Existen lugares, rincones y sitios peculiares en muchas ciudades europeas que antes nadie visitaba y ahora son tremendamente populares y frecuentadas por los turistas.
Barrios que se han convertido en zonas de visita obligada para todos aquellos cazadores de tendencias, y que a veces supera la fama de algunas ciudades.
El exclusivo club de viajes online, Secretescapes.es, ha realizado una selección de algunos de estos barrios, o distritos, más destacados que actualmente gozan de una gran popularidad. INOUTVIAJES recoge cinco de estos lugares de moda, imprescindibles visitar si se viaja a Madrid, Sevilla, Barcelona, Lisboa o Londres.
La Alameda de Hércules (Sevilla)
A finales de los 80, esta zona del centro histórico de Sevilla era conocida por la gran cantidad de casas de citas que albergaba. Hoy en día, la noche de la Alameda ofrece un espectáculo muy diferente caracterizado por su cosmopolitismo, en lo que se podría considerar la “Malasaña andaluza”. Sus columnas y el jardín en el que se inspiraron, entre otros, la Alameda Central de Ciudad de México, invitan a un paseo agradable y tranquilo para perderse entre sus calles que mezclan lo viejo con lo moderno.
La noche de la Alameda ofrece un espectáculo muy diferente caracterizado por su cosmopolitismo
Hasta el siglo XVI era una zona pantanosa cubierta de polvo en verano e inundada en invierno. Antiguamente, el río Guadalquivir se ramificaba en dos brazos, el primero conocido como la Laguna de Feria y el segundo denominado Compás de la Mancebía, cubierto de aguas estancadas y muy pestilentes. Para intentar paliar esta situación, el entonces asistente Francisco Zapata de Cisneros, conde de Barajas, comenzó las obras de la Alameda en el año 1574, rellenando la laguna con cascotes a razón de dos mil cargas semanales, hasta el año 1578.
Además de plantar álamos, naranjos y cipreses, se contrató al arquitecto Juan de Oviedo para embellecer la plaza transportando desde la calle Mármoles dos columnas pertenecientes a un templo romano. Las columnas se colocaron sobre dos pedestales y, encima de éstas, se pusieron las estatuas de Hércules, fundador de Sevilla, y Julio César, que la amuralló. La figura de Hércules, que lleva el rostro de Carlos I, costó 56.250 maravedíes, y la de Julio César, 60.000.
En el siglo XVII la Alameda de Hércules fue el lugar elegido por los ilustrados y progresistas de la época. Allí se organizaban tertulias políticas y literarias y se leían los primeros periódicos que, por entonces, empezaban a publicarse. Asimismo se repartían panfletos contra la Inquisición. Fue el lugar de moda de la aristocracia sevillana, que fue trasladándose a los Jardines de Cristina lo que dejó la Alameda completamente abandonada.
Hasta 2001 fue muy famoso el mercadillo de los domingos si bien este popular paseo, una de las plazas favoritas de los sevillanos en la actualidad, tiene mucha más historia.
Tras visitar la Alameda se puede continuar hasta la calle Feria, donde todos los jueves se celebra un rastro de objetos antiguos que consigue detener en el tiempo a la capital hispalense. Bares con productos ecológicos y tabernas que lucen en sus azulejos una imagen religiosa nos acompañan hasta llegar a la plaza de la Encarnación, donde luce uno de los monumentos más nuevos de la ciudad, conocido como las “Setas”. Muy cerca de allí se ubica la residencia de los Alba, donde también nació Antonio Machado.
Brick Lane (Londres)
Brick Lane, es una larga calle del barrio londinense de Tower Hamlets, en el East End de la capital de Inglaterra, Hoy en día, es el corazón de la comunidad bangladesí de la ciudad de Londres, por lo que la calle es conocida localmente como Banglatown.
Brick Lane es uno de los barrios londinenses que más está cambiando en los últimos tiempos
Anteriormente la calle se llamaba Whitechapel Lane. Su nombre actual procede de la antigua elaboración de ladrillos y tejas que se inició en el siglo XV y empleaba los yacimientos de arcilla locales.
El área se convirtió en un centro de tejido, confecciones y la industria del vestido, debido a la abundancia de trabajadores no cualificados y mano de obra inmigrante. La elaboración de cerveza llegó a Brick Lane antes de 1680, con agua extraída de pozos profundos. La única cervecería era Joseph Truman, que se registró por primera vez en 1683
El Brick Lane Market, fue desarrollado en el siglo XVII para el sector de las frutas y hortalizas que se vendían fuera de la ciudad. El Sunday Market, como los de Petticoat Lane y el cercano Columbia Road, datan de una dispensa a la comunidad judía. El mercado se centra en el cruce entre las calles Cheshire Street y Sclater Street y vende baratijas, así como frutas, verduras y muchas otras cosas. Cerca de la intersección con Hanbury Street existen dos mercados, el Upmarket, con una feria de comida y ropa vintage y el Backmarket.
Brick Lane es uno de los barrios londinenses que más está cambiando en los últimos tiempos. Históricamente, fue el lugar en el que habitaba la comunidad judía y en el siglo pasado acogió a mucha población musulmana. Hoy en día, el olor a curry se mezcla entre los tatuajes y las barbas de quienes lo visitan. Los grafitis de las paredes son carne de Instagram de esta zona del East End de la capital de Inglaterra, donde es posible encontrar algunos Banksy. El domingo es especial en Brick Lane, ya que la zona se llena de tiendas emergentes y puestos de comida étnica. Además de los popup, también son famosos los outlets.
Chueca (Madrid)
El barrio de Chueca es el epicentro gay de Madrid, y todo un símbolo de modernidad, vanguardia y tolerancia. En sus calles es fácil encontrar diversión, moda y mucho ambiente.
El barrio de Chueca es el epicentro gay de Madrid, y todo un símbolo de modernidad, vanguardia y tolerancia
Conocido mundialmente por ser símbolo del colectivo LGTBI y, en general, de la diversidad, el barrio de Chueca posee un atractivo turístico sin igual, cuyo punto álgido se alcanza durante el Madrid Orgullo. Ubicado en pleno centro de la capital, su nombre proviene de la Plaza de Chueca, que en 1943 pasó a llamarse así en honor al compositor madrileño de zarzuelas Federico Chueca, autor de “La Gran Vía”.
Su imagen ha cambiado mucho y ha pasado de ser un espacio con fuentes donde acudían el gremio de los aguadores de Madrid; más tarde, el punto de encuentro de la “Movida madrileña” hasta lo que es hoy: un lugar repleto de terrazas, gente fotografiándose en su icónica boca del metro y desfiles de drag queens que invitan a acudir a las fiestas nocturnas. También destacan la Plaza de Pedro Zerolo (antigua Vázquez de Mella) y la Plaza del Rey.
Localizada en el distrito de Justicia, Chueca alberga numerosas galerías de arte, mercados, teatros y museos. Muy cerca se encuentra el Palacio Longoria, uno de los pocos ejemplos de arquitectura modernista con las que cuenta la capital. Como dato curioso, Chueca ha sido escenario cinematográfico en múltiples rodajes, como “El mundo sigue” o “Julieta”.
Marvila (Lisboa)
‘La ciudad de las Siete Colinas’ o ‘La Ciudad de los Miradores’ son algunas de las nomenclaturas que se emplean para referirse a una de las urbes más antiguas de Europa, Lisboa, allí nos espera Marvila, con sus galerías originales, cerveza artesanal, cafés con una calculada no-decoración…, porque lo más innovador de Lisboa está en este barrio junto al Tajo. En Marvila no hay monumentos, pero sí enormes almacenes en descomposición. Ahora quedan los esqueletos de sus naves industriales, espacios vacíos en la orilla de la rutilante Lisboa pero a precio de barrio decadente.
Lo más innovador de Lisboa está en este barrio junto al Tajo, en Marvila
También denominado el “barrio secreto” de Lisboa, cuyo interés no radica en sus grandes monumentos ni en que esté catalogado como “barrio moderno”. Quizás eso es, precisamente, lo que le hace un sitio especial y con encanto. Bodegas de vino del siglo XIX y viejos almacenes, contenedores de colores, espacios de coworking y galerías originales protagonizan las calles de este mágico y único barrio situado al este de Lisboa, a las orillas del Río Tajo, donde hasta hace poco predominaban las huertas y un ambiente especialmente rural.
Sants (Barcelona)
Aunque este barrio ha sido un espacio muy común para movimientos okupas y sindicales, hoy lo visitan con bastante asiduidad hipsters y creadores de startups.
Sants, situado al sur de Barcelona, en el distrito de Sants-Montjuic, se ha vuelto muy popular por su oferta gastronómica, que ya acumula muchas opiniones en las guías de viajes, así como sus agradables terrazas en las que es difícil encontrar una silla vacía cuando llega el buen tiempo. En sus orígenes, este lugar se llamó Santa María de Sants y fue un núcleo independiente hasta que a finales del siglo XIX se anexionó a la ciudad condal. El cantante tenor Josep Carreras es uno de los vecinos del barrio, que espera con ansias su Fiesta Mayor, una de las fechas del calendario más sonadas, que se celebra a finales de agosto con motivo del patrón, San Bartolomé. En esos días abundan las fiestas y tradiciones populares al aire libre en las que el visitante puede sentirse como uno más de la zona.
Sants, situado al sur de Barcelona, en el distrito de Sants-Montjuic, se ha vuelto muy popular por su oferta gastronómica
Se encuentra a 10 minutos en metro del centro de la ciudad, y es como un mundo aparte. La estación de tren de Barcelona Sants es el punto central del lugar. Alrededor de la estación se ubican varios hoteles que ofrecen servicios a personas en viaje de negocios. Esto se debe a que el área vecina de Les Corts es un activo distrito financiero y muchas veces se llevan a cabo convenciones en el Centro de Convenciones de la Fira de la Plaça Espanya.
El área de Sants no tiene muchas atracciones turísticas, pero la facilidad con la que puedes viajar hasta los lugares de interés le da un punto a favor. Desde allí puedes caminar hasta la bellísima Plaça Espanya y al Montjuïc, donde encontrarás el Poble Espanyol, la Fuente Mágica y las salas de la Fira de Barcelona. Si caminas para el otro lado llegarás al Camp Nou, a los campos del FC de Barcelona o podrás hacer algunas compras en el Complejo L'Illa ubicado sobre la Diagonal.
En cuanto a la vida social, hay una cantidad de agradables restaurantes en la zona, además de algunos bares decentes, y a 2 minutos caminando desde la estación se ubica el mundialmente conocido Space Club.
Sants incluso tiene su propio festival en agosto. Durante ese mes, las calles se visten de fiesta y la gente baila toda la noche.