Diciembre es el mes que marca el comienzo del verano austral y, como cada año en estas fechas, vuelven las playas a la ciudad de Buenos Aires.
A través del programa “Buenos Aires Playa”, el Gobierno de la Ciudad instalará en el Parque de los Niños y el Parque Iberoamericano playas artificiales de arena con todo tipo de servicios, como sombrillas, tumbonas y duchas, y una interesante oferta cultural y deportiva, para que las familias puedan disfrutar del sol y las agradables temperaturas.
Tanto el acceso a las playas, como el uso de las instalaciones, la conexión a red wi-fi y la participación en las actividades son totalmente gratuitos. Las playas abrirán de martes a domingo de 10.00 a 20.00 horas.
Nochevieja en Buenos Aires: la celebración está asegurada
Buenos Aires es la ciudad perfecta para pasar la Nochevieja; y es que la capital argentina ofrece opciones para todos los gustos; ya sea disfrutando de los fuegos artificiales, bailando o simplemente observando en movimiento la ciudad más famosa del mundo por su ambiente nocturno.
Los amantes del tango encontrarán su plan perfecto gracias a los muchos espectáculos de cena y tango que durante la última noche del año se suceden en la ciudad. Para celebrar hasta el amanecer, nada mejor que dirigirse a uno de los muchos clubes nocturnos o fiestas celebradas en el barrio de Palermo, las cuales suelen comenzar una vez finalizados los fuegos artificiales, a la una o dos de la madrugada.
Los que prefieran disfrutar de un paquete completo en Nochevieja, lo mejor es reservar en alguno de los grandes hoteles de Buenos Aires, como el Alvear Palace o el Four Seasons, los cuales ofrecen cenas de gala y cotillones hasta el amanecer.
Propuesta foodie en Buenos Aires: el Patio de los Lecheros
El Patio de los Lecheros fue la estación de tren a la que, durante años, llegaba la producción de leche del interior del país. Ubicado en el centro de la ciudad, era aquí donde los inmigrantes de diversos orígenes se acercaban para vender y comprar este producto. La historia cambió en 1961, cuando se prohibió la venta de leche sin pasteurizar y el Patio cayó en desuso.