La isla ofrece cada sábado durante todos los meses del año una visita teatralizada recorriendo la zona amurallada en la que se expone un pedazo de la historia de Ibiza y cómo se formó el recinto fortificado.
Ibiza muestra su cara más cultural y lúdica en unas visitas teatralizadas que recorren la zona de Dalt Vila cada sábado, desde hace varios años, con enorme éxito. A lo largo de este recorrido, un grupo de actores caracterizados en la época renacentista muestran cómo era la Ibiza en el siglo XVI, cuando las murallas de este recinto de la isla comenzaron a ser construidas.
La historia principal se basa en un relato de amor imposible, una relación que muestra la vida en la isla hace cinco siglos. Los asistentes podrán descubrir cómo se vivía en la época, los peligros que había, las características de la sociedad, las relaciones sociopolíticas que se daban en el Mediterráneo… Todo narrado tanto en castellano como en catalán, en un itinerario de una hora y media aproximadamente que tiene su inicio en el Mercat Vell de Ibiza.
Las visitas teatralizadas tienen lugar al atardecer, entre las19, 00 y 20,00 h. de la tarde, (precio máximo de 10 euros en función de la edad y pueden reservarse a través de la Oficina de Turismo de la Curia, situada en la Plaza de la Catedral, por teléfono +34 971 399 232 o por correo electrónico informacioturistica@eivissa.es).
Una ruta por el patrimonio histórico-cultural ibicenco en Dalt Vila
El trayecto parte del mercado situado en la Plaza de la Constitución, en el barrio marinero, donde yacen dos reproducciones de estatuas romanas descubiertas en la construcción del recinto. A continuación, la visita prosigue por el Patio de Armas (lugar donde se celebró el primer mercado hippie de la isla), la Plaza de la Vila, la calle Santa Creu, la calle Sant Antoni, la Plaza del Sol, las escaleras en la calle Sant Josep, la calle Conquista, Sant Ciriac, la calle Mayor y, por último, la Plaza de la Catedral.
Todos estos enclaves conforman Dalt Vila de Ibiza, un enclave único cuyo recinto amurallado fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999. Esta distinción internacional reconoce el valor histórico, cultural y arquitectónico de la fortaleza costera mejor conservada del Mediterráneo. La acrópolis de Dalt Vila está repleta de callejuelas o monumentos como son el Castillo o la Catedral. Cruce de culturas desde hace siglos, el entorno de esta fortaleza es escenario de conciertos, ciclos poéticos, exposiciones y actividades culturales durante todo el año.
A lo largo de la historia, Ibiza ha cosechado un gran patrimonio cultural, siendo dominada por fenicios, púnicos, romanos, bizantinos, vándalos, árabes y cristianos, gracias a su situación geográfica que le convertía en un punto estratégico. Aunque la historia que atañe a estas visitas data del siglo XVI hacía adelante, una época marcada por la inseguridad en el Mediterráneo occidental, provocados por los continuos ataques de la flota turca y los piratas argelinos, hecho por el cual la ciudad se vio obligada a levantar las murallas que defienden Dalt Vila y que hizo crecer a la ciudad en un espacio protegido y seguro.
El siglo XVI fue un centenario de crecimiento, donde se construyeron numerosos templos y se establecieron nuevos núcleos de población. Las calles se empedraron, se instaló el agua corriente y se construyeron nuevas instalaciones de almacenaje de leña, carbón y carnicería que permitieron a Ibiza continuar un progreso de expansión que los llevó a experimentar el gran boom turístico en el siglo XX.