Una idílica cala al borde del Mediterráneo en medio de un parque natural. Elegantes invitados vestidos de riguroso blanco. La brisa del mar envuelve un ambiente surcado por música en directo, deliciosas propuestas gastronómicas y refrescantes cócteles. No es un sueño, se trata de las Noches Blancas en La Cala del exclusivo resort de La Manga Club. Una experiencia mágica que se vive los atardeceres de los días 21 de julio y 11 de agosto.
A la orilla del mar Mediterráneo y en una exclusiva cala rodeada de montañas junto al Parque Natural de Calblanque. Este es el escenario donde se celebrarán las Noches Blancas de La Manga Club (Cartagena, Murcia), inspiradas en la naturaleza y la magia del entorno. Una oportunidad para disfrutar de música en directo, gastronomía de la zona y los cócteles más refrescantes con las olas del mar Mediterráneo de fondo.
Las Noches Blancas comienzan al caer el sol y se alargan hasta la madrugada. La cena se diseña especialmente para este evento por los prestigiosos chefs de La Manga Club, liderados por el francés Philippe Galindo. Un sinfín de sabores inspirados en la cocina mediterránea, típica de esta zona, famosa por sus pescados y arroces. Todo ello, amenizado con música en directo y la luz de las velas, que crean un ambiente único en esta cala, situada en el Parque Regional de Calblanque. Un lugar al que escaparse si se huye de la masificación y al que se accede por un camino desde el que se divisan las montañas y las playas vírgenes que componen este parque natural, con un ecosistema de fauna y flora único en la región.
La arena en los pies, el sonido de las olas y la brisa marina completan esta experiencia que tiene un dress code: el blanco, para iluminar la noche mediterránea.
La Cala de La Manga Club, se sitúa a tan sólo 3 kilómetros del hotel Príncipe Felipe 5*, dentro del exclusivo complejo y ofrece un lugar tranquilo donde tomar el sol o darse un baño. Los huéspedes del resort tienen acceso con transporte gratuito a esta privilegiada playa, al igual que a su restaurante que recibe el mismo nombre, La Cala, y está situado en lo alto de un acantilado, con vistas a la playa y al mar Mediterráneo. Sin duda, algo que ayuda a que la experiencia gastronómica sea más completa en un entorno incomparable para una romántica velada a la luz de la luna o una agradable comida entre amigos.