En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino…
Don Quijote de la Mancha ha tomado la Gran Vía de Madrid, acompañado de su inseparable Sancho. Juntos han revivido “La jamás imaginada aventura de la dueña Dolirida, alias de la Condesa Trifalde, y la venida de Clavileño”, una de las escenas de la II Parte de El Quijote, más de cuatrocientos años después de que fuera imaginado por Miguel de Cervantes, y que comienza así:
Tenía un mayordomo el Duque de muy burlesco y desenfadado ingenio, el qual hizo la figura de Merlín y acomodó todo el aparato de la aventura pasada, compuso los versos, y hizo que un page hiciese á Dulcinea. Finalmente, con intervención de sus Señores, ordenó otra del más gracioso y extraño artificio que puede imaginarse.
La escenificación fue un avance de lo que se vivirá el 8 de junio en Argamasilla de Alba, el famoso “lugar de la Mancha” en el que Miguel de Cervantes gestó la obra cumbre de nuestra literatura durante su periodo preso en la Cueva de Medrano (actualmente visitable). Ese día se celebrará la XX edición de “El Quijote en la Calle”, una multitudinaria representación de las aventuras del famoso hidalgo, en la que se involucran cientos de vecinos, en una espectacular puesta en escena que cada año atrae a miles de visitantes.
Como anticipo de lo que acontecerá en Argamasilla en junio, los célebres personajes cervantinos han tomado las aceras de la Gran Vía. Ataviados con trajes y modos de la época, para sorpresa de viandantes y curiosos, que han sido testigos de una genial representación en vivo de la obra más famosa de la literatura española.
El acto de presentación contó la asistencia del alcalde de la localidad, Pedro Ángel Jiménez; la directora general de Turismo, Comercio y Artesanía de la JCCM, Ana Isabel Fernández; la concejala de Turismo, Elia Rubio, y la directora de Tiquitoc Teatro, Pilar Serrano, grupo que es el motor de esta escenificación popular; además de con la participación de decenas de actores, del largo centenar de colaboradores que anualmente intervienen en la representación, los cuales escenificaron unos pasajes de “La jamás imaginada aventura de la dueña Dolorida, alias de la Condesa Trifalde, y la venida de Clavileño”, que son algunas de las escenas de la II Parte de El Quijote, que podrán verse el próximo 8 de junio en la vigésima edición.
Esta representación, aunque aparentemente con tan solo veinte años de vida, tienes sus orígenes en aquellas estampas quijotescas que en el año 1905, cuando ninguna localidad mostraba interés por la celebración de la obra de Cervantes ni había disputas por cuál era “el lugar de La Mancha”, vecinos y vecinas de Argamasilla de Alba realizaron, en diferentes rincones de la localidad, representaciones de partes de la obra para conmemorar el III Centenario de la publicación de la primera parte del Quijote y homenajear a su vecino más ilustre, don Alonso de Quijano.