Bikefriendly Tours, la agencia de viajes especializada en el sector del cicloturismo y perteneciente a Bikefriendly Group, ha seleccionado los once destinos nacionales más atractivos para la práctica de la bicicleta en todas sus modalidades. Montaña o carretera, junto al mar o en el interior, puertos míticos o relajados paseos en familia, todo cabe en las propuestas de Pirineos, Asturias, Costa Brava, la Costa Valenciana, Mallorca, Lanzarote, Costa da Morte, Málaga, Cáceres, Sobrarbe y Madrid.
PIRINEOS: son tantas las alternativas que ofrece esta cordillera montañosa para los ciclistas. Para los amantes de la carretera, están los puertos míticos del Tour de Francia o los atractivos puertos andorranos, aparte de eventos cicloturistas internacionales como la Quebrantahuesos. Para los aficionados a la mountain bike, el gran reto lo encontrarás en la Transpirenaica, la ruta que atraviesa la cordillera desde el Mediterráneo al Cantábrico, sin olvidar rutas por etapas más asequibles, aunque no exentas de dureza, como Tracks de Ordesa, Monte Perdido o Aneto.
ASTURIAS: el principado astur siempre ha estado íntimamente ligado al ciclismo, gracias a nombres de leyenda como los Lagos de Covadonga, El Naranco y, ya en los últimos años, el Angliru. Puertos ligados a la historia de este deporte que los cicloturistas también han hecho suyos. Subir al coloso de la Sierra del Aramo, o el mítico Angliru.
COSTA VALENCIANA: la gran desconocida para muchos. Y es que, más allá de sus concurridas playas, si miramos hacia el interior nos encontramos con el terreno ideal para disfrutar de la bicicleta, tanto de montaña como de carretera, especialmente en temporada baja. Gandía y la comarca de La Safor son un buen ejemplo de ello.
MALLORCA: la Sierra de Tramuntana, en el noreste de Mallorca, está declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en la categoría de Paisaje Cultural. ¿Te imaginas pedalear por estos parajes? Mallorca en su conjunto, además, es un destino cicloturista internacional consolidado desde hace años, por lo que están acostumbrados a tratar (bien o muy bien) a los ciclistas.
LANZAROTE: lugar habitual de concentraciones de equipos profesionales ciclistas en pretemporada, justificado por la benigna climatología de la que gozan en el archipiélago a lo largo de todo el año. En este caso, Lanzarote, la cuna del Ironman más importante de nuestra geografía (y uno de los mejores del mundo), y por la particular belleza que ofrece esta isla, si se recorre de forma pausada… y en bici.
COSTA DA MORTE: toda la comunidad gallega ofrece rincones espectaculares para perderse con la bicicleta, entre los que destaca especialmente uno, Costa da Morte, territorio de leyendas, trágicos naufragios… pero también espectaculares senderos al borde del mar y una gastronomía marinera que te dejará tan buen sabor de boca como la propia ruta, y la mejor forma de comprobarlo, hacer la Tracks Costa da Morte.
MÁLAGA: Andalucía, bendito problema. Cuenta con innumerables destinos para disfrutar de la bicicleta en cualquiera de sus variantes, con algunas de las capitales andaluzas consideradas entre las más ‘bikefriendly’ de Europa, como Sevilla. La zona interior de Málaga como los Montes de Málaga, Antequera o Ronda, son lugares donde la historia ha dejado numerosas huellas que aún hoy permanecen.
SOBRARBE: esta comarca prepirenaica de la provincia de Huesca se ha hecho famosa en los últimos años gracias, principalmente, a Zona Zero, el centro de BTT que constituye la meca del enduro en el país. Ahora, con Tracks Zona Zero, no hace falta ser un experto ‘endurero’ para disfrutar de estos caminos, en una versión más asequible. Además, recientemente se ha creado Zona Zero Road, una serie de 30 rutas para bici de carretera que recorren algunos de los parajes más impresionantes de la comarca, por carreteras tranquilas y solitarias.
MADRID. Mil y un atractivos culturales y naturales, patrimoniales y gastronómicos esperan al viajero en la región de Madrid y la velocidad de la bicicleta es la mejor aliada para saborearlos. Por eso, una buena manera de conocerlos es CICLAMADRID, la red de rutas ciclables que conecta los principales destinos y recursos de interés, entre ellos cuatro enclaves declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO y un Parque Nacional. Con un Gran Tour perimetral de 420 kilómetros y 17 etapas, ofrece además productos específicos para distintos perfiles de ciclistas, desde los más deportivos hasta los amantes de la cultura slow, pasando por familias, grupos de amigos o amantes de la naturaleza.
En todos estos destinos el cicloturista tiene a su disposición alojamientos adheridos al Sello de Calidad Bikefriendly, los cuales disponen de unos servicios mínimos especialmente pensados para la comodidad del ciclista, como zona de taller, guarda bicis individuales, zona de lavado e información sobre rutas por el entorno. Muchos de estos hoteles, además, han apostado por una mayor especialización ofreciendo también: gps de alquiler, nutrición adaptada, venta de productos, alquiler de bicicletas, servicio de guías o prensa especializada, entre muchas otras opciones.