El senderismo se ha convertido en una de las formas de turismo activo con mayor crecimiento en España. Con más de 60.000 kilómetros de senderos homologados, el país ofrece rutas para todos los niveles. Pero más allá de ser una simple actividad recreativa, el auge del senderismo responde a una tendencia global: la búsqueda de bienestar y desconexión en un mundo cada vez más acelerado.
La conexión con la naturaleza y la posibilidad de explorar paisajes nuevos han convertido esta actividad en un imán para viajeros nacionales e internacionales. No es solo una cuestión de ocio, sino también de salud y calidad de vida. Los destinos con rutas de senderismo bien señalizadas y accesibles están ganando popularidad. Y España, con su diversidad geográfica, está a la cabeza de esta tendencia.
A continuación, la agencia de viajes felicesvacaciones destaca algunas de las ciudades que se han posicionado como referentes para los viajeros amantes del senderismo, ya sea por la cantidad, calidad o singularidad de sus rutas.
Huesca: Puerta de los Pirineos
Huesca, situada en Aragón, es el punto de partida ideal para explorar los Pirineos. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido alberga rutas emblemáticas como la que va desde la Pradera de Ordesa hasta la Cola de Caballo, considerada una de las más populares de España.
Este recorrido de 19 kilómetros ofrece vistas espectaculares de cascadas y formaciones geológicas únicas.
León y Asturias: La Ruta del Cares
Compartida entre las provincias de León y Asturias, la Ruta del Cares es una de las más emblemáticas del país. Conocida como "La Garganta Divina", este sendero de aproximadamente 12 kilómetros atraviesa el corazón de los Picos de Europa, ofreciendo vistas impresionantes de desfiladeros y paisajes montañosos.
Málaga: Caminito del Rey
Málaga destaca por el famoso Caminito del Rey, una pasarela construida en las paredes del desfiladero de los Gaitanes. Aunque antaño fue considerada una de las rutas más peligrosas, tras su rehabilitación se ha convertido en una de las rutas de senderismo más populares de España.
Menorca: Camí de Cavalls
El Camí de Cavalls, en Menorca, es una ruta de 185 kilómetros que circunvala la isla. Dividida en 20 etapas, permite a los senderistas descubrir calas muy bonitas, barrancos, valles y humedales, ofreciendo una visión completa de la diversidad natural de la isla.
Segovia: Naturaleza y patrimonio
Segovia, en Castilla y León, combina su riqueza histórica con entornos naturales ideales para el senderismo. La ciudad y sus alrededores ofrecen rutas que permiten disfrutar de paisajes variados y de su patrimonio cultural.
Gerona: Entre ríos y montañas
Gerona, conocida como la "ciudad de los 4 ríos", ofrece una combinación perfecta de rutas urbanas y naturales. Los senderistas pueden disfrutar de caminos que bordean los ríos Ter, Onyar, Güell y Galligants, así como de rutas que se adentran en las montañas cercanas, ofreciendo vistas panorámicas y una rica biodiversidad.
Madrid: Naturaleza en la capital
Aunque es más conocida por su ambiente urbano, Madrid cuenta con numerosas rutas de senderismo en sus alrededores. La Sierra de Guadarrama ofrece senderos como la subida al Pico de Peñalara, que con sus 2.428 metros es el punto más alto de la comunidad.
Barcelona: Montaña y mar
Barcelona ofrece una combinación única de rutas costeras y montañosas. El Parque Natural de la Sierra de Collserola cuenta con numerosos senderos que ofrecen vistas panorámicas de la ciudad y el mar Mediterráneo. Además, su proximidad a la Costa Brava permite a los senderistas explorar rutas costeras con impresionantes acantilados y calas escondidas.
Alicante: Senderos mediterráneos
Alicante, en la Comunidad Valenciana, ofrece rutas que combinan paisajes de montaña y costa. El sendero del Barranco de la Encantada es una de las rutas más destacadas, ofreciendo vistas de formaciones rocosas únicas y piscinas naturales.
Navarra: Bosques y montañas
Navarra es un paraíso para los amantes del senderismo, con rutas que atraviesan frondosos bosques y montañas. El Valle de Ultzama es especialmente popular en otoño, cuando los bosques se tiñen de tonos dorados y ocres, ofreciendo un espectáculo visual incomparable.