¿Baños de cerveza a la checa? Pues sí, como tratamiento terapéutico, para mejorar las condiciones de salud. Se trata de una idea revolucionaria para nuestros oídos que, en realidad no tiene nada de novedoso.
Los checos han usado la cerveza para la regeneración de la piel y de la tonificación muscular como los finlandeses, y ahora el resto del mundo, lo han hecho con las saunas y con las aguas termales naturales.
En realidad, los checos no descubrieron las propiedades beneficiosas de los baños de cerveza, hace más de 2.000 años ya había instalaciones específicas con la bebida negra o dorada como vector de salud.
Los checos han dado forma a esta vieja terapia natural para adaptarla a las necesidades y a las exigencias higiénicas del siglo XXI, y lo han hecho creando una marca registrada y una franquicia con la que exportar su idea al mundo.
Es el modelo Spa Beer Land, Spa de la Tierra de la Cerveza, más o menos. El Pivní Lázne - Spa Beer Land de Praga o el Pivní Lázne de la histórica ciudad balnearia de Karlovy Vary son la traducción real y sostenible de esta oferta original.
Karlovy Vary es, de las ciudades -balnearios de la República Checa, la más conocida y visitada. Ciudad rodeada por de maravillosos paisajes, que finales del siglo XIX se transforma en un centro moderno, con muchos manantiales de agua con propiedades curativas, villas privadas y balnearios de lujo.
Spa con tratamientos de cerveza: Algo de historia
La cerveza se bebe, pero también se reconocen para ella notables propiedades terapéuticas que este establecimiento de la capital de Chequia ha decidido colocar a la altura de las mayores originalidades y mejores innovaciones en el sector de la terapia con fluidos.
Se sabe, por ejemplo, que la cerveza formaba parte de la medicina popular en la Europa Central desde muy antiguo. Las instalaciones del spa emplean la cerveza que elabora la marca Krušovice, con variedades de lúpulos y maltas seleccionados.
El lúpulo de esta cerveza contiene silíceos que abren los poros de la superficie de la piel, algo que mejora la vitalidad general. La levadura, por su parte, contiene una alta proporción de vitamina B, de enzimas activadas, y, por si fuera poco, también colabora en la regeneración cutánea.
Los baños de cerveza eran, y son apreciados, por estimular el metabolismo, por eliminar toxinas, por relajar la piel, por su efecto reductor del estrés y la fatiga y, dicen, que también incrementa la longevidad.
De qué disfrutar…
En estos establecimientos, el usuario de los servicios del spa se introduce en una gran tinaja de roble que hace las veces de bañera. Es el baño de cerveza.
Los que quieren completar su experiencia con otras fórmulas, añaden saunas de lúpulo, baños de enfriamiento y largos descansos en camas de trigo natural. Sí, también como lo lees. Se trata de una rutina, si se decide ampliar la experiencia con esta serie de extras, que tiene una duración de una hora. Y que se puede disfrutar en soledad, en pareja o con un grupo de amigos o familiares.
Para más detalles, la sauna de lúpulo tiene forma de barril de cerveza. El usuario se introduce en él y disfruta de las emanaciones y del calor que traslada las esencias con alto poder regenerador. Sobre los cubos de enfriamiento, no tienen ningún secreto, se trata de cubos de madera tradicionales con los que se arroja agua fría sobre el usuario para generar un choque térmico como sucede en los tratamientos tradicionales de los spas que conocemos.
La cama de trigo representa una fórmula para la absorción natural del la cerveza que se lleva la piel al lecho. Una cama que los inventores de esta idea de baños con cerveza quieren llevar a otro nivel sirviendo cenas en la misma habitación con productos y alimentos igualmente naturales. Pan casero a la vista y al calor de una chimenea llameante y cálida.
Fuente: www.termalistas.com, la mayor comunidad on-line de amantes del turismo de salud, belleza y bienestar en España.