Ferrol, situado en las Rías Altas gallegas, cuenta con un maravilloso patrimonio medioambiental. Su litoral, englobado dentro de la Costa Ártabra –Lugar de Importancia Comunitaria-, ofrece 16 playas para todos los gustos. Desde extensas playas de mar abierto donde poder practicar surf y otros deportes acuáticos; hasta pequeños arenales en la ría de Ferrol, perfectos para los niños; y coquetas calas solitarias, donde relajarse y disfrutar de unas placenteras vacaciones. Ferrol se convierte en el destino ideal para este verano.
El litoral ferrolano es una de las joyas mejor guardadas de la ciudad situada en las Rías Altas gallegas. Y es que Ferrol presume de una costa, englobada dentro de la bella Costa Ártabra –Lugar de Importancia Comunitaria-, donde de sus 16 playas, cuatro han renovado, un año más, el distintivo de bandera azul, que ya ondea en Doñinos, San Xurxo, Esmelle y A Fragata.
Ferrol cuenta con playas para todos los gustos. Así, los amantes del surf podrán disfrutar de las kilométricas de fina arena blanca y naturaleza casi virgen; las de ría, en cambio, con aguas más tranquilas son ideales para familias con niños; y finalmente, para aquellos que busquen desconectar, las calas solitarias de complicado acceso son el paraíso perfecto. Así pues, empecemos el recorrido:
Doñinos, cautiva tanto a la comunidad surfera como al visitante en general por su paisaje, su buen ambiente y sus servicios, entre los que destacan algunos restaurantes con magníficas vistas y su cercanía con la ciudad de Ferrol. Esta playa de casi dos kilómetros dispone de zona dunar y de una laguna de gran valor ecológico por su flora y fauna. En Doñinos se puede realizar caminatas tanto por las pasarelas de madera existentes entre las dunas como alrededor de la laguna.
La playa de San Jorge, San Xurxo en gallego, es un arenal con fuerte oleaje; lo que la convierte en una de las zonas preferidas para los amantes del surf, bodyboard y windsurf. Cuenta también con dunas y establecimientos de calidad para comer en sus inmediaciones.
Esmelle, situada entre las de A Fragata y San Xurxo, de la que en realidad es continuación natural ya que sólo la separan unas rocas; es una playa en forma de concha y de fina arena blanca. En ella podemos encontrar el camping As Cabazas, que abre sólo en la temporada de verano.
La playa de Vilar-Covas se sitúa en un entorno rural no excesivamente urbanizado, salpicado de chalets de veraneo. Contigua a la playa de A Fragata y bien equipada, en sus inmediaciones se encuentra la cetárea de Covas, donde adquirir el mejor marisco.
Santa Comba, por su parte, se encuentra en un entorno rural sin urbanizar. Es una extensa playa rectilínea de arena blanca que suele ser ventosa y con fuerte oleaje, lo cual es muy apreciado por los surfistas. Presenta una belleza única por el color de sus aguas, de un azul verdoso difícil de describir, y por la presencia de un grupo de islotes, en la zona de la cala de As Fontes, entre las que destaca la isla de Santa Comba, que alberga una ermita dedicada a esa santa.
Ponzos es una playa virgen perfecta para quienes buscan tranquilidad absoluta en un entorno natural virgen. Dispone de parte nudista en su extremo final. Es una playa frecuentada por surfistas y aficionados al parapente, ya que se convierte en lugar de aterrizaje para estos cuando se lanzan desde un monte cercano.
Ferrol cuenta también con varias playas de ría, protegidas del viento, ideales para tumbarse al sol y relajarse. Así Caranza, en la ensenada del mismo nombre, o la playa de A Graña ofrecen aguas muy tranquilas a quienes no quieran desplazarse a las playas de mar abierto y gusten de lugares más urbanizados y bien comunicados con transporte público. También en la ría de Ferrol, algo más alejada de la ciudad, se encuentra la playa de Cariño, en la aldea del mismo nombre, en un espacio con abundante vegetación y aguas tranquilas y transparentes. Por último, en las inmediaciones del Castillo de San Felipe y en la aldea del mismo nombre se halla la pequeña playa San Felipe, muy resguardada del viento y que casi desaparece cuando sube la marea. Es una zona de fondeo de pequeñas embarcaciones pesqueras.
Tanto por su encanto como por su escasa ocupación, las calas de Ferrol merecerían un capítulo aparte. La paradisíaca cala de As Fontes es una prolongación de la playa de Santa Comba, de la cual está separada únicamente por un acantilado. De aguas cristalinas, sólo se puede disfrutar cuando la marea está baja. Lobadiz es una playa ideal para los amantes del buceo, con aguas claras y restos de un naufragio. Esta cala rocosa ofrece unas magníficas vistas de las islas Gabeiras.
Del mismo modo, la cala de O Porto, situada en las cercanías de la cetárea- restaurante de Covas, en la cara norte del Cabo Prior, es un paraíso para los buceadores y pescadores. Por su parte Lumebó, cala que sólo existe con bajamar, ofrece imágenes de impresionante belleza en gran parte por su paisaje de rocas, cuyas caprichosas formas parecen esculturas. Imprescindible no perderse su puesta de sol. Medote y Sartaña son dos calas solitarias, encajadas entre cantiles, contiguas a la playa de Ponzos. Son frecuentadas, sobre todo, por pescadores que han levantado casetas y fondean allí sus embarcaciones de pesca.