El archipiélago balear es un lugar para guardar siempre en la memoria, lleno de rincones únicos y vistas espectaculares. No basta solo con ir, hay que recordarlo, y que mejor manera para ello que fotografiar cada enclave que llena las cuatro islas de magia y belleza. Entre todos ellos, destaca la Sierra de Tramontana, una espectacular sierra que ocupa todo el noroeste de Mallorca y que forma parte del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2011.
Para poder inmortalizar los paisajes, los pueblos, la fauna y todo lo que envuelve a este majestuoso paraje de montaña, el consorcio de la Sierra de Tramontana junto a la Asociación de Fotógrafos de Naturaleza de las Islas Baleares, han organizado el primer concurso de fotografía de la Serra, el cual premiará a las mejores imágenes con diversos concursos y una muestra fotográfica que tendrá lugar el próximo 13 de octubre en Raixa.
El objetivo de este concurso no es otro que reflejar un escenario que, fruto de la mano del hombre, ha conseguido un paisaje modelado por el ser humano, productivo, sostenible y al mismo tiempo de incalculable valor estético y cultural.
Las imágenes entrarán en cinco categorías distintas que recogen cada una de ellas, una temática y una perspectiva distinta de la Sierra de Tramontana:
Para cada una de ellas habrá tres premios por valor de 300€ y un primer premio que reportará al fotógrafo ganador 1.000€, además de aparecer en la exposición con todas las fotos premiadas según el rigor de un jurado formado por reputados profesionales de la materia.
La Sierra de Tramontana, un valor histórico al alza
Declarada desde 2011 Patrimonio Cultural por la UNESCO en la categoría de Paisaje Cultural, la Sierra de Tramontana es uno de los lugares más visitados y a la vez mejor conservados de todas las islas, y eso es gracias al cuidado y aprecio que le hacen todos los visitantes que quieren dejarse seducir por su imponente paisaje.
El paisaje cultural de la Serra es fruto del intercambio de conocimientos entre culturas, con pequeñas obras realizadas colectivamente con finalidad productiva, condicionadas por las limitaciones impuestas por el medio físico. Limitaciones superadas a base de sabiduría y del uso inteligente de los recursos, sin destruir el medio. Y también es la recreación de un territorio a través del imaginario colectivo y de las obras de artistas que han encontrado en él inspiración.
Desde que recibiese tal reconocimiento, la Serra ha visto incrementadas no solo sus visitas, sino también sus menciones y halagos, y concursos como el que se inician este año, no hacen más que reforzar tal posición.