Rica, variada y con mucho sabor. Así es la cultura gastronómica del archipiélago balear, caracterizada por sabores de origen con el carácter propio de cada isla. Productos autóctonos vinculados a la tierra y al mar, a sus raíces, cada uno con un sello de identidad basado en la autenticidad, la calidad y la tradición.
Estos atributos se traducen en un sabor auténtico, único y memorable para los amantes de la buena gastronomía, convirtiéndose en grandes atractivos que descubrir en las Islas Baleares.
El delicioso repertorio de productos que llega cada temporada desde los campos y huertas de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera con sabor mediterráneo por los cuatro costados. En verano, concretamente, una selección de sencillas, saludables y refrescantes recetas se convierten en ideales aliadas para enriquecer los platos de cualquier menú.
“Trampó”, la ensalada mallorquina por excelencia
El “Trampó” es una mezcla armónica y afinada de tomate, pimiento verde mallorquín, cebolla mallorquina, aceite y sal. Su nombre proviene del término mallorquín “trempar”, que significa aliñar, aderezar y es una fresca ensalada que bien puede acompañar cualquier plato.
La receta admite otros ingredientes, según el gusto del comensal, como manzanas, alcaparras, aceitunas, patatas, judías hervidas e incluso legumbres. Pero lo más importante es la calidad de los ingredientes básicos. Los pimientos deben ser jugosos y de un verde blanquecino, y la cebolla blanca mallorquina y tierna. Todo condimentado con el característico aceite de Mallorca, Denominación de Origen Protegida desde 2002, y protagonista indiscutible de los platos mallorquines. Por otro lado, la mezcla ha de ser proporcionada: Mucho tomate, poco pimiento y menos cebolla.
La secuencia correcta para la elaboración de un buen Trampó es añadir los ingredientes según el siguiente orden: Tomate, pimiento verde, cebolla, sal y aceite. Y, especialmente, no excederse con el aceite, sino añadir la cantidad justa para que no “naden” los ingredientes. De esta forma se conseguirá el “Trampó mallorquín” perfecto.
En la isla lo llaman ‘oliaigua’ y es una típica sopa menorquina, prima hermana del tradicional gazpacho, pero ligeramente pasada por el fuego. Una receta muy antigua procedente de la cultura agrícola de Menorca que con pocos ingredientes hace las delicias de cualquier comensal. El Oliaigua es un plato tradicional elaborado a base de tomates, cebolla, ajo, pimiento verde, aceite, agua y pan y su nombre se debe a la mezcla de aceite (“oli”) y agua (“aigua”). Suele comerse con variadas guarniciones (lo ideal es que sean de temporada), en verano se toma frío y se suele acompañar con higos o melón, un contraste de dulce y salado que encanta a menorquines y visitantes por igual.
Coca de pimientos rojos asados, un must de la cocina ibicenca
Esta receta, típica de la mayor de las islas pitiusas, es perfecta para dejarla hecha y degustarla fría en cualquier momento de día, sea como acompañamiento de cualquier menú, como merienda o tentempié. Una propuesta de las que habitualmente se suele decir que sabe mejor de un día para otro y que se disfruta mucho más si su ingrediente principal, los pimientos, se asan a la leña, porque tendrá un sabor y un aroma inigualable. En la zona mediterránea se preparan delicias parecidas a la coca ibicenca de pimientos asados, como es el caso de la “coca de recapte” en Cataluña, la pizza italiana o la “coca de trampó” mallorquina.
Esta variedad de tarta, de elaboración sencilla y sabor muy intenso, se prepara dando forma cuadrangular a la masa, a la que se le añaden pimientos rojos, pescado típico ibicenco y productos de la tierra.
Ensalada payesa, el plato estrella de Formentera
Constituye de las recetas más representativas de la benjamina de las Islas Baleares, una fresca propuesta que triunfa en cualquier mesa tanto por su distinguido e intenso sabor como por su simplicidad en la elaboración. Tradicionalmente se elabora con patata cocida, hortalizas de temporada como el pimiento verde, pimiento rojo, cebolla y tomates, huevos duros, pan seco o “bescuit” (como se le conoce en la isla) y pescado seco (“peix sec”).
Al pan seco lo llaman en la isla “bescuit” y es un pan que ha sido horneado dos veces hasta quedar absolutamente deshidratado. Debe romperse y humedecerse un poco antes de ponerlo en la ensalada. Si no se tiene “bescuit” se puede utilizar pan de un día para otro. El secreto es que esté bien tostado para que quede crujiente.
Respecto al ingrediente estrella de la ensalada payesa, el pescado seco o “peix sec”, se trata de raya secada al sol y conservada en aceite. Una maravilla local que está traspasando las fronteras de la isla. No obstante, si no se cuenta con este ingrediente, puede sustituirse por otros pescados como el atún, la caballa, el bacalao desalado o las anchoas.