La experiencia de pedalear por encima del mar es gratificante. Esa es la sensación que experimentaron los más de 60 participantes en la tercera edición de Cruzando el Estrecho de Gibraltar en Bicicleta, la prueba que conecta Europa con África. La recaudación del evento estará destinada de manera íntegra a la Asociación Por una Sonrisa, que ayuda a niños y niñas con cáncer, y a la Asociación Plataforma de Solidaridad Vecinal, que realiza campañas de colaboración para los más necesitados.
La iniciativa solidaria de Cruzando el Estrecho de Gibraltar en Bicicleta llegó a su tercera edición el pasado sábado 30 de septiembre. La travesía salió de Europa –desde la estación marítima de Algeciras- con rumbo a Tánger a las 10:00 horas de la mañana con todos los riders ya preparados y dispuestos a afrontar el Desafío 2017. El cruce del Estrecho se realizó a través de una máster class de spinning con bicicletas estáticas, en un ferry de la compañía naviera Balearia, en una modalidad que han catalogado como Fitness Ciclo ‘On Board’.
El evento estuvo encabezado por Laura Poyatos y Miguel Ángel González, componentes del equipo directivo y ejecutivo de Cruzando el Estrecho de Gibraltar en Bicicleta, y fue completamente benéfico. Esta pareja de deportistas son los responsables de poner en marcha hace tres años una causa para recaudar fondos y ayudar a los más necesitados de Algeciras, pero ha sido en esta última edición cuando se han lanzado a colaborar con la mejora en procesos de cáncer infantil.
Sin duda, se trata de dos instituciones que se encuentran perfectamente concienciadas en garantizar el bienestar de la sociedad. Pero no fueron los únicos en comprometerse y acudir a este Desafío 2017. Los gimnasios Synergym y OK+ se encargaron de aportar la alegría y el saber hacer de sus profesores de spinning para que la gente pudiese disfrutar, además del paisaje, de un fantástico ambiente deportivo.
La prueba se ha convertido en un referente en la zona ya que es única para los amantes de la bicicleta y de la naturaleza, que como broche de oro pudieron avistar delfines. Tras la master class, los participantes disfrutaron de un catering a bordo del barco de Balearia, de un diploma que certificaba la proeza única de cruzar el Estrecho de Gibraltar en bicicleta, además de una camiseta conmemorativa de la prueba.