Buenos Aires, la capital de Argentina, es una ciudad vibrante llena de vida, cuyos barrios se caracterizan por contar con una personalidad propia y que merecen explorarse.
Para todos aquellos que conozcan ya esta fantástica urbe o, para quienes prefieran realizar algún circuito más alternativo de la ciudad, se proponen dos días para conocer algunos rincones poco turísticos y sentirse un porteño más…
Un día con mucho arte
Feria y murales en Coghlan: Una manera interesante de conectar con lo local es asistir a algún mercado itinerante, donde se pueden adquirir productos a precios accesibles. Si la visita comienza en sábado, es posible dirigirse a la Plaza Alberdi de Coghlan para pasear entre los puestos de su mercado al aire libre.
Después, y para disfrutar del arte del barrio, se puede ir por la calle Núñez, hasta Estomba, y caminar hasta la Avenida Congreso. En el paseo, el visitante encontrará varios murales realizados por artistas callejeros, como la obra Corazón Palpitante, del reconocido muralista Alfredo Segatori.
Galerías de arte en Villa Crespo y Palermo: En Villa Crespo, una parada obligatoria es Ruth Benzacar. Otra galería que exhibe obras de artistas contemporáneos es SlyZmud, en el límite entre Chacarita y Villa Crespo. Cerca se encuentra La Ira de Dios, una asociación sin ánimo de lucro, integrada por artistas y personas del mundo de la cultura, donde se presentan exposiciones de arte contemporáneo. Caminando un poco más, pasando la avenida Juan B. Justo, hay más galerías como la de Nora Fisch, Document Art y Arte X Arte. Hollywood in Cambodia es otra galería del barrio, se encuentra en la parte trasera del bar Post Street y fue la primera en dedicarse casi exclusivamente a artistas callejeros en la ciudad.
Tomar algo en un ambiente “indie”: Para divertirse, conocer gente o degustar algo fuera de lo típico, los bares de Villa Crespo y Almagro son los indicados. El Café San Bernardo destaca por su mítico ambiente de club de barrio, con mesas de billar, ping pong y juegos de mesa para quien quiera echar una partida mientras toma una cerveza.
Otro bar histórico, abierto desde 1884, es El Boliche de Roberto. Pequeño, pero bien porteño, antiguamente fue una pulpería y hoy en día acoge shows de tango los viernes y sábados noche.
Pasear por barrios con personalidad
Paseo por Chacarita: El segundo día puede comenzar con un típico desayuno porteño a base de café con leche y medialunas caseras en el mítico Imperio de la Pizza. Abierto las 24 horas del día, entre su público habitual siempre se encuentran personajes interesantes.
A pocos pasos se encuentra el Cementerio de la Chacarita . La mayoría de los turistas en Buenos Aires visitan el Cementerio de la Recoleta, pero pocos saben que en el Cementerio de la Chacarita se encuentran también figuras muy conocidas. En sus mausoleos, panteones, nichos y tumbas descansan, entre otros, Carlos Gardel, el famoso cantante y compositor de tango. Sobre su tumba, una estatua lo recuerda de pie, con su sonrisa y el clásico atuendo “gardeliano”, siempre acompañado de flores frescas y un cigarrillo en su mano.
A continuación, es posible dirigirse al Galpón, una feria de productos orgánicos que tiene lugar todos los miércoles y sábados en un galpón junto a las vías del tren. En ella se ofrecen productos de huerta, granja, lácteos, pastas, condimentos, frutos secos, bebidas y hasta productos de limpieza. Además, cuenta con un bar-restaurante con un menú del día orgánico y a buen precio.
Villa Crespo desconocido: Villa Crespo es un barrio en el que almorzar, y no son pocas las posibilidades. Una opción es el bohemio bar Yeite, frente al campo de fútbol de “el Bohemio”. Otras propuestas en el barrio: Hasta la Masa, cuyo nombre hace referencia a lo casero de sus platos, La Crespo, que ofrece comida judía tradicional en un ambiente moderno, o Pau Pei, para una comida sana y económica.
Librerías de Villa Crespo y Palermo: Las librerías son una atracción por sí misma en Buenos Aires. Por Villa Crespo, cerca de Chacarita, se encuentra la librería Punc dedicada a cómics y libros infantiles. También en el barrio, en Guantes de Mimbre y Luz se pueden encontrar ejemplares usados muy difíciles de conseguir, entre otros nuevos de editoriales independientes, y cajas con libros gratuitos. En Palermo, Libros del Pasaje parece salida de un cuento y tiene un bar al fondo ideal para hojear algún libro mientras se degusta una copa de vino. Otro ineludible es LibrosRef con ejemplares antiguos y modernos.
Tarde de teatro underground: La mayoría de teatros underground de Buenos Aires se encuentran en los barrios de Villa Crespo, Almagro y Boedo. Algunos de los teatros de Villa Crespo son el Nün teatro-bar, el Teatro el Perro y El Excéntrico. En Almagro están el Camarín de las Musas, con un bello restaurante, el Elefante Club de Teatro, una casa reciclada con un romántico espacio bar, o La Lunares. En Boedo se puede acudir al Pan y Arte, con un restaurante a precios accesibles y comida auténtica, Timbre 4 y Hasta Trilce.
Cena, copas y música en un centro cultural: Buenos Aires cuenta con una propuesta muy variada de centros culturales. Para ir a escuchar música, está el Club Atlético Fernández Fierro, un club social y de música que cuenta con programación de músicos, bandas y orquestas de jueves a domingo. El Quetzal es una casa cultural cubierta de graffitis de artistas callejeros de renombre, ideal para tomar algo en su patio, y entrar al salón para escuchar la banda que suena. En la zona del Abasto se encuentran El Emergente Abasto, Mi Casa y la mítica Ciudad Cultural Konex, donde suelen organizarse festivales de música, obras de teatro y diversas actividades.