Ibiza es conocida en todo el mundo por la belleza de sus playas y por la transparencia de sus aguas. Cada año, visitantes de todo el mundo llegan a la isla blanca para disfrutar de la riqueza de este paraíso balear. El impresionante color de sus aguas, los paisajes marinos que forma y la diversidad de hábitats de este entorno, invitan a locales y visitantes a conservar este tesoro natural con una actitud de concienciación y sostenibilidad.
Un tesoro único, innumerables hábitats de biodiversidad
Si algo caracteriza a las aguas de Ibiza es la comunión entre su paleta de azules saturados y sus aguas cristalinas. Un hogar limpio y bello que nutre a cientos de peces y organismos marinos y que oxigena estas preciadas aguas.
La madre de este entorno submarino es la Posidonia oceánica, la planta endémica del Mediterráneo que contribuye a la acumulación de arena en los fondos marinos favoreciendo la transparencia de las aguas. Su carácter protector del entorno donde habita esta planta también incluye otros beneficios, como la absorción de una gran cantidad de CO2 o la filtración de las impurezas del mar. Además, una vez muere continúa depositándose en las playas conservando de forma natural la arena de las mismas.
Pero de todos los efectos positivos que rodean a esta planta endémica del Mediterráneo, su contribución al desarrollo de la diversidad de hábitats es uno de los más apreciados. Numerosas especies vegetales y animales encuentran en estas praderas marinas un espacio de protección y una fuente de alimentación. Tanto es así que entornos como la zona ibicenca del parque de Ses Salines, constituyen un marco único de belleza y estudio gracias a sus numerosos ecosistemas protegidos por esta planta. Playas como Ses Salines, Es Cavallet o Es Codolar son representativas de ese entorno idílico favorecido por la Posidonia, que las preserva frente a la erosión de las olas.
Para todos aquellos que año a año disfrutan de la navegación en aguas Pitiusas, el Consell d’Eivissa creó en 2016 una guía con las normas básicas para practicar un fondeo responsable. Es bien sabido que en Baleares está prohibido fondear sobre las praderas de Posidonia, ya que en muchos casos las anclas de los barcos pueden arrancar o dañar esta planta.
Por ello, la guía propone diferentes alternativas como el uso de las boyas ecológicas o los muertos instalados en determinadas zonas habilitadas. Estas prácticas también incluyen considerar cualquier tipo de vertido que se haga en el mar, ya que modifican las condiciones físicas y químicas del entorno y pueden llegar a alterar el equilibrio orgánico.
Bajo el nombre “Navega en verde”, la campaña incluye información sobre las zonas donde se puede fondear con seguridad y sobre cómo reservar una boya ecológica. También informa de cuáles son los espacios habilitados para verter las aguas de sentina en cada puerto.
Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, estas praderas milenarias también forman parte de la directiva europea Hábitat y se pueden encontrar en un número importante de espacios marinos pertenecientes a la Red Natura 2000.