Con la llegada de la primavera, Valonia se transforma en un paraíso natural donde los aromas, los colores y los paisajes parecen salidos de un sueño. Entre castillos encantadores, viñedos ondulantes y jardines que cuentan historias, esta región belga invita a redescubrir el placer de lo esencial: pasear, respirar, y dejarse maravillar.
Cuando la primavera despierta en Valonia, la naturaleza se adueña del escenario, llenándolo todo de vida. Los parques y jardines florecen con una energía serena que invita a detenerse, observar y sentir. Cada sendero bajo árboles centenarios, cada rincón cubierto de flores, se convierte en una promesa de calma y belleza. Ya sea explorando castillos majestuosos rodeados de jardines históricos, caminando entre esculturas vegetales o disfrutando de un pícnic junto a las viñas, Valonia regala experiencias que permanecen en la memoria.
Parques y jardines: paisajes en flor y paseos con alma
La primavera viste los parques y jardines de Valonia con sus mejores galas. Pasear por senderos arbolados, buscar refugio bajo la sombra de un viejo roble o dejarse envolver por el perfume de flores recién abiertas se convierte en una experiencia sensorial única. Muchos de estos espacios han sido reconocidos con la etiqueta de “Jardín destacado” por su valor botánico, histórico y paisajístico.
Los castillos son protagonistas en Valonia, y lo son también sus jardines, donde el arte del paisajismo se funde con la arquitectura y la historia. Destacan los Jardines de Annevoie, con sus fascinantes juegos de agua y su armoniosa mezcla de estilos: francés, italiano e inglés. El Parque del Castillo de Beloeil, declarado patrimonio excepcional, conserva un diseño de 1664 que conjuga agua, luz y sombra, y que cobra vida con conciertos y exposiciones. Por su parte, el Parque del Castillo de Enghien, considerado en el siglo XVII como uno de los más hermosos de Europa, es hoy patrimonio de Valonia y alberga el Conservatorio Europeo de Dalias.
Entre los tesoros naturales destaca la emparrada de La Reid, un túnel vegetal de 573 metros formado por más de 4.700 plantas de parra, uno de los más largos de Europa. Otros arboretos notables son el de Fourneau Saint-Michel, el Parque del Museo Real de Mariemont y el Parque del Dominio de Solvay, en el bosque de Soignes, donde también se encuentra el Castillo de La Hulpe. Aunque no puede visitarse por dentro, su dominio acoge el encantador Museo de la Fundación Folon, abierto al público.
Para quienes buscan jardines con alma pedagógica y vocación medicinal, la Abadía de Villers-la-Ville es parada obligada. Allí, el Jardín de la Farmacia reúne especies de la farmacopea europea actual. Una experiencia similar ofrece el Hospital Notre-Dame à la Rose, cuyo jardín de Les Simples es una lección viva sobre la medicina de antaño.
La naturaleza también florece en el corazón urbano. En Thuin, los Jardines Colgantes ofrecen más de 200 terrazas verdes con arte contemporáneo y vistas a las viñas del Clos des Zouaves. En Lieja, las Laderas de la Ciudadela conforman un pulmón verde de 90 hectáreas en pleno centro. Y en Durbuy, el Parque de Les Topiaires sorprende con más de 250 esculturas vegetales que combinan humor, técnica y creatividad botánica.
Un fin de semana entre castillos y viñedos: un brindis con historia
Para las parejas que sueñan con una escapada inolvidable, Valonia propone un viaje al corazón del patrimonio, los paisajes románticos y los sabores locales. Entre abril y mayo, y también en septiembre, la región se presta a desconectar en hoteles con encanto, recorrer fincas vinícolas, catar vinos artesanales y dejarse seducir por el arte de vivir valón.
Una de las propuestas estrella es un fin de semana romántico en los alrededores de Namur, a las puertas de Las Ardenas, con alojamiento en el elegante Château de Vignée. El sábado comienza con una visita al Castillo de Freÿr y sus jardines junto al Mosa, seguida de una experiencia enológica en el viñedo Château Bon Baron, donde se degustan vinos ecológicos. Por la noche, cena gourmet en el restaurante Arden, galardonado con una estrella Michelin. El domingo se reserva para el Castillo de Lavaux-Sainte-Anne y culmina en el Castillo de Bioul con picnic entre viñedos, visita museística y cata al aire libre.
También en la provincia del Henao es posible vivir una experiencia memorable. La escapada arranca en La Tour du Château, una torre del siglo XIX restaurada en el parque del Castillo de Thieusies. El sábado incluye una visita al viñedo Les Agaises, productor del afamado espumoso Ruffus, y al majestuoso Castillo de Seneffe. La jornada finaliza con cena en el restaurante D’Eugénie à Emilie, con dos estrellas Michelin. El domingo, la visita al viñedo Chant d’Eole, el mayor de Bélgica, culmina con una cata guiada. El broche de oro lo pone el Castillo de Beloeil, el llamado “pequeño Versalles belga”, rodeado de jardines clásicos.
Estas son solo dos de las múltiples escapadas que Valonia ofrece a las parejas que buscan compartir paisajes, sabores e historia en un entorno auténtico y acogedor.
Eventos para celebrar la primavera
Festival du Jardin (26 y 27 de abril, Castillo de Beez): exposiciones de flores raras, talleres de jardinería y charlas de expertos.
Fiesta de las plantas y del jardín de Aywiers (2 al 4 de mayo): más de 200 profesionales del sector ofrecen ideas y productos para crear un jardín de ensueño.
Jardines de Primavera en el Castillo de Jehay (24 y 25 de mayo): una cita con el paisajismo, la artesanía y los mercados de proximidad.
Cita en el Jardín (7 y 8 de junio): evento nacional que abre al público los más bellos espacios verdes del país.
Los trajes de Venecia (7 al 9 de junio, Jardines de Agua de Annevoie): una recreación del Carnaval veneciano con más de 110 trajes distintos cada día.
Y cuando el sol brilla con más fuerza, Valonia se llena de música, risas y cultura:
Namur en Mai (29 al 31 de mayo): el mayor festival de arte callejero de Bélgica, con espectáculos para todos los públicos.
Beer Lovers' Marathon en Lieja (5 al 8 de junio): una original combinación de deporte, cerveza artesanal y buen humor, donde cada kilómetro se saborea.
Esta primavera, Valonia invita a dejarse llevar por la belleza, la historia y los sabores de una tierra auténtica. Una escapada sin prisas, lejos del bullicio, entre paisajes que parecen sacados de un cuadro impresionista.