En sus casi 20 años de historia, Atlántida Viajes, agencia de viajes de lujo a medida, ha hecho realidad el sueño de centenares de viajeros exigentes. Hay sueños y sueños, algunos más extravagantes que otros, pero todos tienen algo en común: su factibilidad, y así lo demuestra Atlántida Viajes con el siguiente decálogo de peticiones de viaje que huyen de lo convencional.
Cenas en emplazamientos extraordinarios
La gastronomía es un excelente punto de partida para dar rienda suelta a las excentricidades más deliciosas. Y combinada con arte, resulta en un plan inmejorable. Cenar en los museos está de moda, tal y como demuestran dos peticiones recibidas recientemente: una en la que los viajeros pidieron cenar en la sala de la Galería de la Academia de Florencia donde se alza el impresionante David de Miguel Ángel para celebrar 50 años de casados y otra en la que se solicitó cenar en el Hermitage de San Petersburgo.
Cualquier excusa es buena para dar una sorpresa a esa persona especial, pero cuando se trata de celebrar 25 años de casados hay quienes optan por tirar la casa por la ventana, y no con una original cena en un museo, sino en una ubicación todavía más mística, como podría ser un convento. En otra ocasión, Atlántida Viajes organizó una cena privada para 80 personas en las ruinas del Convento Do Carmo, en pleno centro de Lisboa, amenizada con una cantante de fado.
La pedida de mano siempre puede realizarse en un restaurante elegante, en el lugar del primer beso o, por qué no, en la mismísima Torre de Londres. Esto último es lo que orquestó la agencia para una pareja de novios: él quería proponer matrimonio de una manera especial y, aprovechando que estaban unos días en la capital británica de viaje, fueron a visitar la Torre de Londres para ver las joyas de la Corona Británica. Allí, se les reservó una zona especial cuando se fueron todos los visitantes, con una mesa privada preparada para la ocasión, con sus velas románticas y todo lo necesario para que disfrutaran de una cena íntima, en la que el novio aprovechó para pedirle la mano a la novia y darle un anillo de diamantes como compromiso, dejándola sin palabras y, por supuesto, aceptando la proposición.
Un fin de año 2 x1
Quedarse en casa por fin de año o salir con los amigos a bailar hasta altas horas de la madrugada en alguna discoteca del centro de la ciudad no entra en los planes de algunos de los viajeros más sibaritas. ¿Y por qué conformarse con celebrar el fin de año una vez si puede hacerse dos veces en lugares distintos? Este fue el planteamiento de una pareja que quiso celebrar el fin de año por partida doble en Sídney y en Bora Bora con un vuelo privado.
Y de Sídney y Bora Bora, a las Seychelles. Hace años, una familia pidió reservar al completo una de sus islas, donde se encuentra uno de los mejores resorts del mundo, para dar la bienvenida al nuevo año. Un plan sencillo, ¿verdad? Uno de los miembros incluso envió una cantidad importante de dinero al hotel para que se hiciera buen acopio de champagne, ya que se trataba de una familia amante de este vino espumoso.
Veni, vidi... y aprendí
A la mayoría de viajeros les gusta empaparse de la cultura local cuando visitan nuevos lugares. En una ciudad como Roma, que es prácticamente un museo al aire libre, el grado de información histórica y cultural para asimilar es muy alto. Así, una vez, una familia española que viajaba a Italia pidió un guía local de habla hispana especializado en arte religioso romano del siglo IV. ¿Cuál fue la solución aportada por Atlántida Viajes? Mandarles un catedrático universitario especialista en arte religioso románico como guía para satisfacer sus expectativas.