La 9ª edición del Maratón Internacional de Jerusalén, que se celebra el 15 de marzo, es uno de los más exigentes del mundo. A la dificultad inherente de correr 42 km se suma un recorrido de gran dificultad con continuas subidas y bajadas –algunas con pendientes muy pronunciadas–, y tramos en calles empedradas. Todo ello, no obstante, se ve recompensado, según los que ya han participado, por un recorrido que atraviesa algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad santa, incluyendo la Ciudad Vieja con una antigüedad de más de 3.000 años.
En 2018, el Maratón de Jerusalén congregó a más de 35.000 personas procedentes de 72 países. Se espera que esta edición supere esas cifras y se establezca un nuevo registro en una competición con varias modalidades: maratón completo, medio maratón, 10km y carreras familiares especiales y divertidas.
El trazado de la modalidad principal pasa por el campus de Givat Ram, de la Universidad Hebrea, el valle de la Cruz, el campus del monte Scopus, la Ciudad Vieja, la Puerta de Jaffa y el Barrio Armenio. Ya en la parte final de la maratón, se cruza la Puerta de Sión, el Bosque de Jerusalén y se finaliza en Sacher Park.
A nivel turístico, este evento es una inyección importante para la ciudad, ya que se reservan algo más de 10.000 habitaciones de hotel extra durante ese fin de semana. Desde que nació la maratón hace ocho años, los participantes han pasado de 10.000 atletas a los más de 35.000 de la edición anterior.
Ciclismo y desierto para cerrar el año
El maratón de Jerusalén, una de las carreras más destacadas del calendario deportivo israelí, consolida la apuesta de Israel por el deporte y por las competiciones de alto nivel. Todas ellas, se caracterizan por diversas pruebas al aire libre que transcurren por algunos de los paisajes más emblemáticas del país: desde el fértil norte, en la Galilea, al árido y caluroso sur, en el desierto del Negev. Todo ello sin obviar las empedradas calles de la Ciudad Vieja de Jerusalén o las majestuosas avenidas abocadas al mar de Tel Aviv.
Otra de las pruebas más emblemáticas es otro maratón, el del Desierto de Eliat, que se lleva a cabo a finales de noviembre. Es sin duda la prueba más dura de todas, pues los corredores deben superar un asfalto de tierra y arena, además de temperaturas muy altas, pero las vistas que obtienen los participantes son absolutamente envidiables. Al igual que el resto, también se puede optar por cuatro opciones diferentes de recorrido: 5, 10, 21.1 o 42.2km.
Galilea y Tel Aviv abren el calendario anual
El primer viernes de enero se celebra el clásico Maratón del mar de Galilea. Es mundialmente reconocida por ser “la más baja de la Tierra”, ya que se celebra a 200 metros bajo el nivel del mar. Hay tres opciones distintas de recorrido: 10, 21.1 o 42 km, aunque en todos ellos se podrá divisar un marco incomparable.
El siguiente gran maratón es la de Tel Aviv, que se celebra anualmente a finales de febrero desde hace casi 40 años. Unos 40.000 corredores, muchos de ellos profesionales, se dan cita para recorrer toda la costa de la ciudad y sus puntos más importantes. También hay varias modalidades: 5km, 10m, media maratón y la maratón completa, que supone un gran desafío para todos los que toman parte; además de una mini maratón especialmente diseñada para los más pequeños. Esta prueba es también de las pocas que incluye triciclo manuales (hand cycles) para personas con movilidad reducida.