Hace ya un año que la churrería Tacita de Plata abrió las puertas de su establecimiento en la Calle Mayor. Un local de estilo tradicional que no ha parado de atender a clientes y de sorprenderles con todo tipo de novedades.
En este establecimiento es posible disfrutar de un tradicional chocolate con churros o porras “al más puro estilo madrileño” a la vez que adaptados a los nuevos tiempos.
Chocolate de elaboración propia, una receta tradicional y la experiencia de varias generaciones de churreros son el truco del éxito de Tacita de Plata, junto con nuevas ideas como las coberturas personalizadas, las opciones para veganos e intolerantes a la lactosa, e incluso un showcooking que demuestra la calidad de los productos y de su elaboración.
En este año, además, Tacita de Plata ha puesto de moda el Paseo al chocolate con churros gracias a su combo, que permite disfrutar del chocolate a la taza mientras se mojan los churros… paseando por la calle. Una opción genial para conocer el centro de Madrid de una manera muy dulce.
Este establecimiento, que cumple un año, tiene un diseño inspirado en las chocolaterías de antaño, con una decoración cálida y elegante. Paredes que recuerdan a los edificios más emblemáticos de la zona, mesas de mármol, sillas de madera y lámparas de cristal.
Al frente de este negocio familiar, los bisnietos de D. Florencio, su fundador, quienes trabajan con la misma ilusión y dedicación que hace 100 años. Como comenta Raquel Gorrachategui, directora de marketing y comunicación de Tacita de Plata, “un local de lo más acogedor donde buscamos sorprender a nuestros clientes con un trato cercano y familiar junto con detalles innovadores".
Un referente para todo aquel que visite el centro de Madrid y quiera probar un chocolate con churros al más puro estilo madrileño.