Buga Restobar es la nueva sorpresa de Rivas. El local de 250m2 cuenta con dos plantas y dos terrazas con capacidad para 130 comensales. Con una cuidada decoración industrial esta neotaberna ofrece una carta repleta de platillos que sorprenden al comensal tanto por su sutil y original presentación como por su sabor, y que recuerdan a la oferta gastronómica de la capital.
“Es un restaurante que podrías encontrarte en el centro perfectamente, con una decoración moderna y acogedora, una buena relación calidad precio y una propuesta de platos amplia pero cuidada”, comenta Esteban Pérez.
No faltan como entrantes los huevos fritos, en este caso trufados y acompañados de foie, ni el tartar de vacuno, ni el ceviche hecho con el pescado del día. Sorprenden también las croquetas de maíz, el gazpacho de tomates verdes y melocotón o el wantón frito de cerdo. Tampoco faltan las versátiles ensaladas que ponen el toque perfecto para acompañar la comida, ni las míticas hamburguesas (incluidas una versión vegana y otra de pescado) que ya están entre las favoritas de los asiduos a Buga.
Pero, sin duda, lo que hace diferente a Buga Restobar son las brasas con carnes de La Finca. Magníficos cortes como el T-Bone, el Tomahawk o la chuleta de vaca que aquí sirven acompañados de patatas fritas, boniato o ensalada. Y, por supuesto, como en las mejores parrillas, con opciones de verdura y pescado. Mención especial a los mejillones de roca a la brasa Bloody Mary.
Los postres y la carta de vinos complementan la oferta culinaria con buenas referencias y precios para todos los gustos.
Destacar que en Buga Restobar se ha logrado crear un ambiente diferente, agradable, moderno y sofisticado que compensa una salida de la capital para conocerlo.
El personal ofrece un servicio atento y profesional. Y lo mejor de todo, la carta, equilibrada y variada, en la que destaca la calidad de los productos.