OTRAS NOTICIAS

Los Carneros de Tigaday, declarados Bien de Interés Cultural

Carneros de Tidaday (Foto: Gelmert Finol).
Redacción | Miércoles 07 de febrero de 2018

La presidenta del Cabildo de El Hierro, Belén Allende, felicitaba a través de las redes sociales a todos los vecinos de Frontera y a los herreños en general por la consecución de la declaración de Bien de Interés Cultural con categoría de conocimiento y actividad tradicional de ámbito local por el Gobierno de Canarias a los Carneros de Tidaday, una de las manifestaciones más genuinas y ancestrales del carnaval canario.

El Gobierno de Canarias aprobó el expediente conformado e instruido por las áreas de Ordenación del Territorio y Patrimonio Histórico del Cabildo de El Hierro tras analizar toda la información presentada y cuyo origen parte de una iniciativa del Ayuntamiento de La Frontera. Así, el 6 de junio de 2016 el Consejo de Gobierno Insular acordaba incoar y tramitarlo para su declaración como BIC.

El 15 de junio de ese año se publicaba en el BOC ese acuerdo del Consejo de Gobierno insular junto a todos los antecedentes que hacen merecedores de esta distinción a los carneros, entre ellos, informes favorables tanto del Cabildo de El Hierro y el Ayuntamiento de La Frontera como de Museos de Tenerife y del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

El 24 de noviembre de ese año se dio trámite de audiencia al Ayuntamiento de La Frontera y el 1 de diciembre se expuso para información pública, pasos decisivos para que, finalmente, se ha haya producido la esperada resolución.

La Ley 4/1999, de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias, establece que se declararán bienes de interés cultural del patrimonio histórico canario aquellos que ostenten notorios valores históricos, arquitectónicos, artísticos, arqueológicos, etnográficos o paleontológicos o que constituyan testimonios singulares de la cultura canaria, conllevando tal declaración el establecimiento de un régimen singular de protección y tutela.

Origen ganadero

Según se recoge en este expediente, tal vez es El Hierro, de todas las islas, la que más se identifique con unos orígenes ganaderos. El inmenso corpus documental, la arqueología y las referencias orales revelan la coexistencia histórica entre los herreños y la cría de animales que garantizaron su supervivencia. Son por ello, más que evidentes, los vínculos entre la actividad ganadera y la reproducción de un modelo pastoril que queda netamente reflejado en gran parte de las actuaciones identitarias de la sociedad herreña. Así, por citar uno de los ejemplos más relevantes, la distribución de la comitiva de los bailarines de la Virgen reproduce miméticamente el esquema de una manada de ganado: los guíos, la cola, el pastor…

“No resulta extraño, entonces, que nuestra sociedad tratase de imitar modelos próximos y encontrase en los líderes de la manada, los carneros, el rol a imitar en diversiones profanas como los carnavales”, recoge. Así pues, la abundancia de la materia prima, zaleas obtenidas de las reses sacrificadas para el sustento, y los cuernos, símbolo de fertilidad profana en una gran cantidad de culturas, pusieron en manos de los más atrevidos el disfraz más perfecto, original y sencillo.

A un vecino con nombre propio, Benito Padrón, se le puede considerar como el rescatador de Los Carneros junto al empeño y dedicación de miembros de Tejeguate, entroncado con la juventud de La Frontera. Lo que ha provocado que cada año Los Carneros sigan siendo el ejemplo más emblemático y representativo de los que se celebran durante el carnaval de El Hierro y uno de los más antiguos o con mayor carga tradicional en Canarias, lo que se evidenciará de nuevo el domingo 11 y el martes 13 de febrero próximos en las calles de Tigaday con este carnaval 2018.

El Rebaño

Una nueva oportunidad para disfrutar con este ya numeroso grupo de vecinos de Frontera, por regla general jóvenes del pueblo, que correrán por las calles enfundados en una vestimenta realizada, al completo, con pieles o zaleas de carneros u ovejas. El “rebaño”, de aspecto grotesco, correteará persiguiendo a cuantos se encuentra en el trayecto. A su aspecto debemos sumarle el hecho del sonido estruendoso que provocan los cascabeles que llevan atados a la cintura. Los Carneros persiguen a la muchedumbre, que huye aterrada. Embisten, empujan, agarran, derriban y topan con sus cuernos, sin hacer daño premeditado a nadie. Ahora bien, aquel o aquella que es embestido por el rebaño, queda impregnado del olor nauseabundo que desprenden las pieles curtidas, además de manchados del tizne o betún que recubre el cuerpo de Los Carneros.

Por último, el expediente recoge una minuciosa descripción de su indumentaria, en la que destacan las zaleas, la hombrera, majos, botas y juirmas, la cabeza y cornamenta, el tizno, los cascabeles o cencerros, así como la vestimenta del pastor que les acompaña lo que, sin duda, va a favorecer su conservación para las generaciones futuras.

TEMAS RELACIONADOS: