República Checa es un pequeño país que lo tiene todo en materia de patinaje y esquí, además de una de las carreras de trineos con perros más difícil de Europa. En apenas 2 horas de Praga se encuentran paisajes nevados de ensueño en los que disfrutar de cualquier deporte de invierno.
Para los amantes del Ski.
Las estaciones de montaña situadas en los montes de Krkonoše reúnen condiciones ideales para esquiadores más exigentes. En los montes checos más altos se encuentran las estaciones de esquí conocidas, como Špindlerův Mlýn, Pec pod Sněžkou, Černá hora - Janské Lázně, Harrachov y Rokytnice nad Jizerou. Ademas, como parte de una tradición se ofrecen talleres de reparación de esquí.
Las estaciones de montaña de Krkonoše reúnen condiciones ideales para esquiadores más exigentes
La estación de esquí/Skiareál Špindlerův Mlýn, con sus 25 Km de pistas de esquí alpino, 90 Km de pistas de esquí de fondo, 11 telesquíes y 5 teleféricos, amplia oferta de alojamiento y actividades après ski se sigue considerando el número uno entre las estaciones de montaña checas. El forfait adquirido en esta estación se podrá utilizar en las áreas de esquí de Svatý Petr, Horní Mísečky, Labská, Hromovka y Medvědín. Hay servicio regular de ski bus que une los recintos de esquí principales Svatý Petr y Medvědín.
SKIREGION.CZ abarca una zona de esquí de mayor extensión de la República Checa que se extiende en el límite de los Krkonoše occidentales y los montes de Jizerské hory. Las estaciones de esquí de Harrachov, Rokytnice nad Jizerou, Paseky nad Jizerou, Rejdice y Příchovice ofrecen conjuntamente 6 teleféricos, 36 telesquíes, 40,5 Km de pistas de esquí alpino y 200 Km de pistas de esquí de fondo balizadas.
Relajación y descanso en paisajes invernales.
Disfruta del descanso y la relajación de los expertos en Spas combinándolo con emocionantes días en la nieve. En las cercanías de los montes de Krušné hory encontrará las más conocidas de las ciudades balneario checas: Karlovy Vary, Mariánské Lázně y Františkovy Lázně.
El área de esquí Skiareál Klínovec , a sólo 120 kms de Praga, es el recinto de esquí más extenso de los montes de Krušné hory. Todas las pistas de Krušné hory están provistas con cañones de nieve artificial así que se puede esquiar incluso si la capa de nieve es baja. Boží Dar pueblo situado a mayor altitud sobre el nivel del mar de Europa Central, ofrece pistas de esquí alpino desde fáciles hasta las de dificultad mediana.
Esquí con niños
Una buena opción es el área de esquí Skiareál Lipno, Šumava, es la estación de esquí checa más moderna. Lipno con las características de una estación familiar cuenta con un moderno campo de entrenamiento o sala de juego templada. Los descuentos para familias y niños son una cosa natural, se podrán compartir vivencias también en el Aquaworld Lipno. En la estación de esquí de Špičák , piensan asimismo en familias con niños, la estación, además de un telesilla para cuatro personas, cuenta con cuatro telesquíes infantiles.
Lipno con las características de una estación familiar cuenta con un moderno campo de entrenamiento
Lipno es el embalse más grande de la República Checa pero gracias a su cercanía a la sierra Šumava se ha convertido en un sitio donde se pueden hacer deporte durante todo el año. En invierno hay un centro de esquí con escuelas y si hay suerte, y el embalse se cubre de una buena capa de hielo, se podrá probar la pista de patinaje más larga del mundo que alcanza los 10 kilómetros.
Para esquí de fondo, el parque nacional Šumava o Jizerské hory
El parque nacional Šumava, ubicado al sur del país, está considerado como el paraíso checo para los esquiadores de fondo. Cuenta con 70 kilómetros de pistas acondicionadas y muy bien señalizadas, con circuitos aptos para esquiadores avanzados pero también con otros para principiantes. Si se desea aprovechar la ocasión para hacer turismo internacional, hay que adentrarse en las partes del recorrido que pertenecen a Alemania y a Austria, respectivamente, sin quitarse los esquís. Si se es competitivo, se puede participar en la carrera de esquí de fondo de Jizerské hory al norte del país, Jizerská 50, que se celebra del 16 al 18 de febrero de 2018. El número '50' viene de los 50 kilómetros que mide la carrera.
Las carreras de trineos con perros
La República Checa alberga una de las carreras de trineos con perros más difícil de Europa. Lo que comenzó como uno de los medios de transporte más antiguos en países dónde la nieve invernal aislaba zonas enteras de la geografía, se ha convertido en un espectacular deporte que combina la fuerza animal con la destreza de los tradicionales “mushers“, unidos para alcanzar un objetivo común: surcar en 4 duras etapas los 240 kilómetros que conforman la ruta de la carrera “Šediváčkův long“. Esta emocionante competición tiene lugar del 23 al 27 de enero en la sierra de Orlické hory, al noreste del país.
Patinar en una pista urbana
Para los más urbanitas, se puede compaginar una escapada a Praga con la práctica de un deporte menos intenso, el patinaje sobre hielo en alguna de las distintas pistas que se abren en invierno en el centro de algunas de las ciudades más importantes del país.
La República Checa alberga una de las carreras de trineos con perros más difícil de Europa
Una de las más curiosa en Praga se abre en la plaza de Ovocný trh en el pleno centro histórico de la ciudad. También son muy recomendables las de la plaza Dolní náměstí de Olomouc y la del parque Lužánky de Brno.
La República Checa está rodeada de montañas y los partidarios del deporte blanco pueden disfrutar de buenas condiciones de nieve en el país generalmente durante varios meses (de mediados de diciembre a principios de marzo). Pueden aprovechar cientos de kilómetros de pistas para esquí de fondo, pendientes para esquí alpino de diferentes niveles de exigencia, campos para deportes de invierno, pistas de trineo, etc.