El pasado 18 de septiembre se cumplieron siete años de la inauguración de la de la Capilla de San Olav situada en Covarrubias (Burgos). Un moderno templo religioso cuyos protagonistas son el Patrón de Noruega y la Princesa Kristina.
Cuando un turista decide visitar por primera vez la pequeña villa de Covarrubias y busca información sobre ella, lo que encuentra le deja gratamente sorprendido. Si solamente había tenido breves referencias de otros que antes que el tuvieron el privilegio de pisar sus calles, le puede costar trabajo entender que en tan poco espacio se pueda encontrar tanta historia y tantas maravillas. Descubrir el imponente Torreón de Fernán González y sus leyendas, empaparse del sosiego que trasmiten los muros de la Ex Colegiata de San Cosme y San Damián o de la Iglesia de San Tomás, pasear por calles y plazas y poder admirar señoriales edificios como la Casa del Adelantamiento de Castilla, bellos cruceros del siglo XVI o representativos ejemplos de arquitectura popular como la Casa de Doña Sancha, la Casa del antiguo Boticario o la Casa del Obispo Peña siempre será una experiencia inolvidable.
Pero esa agradable sorpresa se ve aumentada cuando el visitante recorre los tres kilómetros que separan el centro de la villa del paraje conocido como el Valle de los Lobos. Al llegar allí, y ubicada en un marco natural incomparable se encuentra la Capilla de San Olav, una construcción vanguardista que por un lado cumple un deseo expresado hace 800 años y del que hablaremos un poco más adelante, y por otro lado, aumenta el rico y variado patrimonio monumental de la villa rachela.
Fue en abril de 2002 cuando la Fundación Princesa Kristina de Noruega en colaboración con el Ayuntamiento de Covarrubias, la Escuela de Arquitectura de Oslo y la Escuela de Arquitectura de Valladolid, auspiciadas por la Real Embajada de Noruega en España, convocó un concurso para el diseño de esta capilla al que se podrían presentar estudiantes del último curso de ambas escuelas. En total se recibieron y analizaron treinta dos proyectos, siendo finalmente elegido el presentado por Pablo López Aguado y Jorge González Gallego de la Escuela de Arquitectura de Valladolid. El proyecto final surgió del estudio de diferentes iglesias románicas y prerrománicas como la cercana Santa María de Lara, dando como resultado un templo que cumple la función de un edificio multifuncional que sirve también para la celebración de actos culturales como religiosos.
Los protagonistas de esta historia
Ha llegado el momento de conocer a los personajes principales de esta aventura. Cronológicamente empezaremos hablando del titular de la capilla, San Olav. Rey de Noruega de 1015 a 1028, Olaf II formó parte por primera vez de una expedición vikinga a la edad de once años, y posteriormente estuvo presente en varias expediciones por los países bálticos y las islas británicas, participando en el ataque a Canterbury en 1011. Después de un corto viaje por las costas de Galicia, donde fue derrotado por los nobles locales cuando trataba de remontar el río Miño, viajo a Normandía donde pasó el invierno en casa del duque Ricardo II entre 1013 y 1014. Aquí tuvo el primer contacto con la historia del cristianismo, escuchó diferentes relatos de la vida de los santos europeos y se convirtió al cristianismo, recibiendo el sacramento del bautismo. En el año 1025 regresó a Noruega y fue rápidamente reconocido como rey por ser descendiente del rey Harald I, reunió bajo su gobierno el reino de Noruega, introdujo una administración central fuerte y erigió iglesias por todo el territorio. Tras su canonización se convirtió en Patrón de Noruega, siendo además uno de los pocos santos de origen noruego con culto en la iglesia católica.
Pero la principal responsable de que en la actualidad podamos admirar la Capilla de San Olav vivió hace ocho siglos y respondía al nombre de Princesa Kristina. Debido a las alianzas castellanas y noruegas dentro del Sacro Imperio Romano Germánico, el verano de 1257 Kristina, emprende un largo viaje, acompañada del embajador Looinn Leppur y un sequito formado por más de cien personas. Un viaje que la llevaría hasta tierras castellanas para contraer matrimonio con el Infante Felipe, hermano del rey Alfonso X el Sabio. Después de hacer escala en Inglaterra y ante los rumores de la presencia de piratas en el Golfo de Vizcaya, deciden continuar el viaje a pie y a caballo por Francia, entrado en la península ibérica por el Condado de Barcelona. La Nochebuena la celebran en Burgos en compañía de las monjas del Monasterio de las Huelgas, para posteriormente atravesar Soria y Palencia y llegar a Valladolid donde les espera el rey sabio.
Es en la Colegiata de Santa María de esta última ciudad donde contraen matrimonio el 31 de marzo de 1258, y Sevilla es el lugar elegido por la pareja para establecerse, pues ya era ésta el lugar de residencia del Infante. Pero es antes de celebrarse el enlace cuando se empiezan a escribir las primeras páginas de la historia de la Capilla de San Olav, pues el primer deseo que la princesa le expresó al Infante fue que mandará construir una iglesia en honor al santo rey Olav, petición que fue aceptada por Don Felipe. Cuatro años después, y quizá por la melancolía provocada por la distancia que la separaba de su país, moría la princesa Kristina en la capital hispalense sin dejar descendencia. Su marido que había sido abad de la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias, mandó enterrarla en el claustro en un hermoso sepulcro gótico, que hoy en día podemos admirar. Como homenaje y recuerdo, en 1978 se erigió a los pies de la Colegiata una estatua en bronce de la Princesa, que fue un regalo del pueblo de Tonsberg (Noruega) al municipio rachelo. Y casi ochocientos años después, el deseo de la Princesa Kristina se vio cumplido.
Nueva edición de ‘Notas de Noruega’
Esta histórica relación entre Covarrubias y Noruega tiene su reflejo cada año con la celebración del evento cultural “Notas de Noruega”, encuentros musicales y culturales que cuentan con la presencia de artistas llegados de tierras noruegas. Para esta nueva edición se han programado las actuaciones de Hanne Kolsto, cuyas letras inteligentes y provocativas se ven acompañadas en el escenario por una increíble voz y unas performances que no dejarán a nadie indiferente, y que cantará a dúo con Oyvind Rosrud, productor musical, además de tener su propia banda. Ésta será la primera de las actuaciones y tendrá lugar el sábado 6 de octubre en el anfiteatro de la Capilla de San Olav a partir de las 17:00 horas.
El segundo de los conciertos se llevará a cabo a las 13:00 horas del día siguiente en el marco incomparable de la Colegiata de San Cosme y San Damián y correrá a cargo del grupo “Trondheim Barokk”. Formado por Sophie Iwamura (violín), Erik Skanke Hosoie (tiorba) y Martin Wahlberg (cello barroco) interpretarán algunas de las mejores piezas de grandes compositores de los siglos XVII y XVIII, como las sonatas misteriosas, poéticas y sorprendentes del austriaco Heinrich Ignaz Biber o la música cautivadora y enérgica del maestro italiano Francesco María Veracini, incluyendo la obra de inspiración española “La Folía”, del italiano Arcangelo Corelli.
La programación que se verá completada con un recital poético a cargo de Cristina Ugalde y Luís Cañada, acompañados por la canciones de Edvard Greig e interpretadas a la trompa por Jorge Rentería (Sala de Plenos del Ayuntamiento de Covarrubias, el 6 de octubre a las 19:15 horas), la Ofrenda Floral a la Princesa Kristina con la colaboración de la “Mesnada Rachela” (7 de octubre a las 11:50 horas) y un Mercadillo de artesanía local, salmón y libros noruegos en versión española.
Así mismo, y como colofón a este intercambio cultural, el 12 de octubre el grupo noruego de jazz “Hot Club de Norvège” dará un concierto en la Colegiata de San Cosme y San Damián.