TURISMO INTERNACIONAL

Patrimonio histórico y gastronómico de Malta

Redacción | Viernes 13 de diciembre de 2024

Templos que cuentan los orígenes de la civilización, calles que guardan el espíritu medieval y una gastronomía forjada por siglos de influencias culturales: Malta es un destino que conecta pasado y presente en cada rincón. En el corazón del Mediterráneo, este archipiélago invita a los viajeros a descubrir su rica herencia cultural, su cocina auténtica y sus paisajes llenos de historia.

Un patrimonio histórico único en el mundo

Con más de 7.000 años de historia, la isla es un paraíso para los amantes de la arqueología y la cultura. Los templos megalíticos, como Ħaġar Qim, Mnajdra y Ġgantija, son monumentos exclusivos que reflejan las habilidades y creencias de las civilizaciones prehistóricas que habitaron el archipiélago. Declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, estas estructuras revelan la conexión de los antiguos malteses con el cosmos y la naturaleza

No menos impactante es el Hipogeo de Ħal Saflieni, un templo subterráneo y necrópolis que data del 3.000 a.C., considerado uno de los espacios más impresionantes del mundo antiguo. Este sitio sagrado sigue fascinando a arqueólogos y visitantes debido a su compleja arquitectura y la atmósfera mística que lo envuelve.

Sin embargo, el patrimonio histórico de Malta va más allá de sus templos. Mdina, la antigua capital de Malta, es un verdadero tesoro. Fundada originalmente por los fenicios alrededor del año 700 a.C. y posteriormente fortificada por los romanos, esta ciudad amurallada ha sido testigo del paso de diversas civilizaciones, desde árabes hasta normandos, cada una dejando su huella en su arquitectura y cultura.

Además, Mdina es conocida como "La Ciudad del Silencio" por su atmósfera tranquila; y sus calles empedradas y laberínticas están rodeadas de palacios medievales y edificios históricos. Destacan la Catedral de San Pablo, un ícono barroco, y el Palacio Vilhena, que alberga el Museo Nacional de Historia Natural.

Desde sus murallas, las vistas panorámicas del paisaje maltés y el Mediterráneo son espectaculares, recordando su posición estratégica. Su encanto ha inspirado producciones como Juego de Tronos, consolidándola como un destino que fusiona historia, cultura y magia visual.

Sabores auténticos del Mediterráneo

La gastronomía maltesa es una celebración de su ubicación estratégica en el Mediterráneo y de su rica herencia multicultural. La ftira, considerada recientemente Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, es un plato esencial en cualquier visita. Esta base de pan crujiente se combina con ingredientes locales como tomates, aceitunas, alcaparras, atún y anchoas, capturando en cada bocado la esencia del mar y la tierra maltesa.

Otros platos destacados incluyen el fenek moqli (conejo estofado), un símbolo nacional que representa la resiliencia del pueblo maltés; los pastizzi, hojaldres rellenos de queso ricotta o guisantes, perfectos para un tentempié mientras se exploran las calles; y una amplia variedad de mariscos frescos.

Los amantes del vino pueden disfrutar de variedades autóctonas como el Girgentina y el Ġellewża, cultivadas en los soleados viñedos locales. Una visita a una bodega maltesa es la excusa perfecta para contemplar el paisaje mientras se saborea una copa de vino con vistas al mar.

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