Strange Sounds y Black Jacks son, en estos momentos, los dos proyectos musicales en los que está inmerso Sala Elassir, un joven músico, de origen libanés, afincado en Madrid desde hace tiempo…
-Nací en Beirut, pero mis padres se vinieron aquí cuando yo era un crio, he viajado mucho, por Estados Unidos, Inglaterra…
¿Pero preferentemente cantas en inglés?
© Carlos de Luna Béjar
-Principalmente, pero luego me adapto un poco, sin ir más lejos aquí con la crisis hemos montado espectáculos diferentes y he tenido que cantar en inglés, francés, italiano, lo que haga falta… En mi casa, de pequeño, se hablaban cuatro idiomas, ya creces con esa base…
¿Qué idiomas se hablaban en casa?
-Inglés, francés, español y árabe.
Fuimos candidatos a los Goya con la canción que hicimos para la película "Tengo ganas de ti"
Su proyecto personal es Sala and The Strange Sounds, grupo indie, sonido britpop…
-El grupo lo monté en Londres en 2011 y funciona muy bien, la verdad no me puedo quejar, es mi proyecto principal, hemos girado por toda Inglaterra, por Estados Unidos, nos han nominado a premios en Alemania, fuimos candidatos al Goya aquí en España… no lo ganamos, nos quedamos a las puertas, por una canción que hicimos para una película que se llama “Tengo ganas de ti”, una película con Mario Casas…
¿Cómo fue?
-Nos pidieron hacer una balada en inglés, para una escena. Nos llegó por un amigo común, y de repente nos vemos candidatos al Goya, una flipada, no ganamos pero ahí está.
Vuestro sonido me recuerda en especial a Strokes en su primera época…
-Mucho. Cuando la gente nos pregunta por las influencias visibles y fácilmente reconocibles, siempre digo que mucho Strokes, hay mucho Clash también, están Beatles siempre dando vueltas (sonríe). Luego, aquí en España… nos vinimos hace unos años porque, a raíz de una canción que cerramos con la selección de fútbol del 2010, que teníamos un EP grabado ya en Londres y cogieron una canción nuestra para la campaña del “Club Selección”, que era como el club oficial de fans de fútbol antes del mundial, tocamos en un par de eventos con la Federación de Fútbol, con la selección española, a raíz de eso estábamos en las noticias, en la tele, en la radio y empezamos a venir más a menudo y nos hemos quedado, por ahora…
Su otro proyecto, que es como una especie de cooperativa es Black Jacks…
© Carlos de Luna Béjar
¿Qué es Black Jacks?
-Viene del juego y surgió cuando empezamos con el proyecto de los 40 músicos, que al principio éramos solo 8, y el sitio donde empezamos a tocar asiduamente fue en este casino, nos contrataron para tocar todos los días del año… y buscando un nombre, como estábamos aquí metidos, pues Black Jacks, un poco por alusión al juego, es un nombre pegadizo y tenía su sentido y al final se ha quedado con ese nombre.
¿Qué música toca Black Jacks?
-Eso es lo bueno, que contamos con músicos de primera línea. Tengo la suerte de contar con gente muy buena para este proyecto, cada uno en su instrumento son eminencias, y tenemos gente que ha tocado giras mundiales con Gloria Gaynor, Eros Ramazzoti, Sergio Dalma, Raphael… muy capacitada y muy buena, ese nivel te da también flexibilidad para poder afrontar diversos repertorios, según lo que haga falta en cada momento. Aquí, hablamos con Juan Carlos, el director de marketing del casino, siempre fuimos, por así decirlo de su mano, con repertorios que pudieran pegar más o menos, lo que más hemos tocado es el mundo swing, que nos encanta, algo así años 30, todos los clásicos de Tony Bennet, Frank Sinatra, de Cole Porter, Duke Ellington, que me parece música muy elegante y para un espacio como éste es lo que más acompaña. De ahí, según el día y lo que nos han pedido, pues hemos tenido que prepararnos repertorios de boleros, tangos, años 60, pop español… lo que hiciese falta, y luego lo de tener una plantilla de músicos tan talentosos, con un poco de tiempo y atención se puede sacar fácilmente.
¿Cómo consigues enganchar a esos músicos?
-Es complicado, para mí es el valor añadido que tenemos, muchos de ellos los hemos ido conociendo por ser amigos del sector, y fíjate que ironía, cuando me vine de Londres con Strange Sounds, vine con mi batería, que es noruego, los otros dos chicos de la banda eran ingleses y no pudieron venir porque tenían toda su vida montada allí y no era fácil para ellos dar el salto y al venirnos aquí tuvimos que buscar un par de músicos para sustituirlos y esos dos están ahora con nosotros en los Black Jacks, uno de ellos es Olivier Martínez, que toca en La Voz, está con Sergio Dalma… es decir entre Strange Sounds y amiguetes hemos ido tejiendo el grupo y me gusta trabajar con gente tan buena y profesionales serios y talentosos, por eso me encanta sentirme el malo de este grupo y lo soy encantadísimo.
La gente se dedica a cultivar su ego online casi de modo enfermizo. De eso habla nuestro nuevo disco "Fotomatic"
Además, aunque te vaya bien, con la nominación al Goya, los viajes a Alemania, las galas, todo eso, que no me puedo quejar, y nos ha salido muy bien, hoy en día es muy complicado vivir de un proyecto artístico tal y como puede ser Strange Sounds, por lo tanto es un lujazo poder contarlo… con la cantidad de músicos que parece que están en la estratosfera, pero luego tienen que trabajar poniendo hamburguesas o en un despacho… que tienen que compaginarlo con otras actividades, que muchas veces no tienen que ver nada con la música, así que si puedo vivir de mi profesión y de lo que me apasiona, encantado. Y una cosa, desde que empezamos con los Black Jacks, a todos nos ha tocado ponernos las pilas de tener que lidiar con sonidos y repertorios muy diferentes, como puede ser desde años 30 a electrónica de hoy y lo abarcamos todo un poco, se aprende mucho, y consigues mucha flexibilidad y versatilidad como músico.
¿Pero cuál es el proyecto que más te llena a ti?
-Es diferente, creo que es muy importante en la vida, como artista, tener tu proyecto, con el cual te expresas y creas. Para mí son dos ámbitos muy diferentes, por un lado está la expresión artística y crear mi propio material, y por otro, el show business entertainment, que también es igual de válido e igual de importante, ámbitos que viven mucho el uno del otro pero que son diferentes, pero pase lo que pase estaré creando y componiendo…
¿Eres compositor, letrista….?
-Hago todo, componer letras, canciones, pero también es verdad que tal y como está el mundo de la música es muy complicado vivir de ella y te digo que no me puedo quejar, para el poco tiempo que llevamos metidos en esto nos ha ido muy bien… Es un lujazo poder viajar por varios continentes con nuestra música, girar, tocar, medios, festivales… nos ha ido muy bien.
¿En vuestra página tenéis una especie de crowdfunding para sacar adelante discos y que la gente os apoye?
-Eso funciona con los Strange Sounds, y es un concepto nuevo que aquí no se usa mucho pero que en Estados Unidos está empezando a pegar bastante. Es una página que se llama Patrion y que más que crowdfunding es un asunto a largo plazo, para nuestros seguidores y es una forma de afiliar… Como creador de contenidos online en lugar de vender tu disco a tus fans… Hoy vivimos en un mundo en el que, para bien o para mal, las fórmulas tradicionales de consumir y distribuir la música han cambiado muchísimo, no se venden casi discos… para mi hay un dato que lo dice todo: lo que vende hoy el número uno es lo que vendía el número 100 hace 10 años… para que veas lo mal que está el sector. Hay mucha gente que nos sigue online, y hay que intentar monetizarlo de otra forma, con el directo, entrando con marcas… y esto último, lo de Patrion es decir algo así como: mi contenido lo vas a poder escuchar online, y no voy a pelearme con esa realidad de hoy, eso sí, ¿te gusta lo que hacemos y quieres que podamos sacar más a menudo?, pues te doy la opción de que te apuntes a este sistema, con lo cual, cada vez que saquemos contenidos nuevos va un dólar de tu cuenta a mi cuenta, que es una propinilla que darías a cualquiera. Pues haciéndolo así hay muchos grupos en Estados Unidos que han empezado y que esa propinilla se ha convertido en 3.000 dólares. Nosotros lo acabamos de arrancar y aunque no nos está dando mucho dinero, pero es el principio de una manera de trabajar y aunque esto no nos vaya a sacar de pobres, es más de los que nos entra por Spotify o Itunes…
© Carlos de Luna Béjar
En Itunes fuisteis número 1 con “Yes Sir, I can boogie”…
-Sí, hubo muchas ventas de repente. Es que la colaboración con Baccara fue muy interesante…
¿Cómo lo conseguisteis?
-Cosas de la vida… Estábamos ya instalados en Madrid y nuestra agencia de comunicación nos dijo que nos buscáramos una colaboración con alguien que nos moviese aquí en España. Como cantábamos en inglés, dando vueltas al asunto… tampoco había mucho abanico de posibilidades y entre ellas surgió el nombre de Baccara. Al día siguiente un amigo me invitó a su casa, surgió el tema y resulta que Mayte Mateos, que es la cantante de Baccara, era íntima amiga de su madre, de toda la vida, y además es un temazo que me encanta, y como las Baccara se fueron en el 78 y nunca tuvieron representación aquí en España, no se habla del tema, pero es que esa canción es la séptima más vendida de la historia a nivel global, es un dato que no se hace hincapié en ello, es decir, es la canción cantada por un artista español más vendida de la historia…
Vamos que pueden vivir de ello.
Una canción nuestra se utilizó para animar a la selección española de fútbol en 2010
-Exacto. Y Mayte es una mujer encantadora, nos hemos vuelto muy amigos. Casi seguro que hagamos alguna colaboración más con algo que estamos tramando, que siempre estoy tramando cosas y para mí fue un gustazo y un honor poder grabar con ella.
Llevando el tema a vuestro estilo.
-Pero manteniendo la esencia y la voz de Mayte, sin distorsionar demasiado, porque la verdad fue mucha presión retocar una canción con tanto peso histórico, es una canción de tres minutos, pero nos tiramos seis meses hasta que dimos con la tecla para conseguir un arreglo adecuado y quedamos todos contentos, porque la verdad fue un lujazo poder trabajar con Mayte.
Y el futuro, proyectos…
-Ahora mismo no nos podemos quejar, los Strange Sounds por un lado, estamos muy bien, acabamos de sacar un disco que se llama “Fotomatic” y en breve anunciaremos la gira…
Fotomatic es un cambio…
-Estamos jugando con cosas de electrónica, Fotomatic sigue siendo más rock, incluso un poco punki… Y sí, hay un cambio. Hemos cambiado la temática del disco en general, más que por elección propia, como se ha escrito tanto de la crisis, los problemas que se han visto a nivel socio-cultural, político, económico… pues nos han salido las canciones que hemos escrito.
¿Es una crítica a la situación, al postureo?
-Sí. Fotomatic por ejemplo, porque por algo es #Fotomatic, la almohadilla no está ahí gratuitamente… es crítica y autocrítica, porque soy el primero que tiene Instagram y móvil, pero todo este fenómeno, que es el que ha marcado este tiempo y las redes sociales, las fotos, el selfie, tuitear… más que una crítica, porque nosotros lo utilizamos también, es una pequeña sátira o un pequeño comentario sobre estos fenómenos, porque creo que para algunos se vuelve enfermizo, la gente se tira todo el tiempo haciendo fotos y cultivando su ego online, casi más importante que lo que es vivir una expresión artística… vas a un concierto y en vez de vivirlo están todo el concierto con el móvil grabando para luego verlo en casa con el móvil… eso no tiene sentido.
Así no te enteras de nada, ni ves nada…
-Eso es. En definitiva, con este disco, los Strange Sounds estamos muy contentos y el proyecto de Black Jacks está yendo de lujo… en el Casino llevamos casi un año y medio.
¿Y la gente cómo responde?
-Muy bien. Claro que también hay que saber estar, obviamente esto no es un concierto al uso…
Pero la gente que acude a la sala muchas veces no hace caso…
© Carlos de Luna Béjar
-Es lo que se ideó con Juan Carlos, el director de marketing, estamos como un complemento del Casino, que está en la Gran Vía, y es un casino, no una sala de conciertos, y se da un toque de elegancia, de estilo…Ha habido días en que se ha llenado la coctelería y si hay que dar marcha se da, pero, hay que saber estar… al que acaba de irle bien en la mesa viene a celebrarlo, al que le ha ido mal viene a ahogar sus penas, y hay que estar para dar ese toque de sofisticación, música elegante, esos años 30, el jazz, el swing, y encantados… Luego Black Jacks trabaja en otros espacios además del casino… estamos trabajando muchísimo y cada vez más, y se amplía la plantilla con más músicos.
¿Tú cuantos días vienes?
-Llevaba un tiempo sin venir, mandaba a los chicos el repertorio directamente, es que imagina, somos 40, y llevo las facturas y todo el trabajo administrativo, y eso es un curro muy grande… en este proyecto me estoy centrando más en temas organizativos, que no es lo que más me gusta, pero en la vida a veces te toca hacer estas cosas, porque alguien tiene que hacerlo, esto no va solo, aunque te tengo que decir que los músicos son superprofesionales y superorganizados y eso es fundamental, siempre lo digo, cuando estamos currando de Black Jacks, el rock and roll se queda en la puerta, y lo entienden porque son todos profesionales muy serios y con mucho talento…
(Vídeo de Carlos de Luna Béjar) Actuación en directo de Sala Elassir en el Casino Gran Vía Madrid
¿Cuántas chicas hay en esos cuarenta músicos?
-En estos momentos, seis chicas y todas cantantes, y casi todas vienen del mundo de los musicales, como el de Michael Jackson y Los Miserables, y algunas tienen su proyecto independiente…
¿Cómo funcionáis?
-Al contrario de otras agencias de este estilo, que funcionan por grupos, nosotros lo hacemos como personas atomizadas de una maquinaria y lo que hemos hecho es que todo el mundo sepa todos los repertorios y todos seamos intercambiables, piezas intercambiables de una maquinaria que funciona, seas tú u otro, y eso nos permite organizarnos y crecer y cada vez abarcar más y más trabajos, y así si le surge a alguno un problema y no puede intervenir ese día que le toca, se tiene la flexibilidad y la facilidad de saber que aunque el mismo día del evento pase algo, sabes que hay siete personas igual de capacitadas y entrenadas para venir y no se note el cambio, es decir, en ese sentido hemos innovado también un poco.
Volvamos a Strange Sounds, ¿dónde se recibe mejor vuestra música?
-Cuando tocamos en Alemania, concretamente en Berlín, hubo muy buen feeling, en Londres también estuvimos muy bien, París mola mucho, Madrid, aquí también…
¿Dónde habéis tocado en Madrid?
-Como grupo propio, el último lugar, que hemos llenado, ha sido el Joy, y poco a poco vamos creciendo. Pero hemos actuado en festivales en el Madrid Arena, una vez como teloneros de Bon Jovi en el Calderón…
¿Impresiona ese escenario?
-Tampoco mucho, llevo tanto tiempo en los escenarios que no impresiona, a lo mejor un poco más nerviosos, pero una vez que has actuado ante 400 o 500 personas, hacerlo ante 50.000 no impresiona, al final ves las mismas caras…