Pasear por las calles de Castellón de la Plana no es sólo relajarse y dejarse llevar sin rumbo fijo… o desplazarse a un lugar concreto. También tiene un valor añadido cultural: disfrutar de un auténtico museo al aire libre. Cada rincón, cada calle o plaza, puede sorprender con una escultura –costumbrista o alegórica– que invita a detenerse unos instantes, admirarla y reflexionar. Y si levantamos la vista, entre los edificios de viviendas irrumpen como una explosión de color espectacular murales. Street art en estado puro para amenizar el brujuleo urbano.
Una mujer de compras hacia el mercado, un hombre leyendo un libro a una niña sentada en un banco, una aguadora, un contrabajo poético… Los paseos por las calles y plazas de Castellón de la Plana están llenos de sorpresas que van más allá de sus edificios patrimoniales, como la Concatedral de Santa María, de estilo gótico; el ayuntamiento, en un palacio neoclásico; la torre-campanario del Fadrí, emblema de la ciudad; o el modernista edificio de Correos.
Castellón ha transformado su entorno urbano en un auténtico museo al aire libre con esculturas y pinturas murales integradas perfectamente en todos sus rincones para acercar el arte tanto a ciudadanos como a visitantes. Street Art en estado puro que supone el complemento cultural a su rica oferta museística y a otros atractivos turísticos como sus playas o su variada y excelsa gastronomía.
Arte en las alturas
Pero no sólo a pie de calle los ojos de los viandantes se ven tentados por el Castellón más artístico. Si miramos hacia el cielo otro gran reclamo artístico obliga a una pausa y reflexión. Algunas de las paredes de edificios del centro de la ciudad han mutado su grisácea ‘piel’ original por 11 espectaculares y llamativas pinturas murales.
Cuatro de ellas están ubicadas en la calle Mayor (números 30, 40, 44 y 53) y van desde la abstracta ‘Paloma Blanca’ a ‘Transformación’, donde una figura humana deja volar otra paloma blanca, símbolo de la paz, arropados ambos por elementos propios del campo y la ciudad y por productos procedentes de la tierra y el mar, en una composición muy contemporánea cargada de simbolismo.
En la plaza de la Paz pueden admirarse la figurativa ‘Las niñas y los niños de Castellón, a todos los niños y niñas del mundo’ (en el nº 6) y la abstracta ‘Sin título’ (nº 1), de vivos colores y trazo alargado y curvilíneo. La calle Enmedio añade otras tres pinturas murales: ‘El camino de la vida’, de ambiente bucólico, inspirada en el entorno de los labradores; ‘La Plana es una doncella’ (nº 106), con la naranja y el río Mijares como figuras metafóricas; y ‘Construcción creciente’ (nº 23), donde la silueta humana y el color son los protagonistas.
La calle San Roque (nº 6) exhibe la composición infantil naïf ‘Jóvenes ecologistas’, que pretende inculcar el amor por la naturaleza y el campo. Y también naïf es la última de las obras pictóricas, ‘Camiones fabricando árboles’, en la plaza de las Aulas (nº 10), apostando por la composición figurativa.