La historia ha dejado huella en la ciudad de Benavente (Zamora), situada estratégicamente al norte de la provincia de Zamora, en forma de numerosos edificios civiles representativos de diferentes épocas y de su marcado carácter mercader, desde la Edad Media hasta finales del siglo XIX y principios del XX.
Gracias a su estratégica situación, Benavente atrajo desde tiempos remotos a diferentes pueblos que la vieron como el lugar ideal para establecerse. Hechos históricos como la repoblación llevada a cabo por los monarcas leoneses en el siglo XII, la celebración en 1202 de las Cortes de Benavente durante el reinado de Alfonso IX, el Convenio de Benavente en el año 1230 que desembocó en la definitiva unión del Reino de León y el de Castilla o la entrega del Condado de Benavente por parte de Enrique III en 1398 al noble portugués D. Juan Alfonso Pimentel, así como la aparición de la burguesía local, auténtico motor del desarrollo económico de Benavente y toda su comarca, marcaron de una manera importante la fisonomía de la ciudad que podemos disfrutar en la actualidad.
Damos ahora comienzo a este interesante viaje y no lo haremos siguiendo un orden cronológico, sino que simplemente nos dejaremos llevar por esta atractiva ciudad. Pasearemos por sus calles y plazas en las que iremos descubriendo este interesante catálogo de arquitectura civil.
Castillo de la Mota, Torre del Caracol
Iniciamos este viaje visitando el que es el monumento civil más antiguo e importante de la ciudad y, probablemente, el más reconocido. Situado estratégicamente en la parte más alta de la ciudad y con maravillosas vistas de los valles del Órbigo y del Esla, la Torre del Caracol es el único resto que se conserva del original conjunto fortificado que estuvo formado por tres recintos amurallados. Todo hace suponer que el Castillo de la Mota fue construido en la época de la repoblación llevada a cabo por Fernando II en el siglo XII. Residencia de los Condes de Pimentel, a principios del siglo XIX fue destruido e incendiado por las tropas francesas y en la actualidad alberga el Parador Nacional de Turismo. La Torre del Caracol, de la que se dice que fue la armería del catillo, es una obra del siglo XVI fruto de la mezcla del gótico y el renacentista. El interior guarda una de las joyas más preciadas de la ciudad en forma de magnífico artesonado morisco procedente de la Capilla del Convento de la Orden Terciaria Franciscana, cuyas ruinas se encuentran la cercana localidad de San Román del Valle.
Dejamos atrás la Torre del Caracol atravesando los Jardines de la Mota, pulmón y ensoñador balcón de la ciudad de Benavente en el que se pueden disfrutar de increíbles atardeceres, llegamos a la Casa de Solita. Mandada construir en el año 1904 por el hacendado y senador don Felipe González Gómez, estamos ante un claro ejemplo de palacete de la burguesía del novecientos. En la actualidad alberga el Centro Cultural Soledad Gómez en homenaje a su antigua propietaria que lo legó en testamento a la ciudad y entre sus muros se aloja la Biblioteca Pública Municipal. Para acceder a la primera planta, la única que es visitable, debemos atravesar una excelente portada realizada en madera y decorada con excelentes vidrieras y una magnífica reja; una vez dentro encontraremos hermosos salones burgueses de altos techos decorados con pinturas de paisajes o escenas orientales, motivos geométricos y florales en los techos y excelentes trabajos ornamentales realizados en vidrio, forja y cerámica.
Nos adentramos en el casco urbano hasta llegar a la Plaza de Santa María y desde allí a la calle La Rúa. Nada más acceder a esta vía, a mano derecha y un poco escondido se encuentra el Teatro Reina Sofía. Levantado en 1928, sustituyó a otro isabelino conocido como Teatro del Jardinillo y fue construido sobre algunas dependencias del desamortizado Convento de Santo Domingo, del que se conservan restos y elementos decorativos. En 1984 pasa a manos del Ayuntamiento de Benavente y en 1991 se acomete su rehabilitación con el objetivo de recuperar para la ciudad este singular edificio. La elegante fachada sigue los criterios compositivos y constructivos de la época con una decoración a base de hornacinas y guirnaldas. El interior, que sigue los parámetros de los teatros románticos, presenta grandes vestíbulos y en torno a los patios de butacas se disponen tres plantas de palcos decorados con listones dorados y reproducciones en escayola de máscaras griegas.
Casa de los Ramos (Casa Donci)
Pegada al Palacio de los Condes de Patilla se alza la Casa de los Ramos, conocida también como Casa Donci. Edificio neomudéjar construido en el año 1900 para el abogado don Agustín Ramos, la obra se enmarca dentro de las corrientes arquitectónicas historicistas desarrolladas a comienzos del siglo XX. Rica en elementos decorativos, las puertas y ventanas están rematadas por arcos de tipo ojival; decoración que se completa con coloridos azulejos, arquillos ciegos o una tronera o remedo de alminar coronado por una veleta. Destacables son también el alero volado que presenta entre las vigas una decoración a base de estrellas de David, los catorce balcones de forja artesanal, la puerta principal dividida en seis casetones con una decoración muy sencilla en lacería y las vidrieras de colores de los ventanales de la planta baja.
Al lado de la Casa Barrios, en la Plaza del Grano, llama la atención la Casa del Cervato o Casa de los Rodríguez. Encargada su construcción como residencia familiar por el político y hacendado don José Rodríguez y Rodríguez, su fachada y miradores son un ejemplo representativo de la arquitectura civil del siglo XIX. El exterior se ve ennoblecido por una rejería artesanal y los balcones de la parte superior también están realizados en forja, creando diferentes adornos geométricos y florales de buen gusto.
Otros edificios civiles de Benavente
Además de los monumentos anteriormente citados, la ciudad de Benavente cuenta con otros edificios representativos de finales del siglo XIX y principios del XX. En las calles La Rúa y Ronda del Progreso encontramos una muestra interesante de edificaciones que responden a una idea urbanística y estética preconcebida. Así como la fachada del antiguo Hotel Mercantil que servía de alojamiento a la sociedad más ilustre que llegaba a Benavente.
La Casa de Manuel Grande, claro ejemplo de las corrientes modernistas tan de moda en la época. La Plaza Mayor con el edificio del Ayuntamiento que forma parte del llamado estilo neoclásico tardío y las casas de las Pescaderías, Allén, Lesmes y Morán, edificios con gran interés histórico y arquitectónico y que responden a estilos y momentos constructivos diferentes.
Detrás de la Casa Consistorial la Casa de la Encomienda, claro ejemplo de la arquitectura civil de finales del siglo XIX y principios del XX benaventana y cuyo uso original fue el de escuela. Calle abajo la Casa Barrios, construida para residencia del comerciante Santiago Barrios y que conserva cierto aire burgués. Y finalizamos con el Palacio de los Condes de Patilla, macizo edificio carente de cualquier elemento decorativo, pero con marcado aire señorial.
Puentes Medievales
Terminamos este repaso por la arquitectura civil benaventana visitando el Arco del Puente del Jardín, único resto que ha llegado hasta nuestros días de un antiguo puente medieval y desde donde se pueden admirar unas maravillosas vistas del Castillo y los Jardines de la Mota y el Puente Medieval situado a pocos kilómetros de la ciudad y para algunos ingenieros de los siglos XVII y XVIII el puente más preciso del Reino de León y uno de los pasos más necesarios de toda España.