Desde finales de noviembre y hasta principios de marzo, Estonia se envuelve en un invierno auténtico de horizontes blancos y temperaturas frías. Sus serenos paisajes nevados son el escenario idóneo para una amplia gama de actividades al aire libre que combinan la emoción con la belleza del entorno, invitando a los visitantes a experimentar la naturaleza intacta y la cultura del destino.
Esquí de fondo: emocionantes pistas en el corazón de la serena naturaleza estonia
Los paisajes de cuento que atraviesan el país estonio son todo un reclamo para los amantes de las emociones fuertes, siendo el esquí de fondo uno de los deportes más populares entre los locales. Los alrededores de Otepää, conocida como la "capital de invierno" del país, ofrecen las mejores pistas para esquiadores y snowboarders de todos los niveles, mientras que centros como el Valgehobusemägi, en Kõrvemaa, cuentan con instalaciones para la práctica de esquí alpino. Otra opción es el Kiviõli Adventure Centre, situado en el norte del país.
Además, Estonia es hogar de algunas de las competiciones y maratones de esquí más importantes del mundo, como el Tartu Marathon, que también puede presumir de ser uno de los más antiguos, atrayendo a miles de deportistas y entusiastas cada año.
Clases de patinaje en plena naturaleza
Ciudades como Tallin o Tartu habilitan pistas de patinaje para aprender a deslizarse por el hielo, aunque para una experiencia completa, se recomienda probar este deporte en plena naturaleza, por los lagos, estanques y bahías que se mantienen congelados durante los meses de mayor frío. Las bahías de Pärnu y Haapsalu, a las orillas del mar Báltico, son algunas de las localizaciones más famosas para ello. Los viajeros también pueden disfrutar de las singulares turberas heladas, un tipo de humedales característicos del Parque Nacional de Soomaa que se convierten en hermosas pistas de hielo naturales.
Tras la actividad, es el momento de disfrutar de una bebida reconfortante. El glögi (vino caliente estonio), el chocolate caliente y el té son algunos de los más tradicionales.
Excursiones a través de bosques nevados
Los paseos y rutas senderistas entre árboles nevados son otro de los planes invernales preferidos de los viajeros, que pueden explorar las amplias extensiones despobladas del país con la ayuda de raquetas de nieve, recorriendo los bellos caminos históricos de Emajõe-Suursoo en compañía de un guía experto, o atravesando los paisajes de turberas.
Estas caminatas pueden tomar algo más de velocidad gracias a los kick sledges, una especie de trineo en el que se viaja de pie, impulsando el vehículo con una pierna. Y, para los amantes de la adrenalina existe la opción de reservar un safari sobre el hielo del lago Peipus a bordo de un karakat, un enorme coche de grandes ruedas y suspensiones elevadas que se construye a medida para poder afrontar las extremas condiciones climáticas de Estonia.
Un paseo en compañía de huskies
Para que el paseo en trineo se convierta en un recuerdo inolvidable, el viajero puede probar una modalidad especial: los trineos tirados por huskies. Disponibles en diversos puntos de todo el país, estos paseos permiten explorar el pintoresco entorno de una forma diferente.
Deportes acuáticos en cualquier época del año
En invierno, tampoco faltan la vela sobre hielo o el kitesurf de invierno, aunque el deporte acuático más arraigado en Estonia —apto tan solo para los más valientes— son los baños en aguas gélidas. Esta práctica combina la natación en lagos congelados o en el mar helado con el calor de la sauna, ofreciendo una conexión única con la naturaleza y un ritual revitalizante que cuenta con miles de adeptos en todo el país.
Es habitual ver a los estonios practicando natación de invierno en diversos puntos de Tallin, como en Iglupark o en Lennusulps, un club de natación con sauna, ambos situados en el barrio marítimo de Noblessner. Los balnearios estonios también cuentan con piscinas de agua fría para principiantes, aunque una vez el cuerpo conoce la sensación única de bañarse en los mágicos paisajes nevados del país, ya no hay vuelta atrás.