…

Entiendo que cuando se es un chaval … había que darme un tiempo de cocción, porque un cantaor no se hace en un año y cuando yo aparecí no había tanta gente joven y además estaban vivos todos los que antes he nombrado… ¿qué iba a hacer en medio de todos ellos? Era normal que cualquiera que me escuchara en aquella época diría, pero éste a dónde va…

Y ahora te has convertido en una gran estrella

No, no soy una gran estrella, soy una persona que ama esto y que intenta de alguna manera llevar el flamenco a otros lugares, usando la poesía, otros elementos, otros arreglos. Yo me involucro en estas historias también y eso me da cabida en otros lugares donde van estrellas de la música y siempre aprovecho para mostrar en esos sitios mi flamenco, el cante no lo he dejado nunca y cada concierto mío tiene una parcela muy importante de cante.

Miguel Poveda, una persona sencilla, amable, inquieta por y para el cante…

Miguel Poveda, cantaor con mayúsculas…

Treinta años no es nada o es mucho, según se mire, y él los mira de frente…

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