Las muchas formas de embellecerse, tanto en hombres como en mujeres, son tan antiguas como su propia existencia. Las pestañas, por ejemplo, ya se maquillaban en el Antiguo Egipto y muchos años después, durante la Edad Media, incluso su ausencia total así como de cejas, eran un auténtico distintivo de belleza, pero… ¿Cómo han ido evolucionando las tendencias en pestañas a lo largo de los siglos?. Hacemos un recorrido por la Historia siguiendo como eje, algunas de las mujeres más representativas en cada una de las épocas, desde Cleopatra o Isabel I de Inglaterra a iconos de nuestro tiempo como en los sesenta, la modelo británica Twiggy.
Del Antiguo Egipto a la Edad Media
Hombres y mujeres solían maquillarse las pestañas en el Antiguo Egipto básicamente con kohl, un mineral con propiedades bactericidas muy popular en África y Oriente Medio. Con ello, oscurecían los ojos y también los párpados, no sólo paran verse más guapos/as, también como protector solar y para prevenir ciertas enfermedades. También era muy utilizada la malaquita, otro mineral colorante que resaltaba las pestañas de una manera espectacular. La mismísima Cleopatra era una asidua al plomo y las sales para maquillar sus ojos, al igual que el antimonio para dar un tono azul y verde a los párpados, o bien óxido de hierro. Ya en tiempos del Imperio Romano, se tendía a una pestaña gruesa y larga, absolutamente salvaje, igualmente tratadas con kohl y corcho. Como curiosidad, comentar que la castidad era uno de los mayores secretos de belleza, pues se pensaba que practicar sexo en exceso conducía a la perdida de pestañas.
La frente de una mujer era en la Edad Media todo un símbolo de feminidad y belleza, sumamente erótica por la que muchas alargaban sus cejas y pestañas con el fin de resaltarla. En el siglo XVI, con Isabel I en el trono de Inglaterra, su cabello rojo cobrizo impactó sobremanera en la sociedad de la época, convirtiéndose en tendencia así como sus cejas y pestañas, que teñían con arándanos y el hollín que encontraban en las chimeneas. Ejemplos varios se pueden ver en las muchas películas sobre su vida, encarnada por actrices como Cate Blanchett, Bette Davis, Helen Mirren, Glenda Jackson o más recientemente, Margot Robbie.
La revolución de las pestañas en la Edad Moderna y actual
El cineasta D.W. Griffith (Intolerancia, El nacimiento de una nación) fue sin pretenderlo, un gran impulsor de las extensiones de pestañas, imponiéndole a una de sus actrices, Seena Owen, unos postizos de pelo humano que se tejían a través de una gasa, pero fue algunas décadas más tarde, en los años sesenta, cuando nacieron las primeras de color y el boom de las pestañas gruesas, extra largas y exageradas, puestas de moda en todo el mundo por la modelo británica Twiggy y otras estrellas como Edie Sedgwick o Brigitte Bardot en Francia. En los ochenta, Madonna les dio una vuelta de tuerca, esta vez más definidas y en forma de abanico, para llegar a nuestros días en los que se multiplican las tendencias y estas son más cambiantes: “En la actualidad, cuando nos queremos poner a la moda con una última tendencia, esta ya ha pasado y ha sido sustituida por otra. La tecnología y los avances en el mundo de las pestañas son constantes y van muy deprisa, llegando a toda el mundo por medio de varios canales, entre los que están la prensa y las redes sociales, las bloggers, las influencers, etc...” apunta Bárbara Torres, de la firma Nouveau Lashes.