Los aromas y sabores de la cocina más tradicional, los platos de cuchara que a todos evocan numerosos recuerdos recuperan su protagonismo durante todo un mes en el restaurante del Hotel Rural Las Baronas, en Santa Cruz de la Salceda, donde entre el 1 y el 31 de marzo se celebran un año más las Jornadas del Puchero.
El equipo capitaneado por Nuria Leal propone un completo menú cargado de sabores de siempre en el que los productos de la tierra, como la Morcilla de Burgos, la alubia de Ibeas o las alcachofas, se fusionan con los del mar, como las almejas; en el que la Lengua de Ternera Estofada precede a las Crestas de Gallo a la Zamorana y en el que, como no podía ser menos, los postres despiertan sensaciones centenarias con la degustación de quesos o el helado de fresas con zumo de naranja.
Un atractivo repertorio culinario, que se puede disfrutar de jueves a domingo, en el que vuelven a tener cabida aquellas recetas cervantinas a las que se dedicaron la cita de 2018 y que permitirán acercarse a elaboraciones como el Potaje de Bonito o, ya en los postres, el Queso de Villalón de Campos frito con Miel.
“Hemos intentado que sea un menú bastante equilibrado en el que la cocina de siempre sea protagonista, unos platos que siguen siendo la base de los fogones de hoy en día y que tienen total vigencia”, resume Nuria Leal, emprendedora y alma mater de Las Baronas, con una amplia experiencia en la cocina que la ha permitido ser reconocida con numerosos galardones, entre ellos, el segundo premio en el Concurso Nacional de Torrijas de 2028.
El sabor de estos guisos se ve reforzado por el encanto del Hotel Rural Las Baronas, enclavado en una casona de piedra del siglo XVII, de estilo señorial, que permite recrear la historia y la tradición castellanas. El inmueble, además, atesora una apasionante historia. Fue propiedad de la familia Varona, descendientes de María Pérez, la legendaria mujer guerrera que hacia 1120 venció y apresó, disfrazada de hombre, al rey Alfonso I de Aragón (El Batallador) durante una contienda que le enfrentó con su hijastro Alfonso VII, rey de Castilla y León. Esa hazaña le valió a la intrépida castellana el título de "Varona", que pasó a ser apellido familiar.
Y no hay que olvidarse de que esta pequeña localidad burgalesa se encuentra en pleno corazón de la Denominación de Origen Ribera del Duero, abriendo la posibilidad de disfrutar de la visita a alguna de las bodegas adscritas a este marchamo de calidad vitivinícola.