Dos mil años de historia, encerrados en poco más de 200 km cuadrados es, en síntesis, Verona, un lugar en el que se integran armoniosamente elementos artísticos de altísima calidad pertenecientes a distintos períodos históricos.
Fundada en el siglo I a.C., gracias a su ubicación geográfica, en época romana fue un centro urbano del que aún hoy se conservan huellas importantes como la Arena o el Teatro Romano, el Arco dei Gavi o la Puerta Borsari, hasta llegar a la zona arqueológica de la Puerta de los Leones. Invadida y ocupada durante un largo período por los bárbaros, la ciudad vivió su período de máximo esplendor bajo la familia Scala (siglos XIII-XIV).
Declarada desde el año 2000 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco
La historia de Verona es, un poco, la historia de Italia como demuestran las obras de época romana, las calles medievales y los palacios renacentistas…
Verona es una de las ciudades más románticas y bonitas de Italia. Es la ciudad que vio nacer a Romeo y Julieta, además de algunos artistas tan importantes como el pintor italiano Paolo Caliari ‘El Veronés’.
El punto de partida es su histórica Arena - símbolo de la ciudad y tercer anfiteatro romano en Italia por su tamaño – construido en mármol rosa en el Siglo I, con un aforo para 30,000 personas que durante el verano se convierte en escenario de grandes representaciones, conciertos y temporadas líricas.
Declarada desde el año 2000 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Verona es un maravilloso ejemplo de integración urbana, arquitectónica y artística de los distintos períodos históricos que se han sucedido durante dos milenios.
Plaza Erbe es el ejemplo ideal de arquitecturas de época romana, de la Edad Media y del renacimiento que se han integrado perfectamente a las de época scaligera (de la familia Della Scala) y de los edificios del siglo XIX.
No muy lejos se encuentra la Plaza dei Signori, otro ejemplo de mezcla de estilos y donde se encuentra el monumento dedicado a Dante Alighieri.
Cerca del río Adigio se hallan otras grandes obras de la época romana y scaligera, quizás los dos períodos que más influyeron en la historia de esta ciudad: la fortaleza de Castelvecchio, hoy sede del Museo de Arte Moderno y el Puente Scaligero, maravilloso ejemplo de arquitectura de la Edad Media. Muy cerca de la Piazza dei Signori se encuentra las Arche Scaligere, excelentes obras sepulcrales, realizadas para los restos mortales de los nobles de Verona.
Arena, símbolo de la ciudad y tercer anfiteatro romano en Italia por su tamaño
Al otro lado del río se pueden admirar las ruinas del Teatro Romano donde hoy -como en la antigüedad- tienen lugar importantes representaciones teatrales como el Festival Shakespeariano y el Verona Jazz Festival.
Del teatro se accede al Museo Arqueológico con esculturas, elementos decorativos y varios objetos que remontan a la época de la dominación romana. Cerca de esa zona se encuentra el Jardín Giusti, uno de los más hermosos jardines a la italiana del Renacimiento declarado monumento nacional.
Si hablamos de los mejores edificios religiosos por su aspecto artístico y arquitectónico bien merece una visita la Catedral, donde los maravillosos frescos y las superficies marmóreas han sido restauradas hace poco; la Basílica de San Zeno Maggiore, iglesia románica llena de pinturas y esculturas importantes, y la Basílica de San Fermo Maggiore, con construcciones románicas superpuestas y modificadas en la parte superior.
Las diferentes etapas de Verona
Al período romano se remonta también el monumento símbolo de la ciudad, la Arena (siglo I d.C.), construida para acoger los combates entre gladiadores; después de un período de abandono volvió a albergar espectáculos teatrales y, desde 1913, con la primera edición de Aida, se confirmó mundialmente como escenario de la música lírica.
El antiguo Teatro Romano, en cambio, está en el otro lado del río Adige, edificado en la falda de una colina; romana es también la puerta Borsari, antiguo acceso a la ciudad.
La Verona románica es la del imponente "duomo" y la de la cattedral de San Zenón, mientras que Castelvecchio, asomado a la riva del río Adigio es el símbolo del poder medieval de la familia Scala, a la que se debe también la construcción del compacto puente almenado, el Puente Scaligero. Edificado a mediados del siglo XIV, Castelvecchio era la morada de Cangrande della Scala y hoy es sede del cívico museo de arte.
La fortaleza de Castelvecchio, hoy sede del Museo de Arte Moderno
En Verona los palacios cuentan historias de riqueza y de poder.
En la Plaza de los Señores, dominada por la Torre de los Lamberti, despunta el pórtico de la Logia del Consejo, donde tenía lugar la vida política en el siglo XVI, mientras que el Palacio Cansignorio y el Palacio del Ayuntamiento (o de la Razón) eran sedes del poder militar y del judicial y administrativo. No lejos de aquí, las Arche Scaligere, en la plaza del mismo nombre, se encuentra entre los rincones más sugestivos de la ciudad con las monumentales tumbas de la familia de los señores de Verona.
Espectaculares son también las iglesias de la ciudad. Entre las más importantes se encuentran la gótica de Santa Anasatasia, San Fermo el Mayor, formada por dos edificios superpuestos y la renacentista de San Jorge en Braida.
No se puede concluir sin mencionar la Verona de Shakespeare, la ciudad de los enamorados es un mito en todo el mundo gracias a los lugares en los que se revive la eterna historia de los dos desafortunados amantes por excelencia: Romeo y Julieta.
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