Esquiar en primavera, cuando los días se alargan y el sol se hace más generoso, tiene un encanto especial. En el Pirineo francés, las estaciones de Cauterets y Piau-Engaly prolongan la temporada hasta el 21 de abril, ofreciendo a los visitantes una experiencia que combina nieve, naturaleza y tranquilidad fuera de los meses más concurridos.
Cauterets: historia, nieve y bienestar
La estación mantiene abiertas sus instalaciones con horarios adaptados a la primavera: el telecabina de Lys funciona desde las 8:30 h y las pistas están abiertas hasta las 14:00 h. Su orientación este y la altitud permiten conservar una buena calidad de nieve, lo que convierte a Cauterets en una de las estaciones más estables de la zona.
Pero Cauterets es mucho más que esquí. Su ciudad-balneario, conectada con la estación por teleférico, ofrece una escapada al pasado con sus grandes hoteles, fachadas señoriales y aguas termales que ya en el siglo XIX cautivaron a figuras como Napoleón III y Víctor Hugo. Un destino donde el bienestar y la historia se funden en un entorno alpino.
Piau-Engaly: naturaleza en estado puro
Desde el Pic de Piau hasta el Vallée du Badet, esta estación ofrece 104 hectáreas de pistas balizadas, resguardadas del viento y bañadas por el sol de primavera. Además, su proximidad a la frontera permite combinar experiencias gastronómicas y culturales de ambos lados del Pirineo.
El espíritu de Piau-Engaly es el de una estación integrada en el entorno: 100% peatonal, familiar y respetuosa con la montaña. Un refugio perfecto tanto para quienes buscan el silencio de los paisajes nevados como para los amantes del esquí de travesía o el freeride. Aquí, la Semana Santa se vive sin prisas, entre baños termales, paseos panorámicos y jornadas de esquí relajado.