La localidad pone en valor su patrimonio arqueológico con una ruta guiada para descubrir menhires y dólmenes, entre ellos el sepulcro de corredor más grande de Cataluña.
Aunque las playas y las calas son su principal atractivo veraniego, Rosas también sorprenderá al visitante por el rico patrimonio cultural y arqueológico que ofrece. Y además de la Ciudadela y el castillo de la Trinitat, la localidad invita a subir a sus montañas cercanas para descubrir los vestigios prehistóricos de su Conjunto Megalítico.
Dólmenes, menhires, cistas e insculturas protegidos como Bien Cultural de Interés Natural que nos proponen un viaje en el tiempo, a 3.000 años antes de Cristo, para descubrir las raíces rosenses en el mágico entorno natural del Parque Natural del Cabo de Creus.
En Rosas, además de darnos chapuzones y tomar el sol en sus playas y calas también podemos ejercitar el senderismo y realizar un apasionante viaje a la prehistoria. Nada más y nada menos que a 3.000 años antes de Cristo, para descubrir los restos de los primeros habitantes de la localidad, inmortalizados en sus monumentos funerarios.
El Conjunto Megalítico de Rosas, protegido con Bien Cultural de Interés Nacional, está integrado dentro del Parque Natural del Cabo de Creus y puede recorrerse a través de una ruta guiada de aproximadamente 2 kilómetros que arranca subiendo por la carretera de Montjoi. Esta visita tiene una duración de tres horas y se realiza con reserva previa al teléfono 972 151 466. El precio es de siete euros, y gratuito para los menores de siete años. Aunque también puede hacerse por cuenta propia.
Esta ruta hace que en Rosas los dólmenes (mesas grandes de piedra), menhires (piedras verticales poco talladas), cistas (monumentos funerarios individuales) e insculturas (grabados rupestres) que pueden verse durante el trayecto salgan de los libros de Historia y cobren vida en plena naturaleza a lo largo de un recorrido por la montaña de poca dificultad, apto para todo tipo de visitantes.
De todo el Conjunto Megalítico destaca por sus dimensiones el dolmen de la Cruz de Cobertella, ubicado en el paraje de la Casa Cremada y que debe su nombre a la masía que lo rodea. Se trata del monumento megalítico más grande de Cataluña, construido con siete inmensos bloques de piedra colocados verticalmente y una losa de cubierta con un peso de más de 18 toneladas. Un sepulcro de corredor de cámara, con unas dimensiones de 3,90 metros de largo, 3,20 de ancho y 2,45 metros de alto.
Además del citado dolmen, siguiendo el itinerario señalizado pueden verse los dos menhires de la Casa Cremada, el dolmen del Llit de la Generala, el dolmen del Cap de l’home, la cueva-dolmen de la Quarentena II, que data de 2.500 años antes de Cristo, o la cista del Plan de los Gatos, sobre la loma de la Torre del Sastre y de cala Montjoi.