Como consecuencia de la huelga de pilotos de Ryanair en Irlanda y de sus tripulantes de cabina en cuatro países europeos, entre ellos España, 65.000 pasajeros sufrirán cancelaciones en sus vuelos durante el mes de julio.
Y aunque lo justo sería poder reclamar, lo cierto es que Ryanair se ampara en que una huelga se trata de una “circunstancia excepcional” y no compensará a los pasajeros afectados. SKYCOP, compañía que defiende a los pasajeros y sus derechos, ha presentado una petición a la Comisión Europea para que exima las huelgas de esta categoría.
“Este verano la cantidad de huelgas supera con creces a las de temporadas anteriores. A pesar del caos en diciembre de 2017, Ryanair no ha luchado por un acuerdo entre directivos y empleados, sino que ha ignorado la situación. Como es lógico, los sindicatos han apostado por una huelga para defender sus peticiones”, dice Marius Stonkus, CEO de SKYCOP. ‘Esta situación afecta a miles de pasajeros, que tendrán que interrumpir o modificar sus vacaciones de verano, y que deberían tener derecho a exigir compensaciones por el daño causado’añade.
Los pasajeros afectados tienen derecho a que la aerolínea les proporcione comida, bebida y llamadas telefónicas durante el tiempo que dure la espera, así como alojamiento en caso de que fuera necesario. SKYCOP recuerda a los viajeros que no esto no se trata en ningún caso de una compensación, y que hay que seguir luchando para que se cumplan los derechos de los pasajeros.
Según SKYCOP, esta última huelga supondría a Ryanair un total de 20 millones de euros en compensaciones, en caso de que la aerolínea estuviera obligada a pagarlos.