Hasta el 16 de julio, 2017
Exposición en el Palacio Ducal de Génova, para ilustrar la trayectoria creativa de Amedeo Modigliani y abordar los principales componentes de su carrera corta y fructífera.
A través de treinta pinturas de los principales museos como el Museo de la Orangerie y el National Picasso del museo de Koninklijk Museo en París, voor Schone Kunsten, Amberes, el Museo Fitzwilliam de Cambridge, la Pinacoteca di Brera y prestigiosas colecciones de Europa y América así como muchos dibujos, se pretende hacer hincapié en el gran valor de su investigación en esa atmósfera única que ha surgido en el París de principios del siglo XX.
En la exposición en el Palazzo Ducale, organizada y producida por la Fundación Palazzo Ducale de Cultura y MondoMostre Skira, se presta especial atención al aspecto central de su investigación, o su afición por el retrato. Hay muchas pinturas que Modigliani dedicó a modelos ocasionales, y también a sus amigos y compañeros de aventuras, incluso protagonistas de la vida cultural parisina del siglo, entre Montmartre y Montparnasse.
Las pinturas de Modigliani son testimonio de la efervescencia parisina, ambiente artístico y cultural de esos años, en los que vive y se reune con grandes clientes y comerciantes como Paul Alexandre, Paul Guillaume y Léopold Zborowsky, junto a escritores como Max Jacob, Jean Cocteau, Guillaume Apollinaire, artistas como Diego Rivera, Pinchus Krémègne, Henri Laurens, Léopold Survage, Juan Gris, Pablo Picasso, protagonistas de la renovación de la pintura de una época irrepetible.
Su pintura es de una calidad extrema, introvertido, introspectivo, dedicado al retrato que sin duda es el elemento privilegiado a través del cual destacan la estilística de Modigliani, que presenta por primera vez una relación psicológica muy estrecha con el sujeto y para luego avanzar progresivamente hacia una pureza y absoluta elegancia formal. Sus modelos preferidos son los pintores colegas, escritores e intelectuales, amigos cercanos, personas que comparten su mundo.
Enorme es también el interés de Modigliani de figuras femeninas. Hay muchos modelos anónimos que, descubierto en los cafés parisinos o se reúnen en la calle. Pero también presencias importantes en su vida sentimental e intelectual como la periodista británica Beatrice Hastings (mostrando un retrato al óleo de 1915), Lunia Czechowska, vieja amiga, Hanka Zborowska (representada en la exposición con un hermoso dibujo de lápiz de 1916 ), la mujer de su distribuidor, y su joven compañera Jeanne Hébuterne, con la que tuvo una hija y se suicidó, embarazada, el día después de la muerte de su amado Modi.
En la exposición de Génova también están los famosos desnudos de Modigliani, incluyendo “Desnudo reclinado”, erótico e introspectivo a la vez. Estas obras son muy realistas y sensuales, y causaron escándalo en su tiempo, de modo que la primera exposición en 1917 en la galería Berthe Weill en París, fue cerrado por las protestas de la policía y el público, molestos por el erotismo de las obras. En el Palazzo Ducale está “el desnudo en cuclillas”, procedente de museo de Amberes, y “Desnudo reclinado” (Retrato de Celine Howard): cuerpos acostados en un estado de total abandono, conscientes de su encanto e inmóviles en posturas voluptuosas.