Quedan pocos días para Semana Santa,… las vacaciones de primavera tan esperadas por muchos para viajar y disfrutar de unos días de descanso. Y el coche es unos de los medios de trasporte preferidos para hacer una escapada en esta época, el tráfico en las carreteras aumenta de manera considerable, provocando retenciones e imprevistos sobre todo en las operaciones de salida y retorno.
Es importante hacer una buena previsión y organización del viaje antes de salir. Sobre todo antes de salir a la carretera conviene asegurarse de que el coche se encuentra en plena forma, e imprescindible llevar todo lo necesario para cualquier imprevisto. Ya que en la mayoría de ocasiones, viajar en automóvil supone recorrer varios cientos de kilómetros, cargar el doble de peso, sufrir las consecuencias de los atascos y todo ello pone a prueba la resistencia de los vehículos, exigiéndoles un mayor esfuerzo y rendimiento.
Es aconsejable informarte del estado de las carreteras y del tiempo antes de salir de casa, colocar correctamente el equipaje y realizar descansos cada dos horas durante el viaje. Además, lo mejor es adaptar la conducción a las circunstancias, reduciendo la velocidad, manteniendo una separación adecuada en definitiva ir muy pendiente de la carretera.
Ademas…
Revisar el aceite y el refrigerante. Es imprescindible comprobar la cantidad y la calidad de estos dos líquidos, y rellenarlos si hace falta. Hacerlo con el motor en frío y teniendo en cuenta que el nivel debe estar entre el mínimo y el máximo.
Comprobar el líquido del limpiaparabrisas. Este elemento es muy importante para asegurarnos una buena visibilidad. Asimismo, comprobar el estado de las escobillas, que con el cambio de temperaturas se deterioran y no cumplen eficazmente con su función.
Los neumáticos. Este elemento es esencial en la seguridad del vehículo, no en vano son el único componente del coche que está en continuo contacto con el pavimento. Deberemos comprobar su estado y el equilibrado. Revisar que no tengan cortes, abolladuras, perforaciones, ni un desgaste irregular. También comprobar la presión en frío.
Frenos. Se recomienda reemplazar el líquido de frenos cada dos años. Detenernos a tiempo es un factor decisivo a la hora de circular y aunque la capacidad de reacción del conductor es muy importante, si el sistema de frenos no funciona correctamente nuestra seguridad puede estar en peligro. Comprobar el nivel del líquido y que el sistema conserva su presión óptima.
Luces. Comprobar el funcionamiento de las tiendas en línea es una práctica que debe realizarse durante todo el año. Asegurarse de que llevas un juego de recambio y no te olvides del triángulo
Baterías. Las más modernas no necesitan mantenimiento, pero en las antiguas debemos verificar los niveles de los vasos y añadir agua destilada si el líquido no cubre totalmente las placas. Si el coche tarda en arrancar, el problema puede estar en el encendido o la inyección. Si la batería tiene más de cuatro años y el motor de tu coche cada vez tarda más en arrancar, es probable que se necesite cambiar.